20 oct 2017

GH Revolution da el protagonismo a una expulsada

“La audiencia ha decidido que debe abandonar la casa… ¡MIRIAM!”. Estas palabras retumbaban la semana pasada en la sala de expulsiones. Pues bien, una concursante a la que el público decidió sacar hace siete días del juego fue la que anoche se convertía en absoluta protagonista por ir a dar información del exterior en una gala que comenzó con un fallo técnico y desveló a sus participantes la sorpresa de la noche, restando así bastante emoción a los encuentros que estaban por venir.

La novedad de la sala de los encuentros ya dije la semana pasada que me pareció divertida y que bien utilizada podría darnos momentazos. Pero también es un elemento muy peligroso porque introduce de forma directa información del exterior dentro de la casa a mansalva. Ayer, una vez que Miriam dio todo tipo de instrucciones a Laura sobre cómo debía reconducir su concurso, El Súper le advertía: “Cuidado”, de forma un tanto tímida… ¡Qué cuidado le vamos a pedir a esas alturas!

Sinceramente, Laura me dio mucha pena. Se quedó en el confesionario hecha un vendo. La vi sumamente frágil, temblorosa y desubicada. Algo que siempre se ha advertido a lo largo de las diecisiete ediciones anteriores del concurso es lo que daña dentro de esa casa a sus participantes cualquier tipo de noticia que provenga de fuera de esas paredes, por mínima que sea, y cada vez más se favorece desde la propia organización a que este tipo de cosas sucedan. No hablo sólo por este Revolution, sino que ya llevamos varias ediciones donde el aislamiento ha ido quebrantándose cada vez más.

Laura es la que más está pagando las consecuencias de este hecho, pues el público la vemos como una concursante veleta ya que, guiada por los consejos de una persona de fuera en la que confía, intenta guiar su juego por la senda que mejor piensa que pueda beneficiarle pidiendo disculpas a los compañeros con los que no ha estado llevándose bien. Pero este mismo año hemos visto a Hugo disculpándose con la novia de Cristian F al verse cara a cara con ella y sin mantenerse firme en su argumento como hizo en su nominación o anoche a Rubén cómo le hacía un desplante a Miriam al despedirse de ella tras el encuentro y más tarde se retractaba en el confesionario. Y todo esto no es algo nuevo, pues si nos vamos un año atrás recordaremos cómo la ganadora de la pasada edición hacía lo propio con Adara al ser impulsada por su madre en el exterior a ello.

Sinceramente, me cuesta entender el protagonismo que anoche se le dio a Miriam durante la gala, ya que los encuentros con la novia de Cristian tenía más sentido porque los involucrados permanecen en competición, pero una trama que el público ha decidido cerrar sólo le esperan las explicaciones de fuera al enfrentarse a los vídeos de la realidad del concurso de cada uno, pero no logro comprender que una gala girase en torno de una historia en la que se ha puesto punto y final, y en la que el ángulo principal de toda la trama no sigue luchando por el maletín.

Tras la expulsión de Javi, que quedó bastante eclipsado y la breve entrevista que tuvo fue un absoluto sinsentido en la que no se enteró de los vídeos que le pusieron y el presentador no se preocupó en explicárselos para que él pudiese hablar en base a lo que le estaban presentando, nos enfrentamos a una nueva ronda de nominaciones donde la audiencia tuvo primero que tomar una decisión, sobre qué grupo debía nominar en el confesionario. Y se decidió que lo hiciesen los huéspedes (Hugo, Rubén, Maico, Yang Yang y Pilar).

Aquí el tirón de orejas es para el público porque me pareció un error tremendo el resultado de la votación. Pienso que no había ningún interés en ver a los huéspedes con el poder del secreto de la nominación frente a una mayoría cobarde que no es capaz de tocarse a la cara pero se despellejan a las espaldas. La tónica general de la nominación fue dar puntos a Hugo, Rubén y Maico, cayéndole también algún punto a Laura. Tanto como prometían nominar a Mina, Petra, Carlos o Dani… Sus marcadores no reflejaron las puntuaciones prometidas. Ha llegado el momento de hacer una nominación conjunta en el confesionario y permitirles a ellos jugar y a nosotros ver las verdaderas caras de los participantes.

También me gustaría decir que me da rabia que siempre salgan los mismos nominados sin remedio y que personajes como José María, Petra, los dos Cristian, Dani, Juan, Carlota o Pilar permanezcan en la casa con la comodidad de no verse ni en el peligro por llegar a subir a la palestra y enfrentarse al filtro del público.

Los nominados de esta semana son Hugo, Laura y Maico. No hubo salvación porque no subió ningún fan a la casa ni sé si volverá a hacerlo, probablemente no porque no se volvió a anunciar el teléfono. Me gustaría que la audiencia sacase a Maico porque considero que es un concursante que no hizo nada más que malmeter y que ahora mismo está viviendo de la protección de Hugo y Rubén sin aportar nada interesante por sí mismo. Y Laura y Hugo, puedan gustar o no, pero se han convertido en dos claros pilares de este año. Sin embargo, pienso que Laura va a pagar las consecuencias de sus cambios de bando y la gente será implacable con sus movimientos de los últimos días.

Gracias al 24 horas, poco a poco, vamos descubriendo que sí estamos ante un buen casting. Quiero también enviar aliento a una edición que lo necesita porque, a pesar de haber tenido que llegar tarde a ella, estoy disfrutando de muchos momentos por los que doy la enhorabuena. Pero hay que seguir trabajando y mejorando por hacer Gran Hermano.

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