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13 sept 2014

¿Qué siente un amante de Gran Hermano ante su estreno?

18 de Septiembre de 2014, una fecha que no se borra de mi mente…. Hoy he querido compartir con vosotros una entrada más íntima, más sentimental. Llevamos tres años compartiendo este espacio en la red, tres años aquí donde “Hablamos de Tele” todos juntos, generamos debates muy interesantes donde todos plasmamos nuestro punto de vista sobre lo sucedido en un reality o un talent show, pero hoy no voy a opinar sobre hechos sino que os voy a contar lo que siento. Bien es cierto que mis opiniones están plagadas de sentimiento, a veces me han criticado la subjetividad que utilizo para defender o criticar a un concursante pero eso es la base de este blog, el poder plasmar diferentes puntos de vista que se generan tras ver un programa, pero hoy soy más YO que nunca a la hora de expresar lo que vivo estos días ya que no voy a OPINAR sino a CONTAR mi espera y me gustaría que en los comentarios dejaseis la vuestra.



Quiero intentar explicar qué siento esperando el estreno de Gran Hermano, para mí el mejor programa de toda la parrilla televisiva. Siento ganas, más ganas que nunca, ya que la espera ha sido larga, más larga que otros años, más de 400 días sin G.H. Para algunos puede ser una locura la fiebre que algunos despertamos por Gran Hermano, en mi caso la noche del jueves es sagrada y NADIE (como gritaría Bea ‘La Legionaria’) me la puede interrumpir. Todos mis amigos saben que no pueden hacer planes conmigo si emiten Gran Hermano, pero esa fiebre te la provoca la pasión y los sentimientos que el programa te hace sentir.

Hay quien se vuelve loco con un mundial de fútbol, otros no se pierden un concierto de su cantante preferido, hay quien no puede pasar sin helado de chocolate… y mi vicio es GRAN HERMANO. Me gusta Gran Hermano, me encanta, me apasiona, AMO Gran Hermano. ¿Por qué la gente menosprecia el formato y te juzga por verlo? Nunca he ocultado mi pasión por el concurso, eso me ha hecho escuchar millones de veces “ese programa es una mierda”, incluso de personas que lo veían y no querían reconocerlo. Vergonzoso no es ver un programa que muestra la convivencia de seres humanos, donde se ve el amor, el compañerismo, la amistad, el odio, las broncas, los reencuentros, las reconciliaciones… es decir, donde se ve la vida. Ves al ser humano sometido a un encierro que le hace vivirlo todo con intensidad, pero viviendo situaciones que bien hemos podido vivir todos nosotros fuera de la casa con nuestros amigos, nuestra familia, compañeros de trabajo, vecinos…. ¿Te avergüenzas de tu vida? ¿Te avergüenzas de ser humano? Entonces… ¿por qué te avergüenzas de ver Gran Hermano o catalogas al programa de vergonzoso? Las personas que ahí se exponen lo hacen de forma libre y conscientes de que están siendo grabados, para muchos es una experiencias fabulosa e inolvidable que repetirían con los ojos cerrados… no será tan malo…


Dejándome de reivindicaciones, porque me enciendo, retomo lo que os quería explicar. Por todo lo anterior, como os decía, me chifla G.H. y cuando se acerca su estreno hay una chispa dentro de mí que se activa, una ilusión, y empiezo a contar los días… las horas para que Mercedes Milá se plante en el centro del plató y grite “¡COMENZAMOS!”.

Los días previos al estreno trato de encontrar la mayor información posible, comienzo a leer otros blogs para encontrar esas ganas en otras personas, leo o veo todas las entrevistas que se hagan a los responsables del programa, o a Mercedes Milá para conocer las novedades, aunque en la mayoría de las ocasiones me encuentro con la frase de “no podemos decir nada”, algo que me encanta. Prefiero no saber, prefiero encontrarme con sorpresas, cuantas más mejor, en el estreno del programa.

Las promos de G.H.  ya son continuas en Telecinco, y cuando estoy en otros quehaceres con la televisión puesta y suena la sintonía no puedo evitar dejarlo todo para mirar la televisión, y luego volver a lo mío pensando que pronto podremos disfrutar de la vida en directo.

Para la noche del estreno yo también tengo mis liturgias… si no las hago es como si algo fuese a salir mal. No es una gran superstición, todo lo contrario, es para disfrutar más si cabe de esa noche. Yo me reúno con mi familia y hacemos una cena un poco peculiar, cena que más bien podría ser merienda, ya que comemos hasta cansarnos crepes con chocolate, y así disfrutamos de la comida, de la compañía y de Gran Hermano con un sabor dulce.

Y aunque mi sueldo no depende de G.H. me preocupo muchísimo por el dato de audiencia porque lo que menos deseo es que no vaya bien el programa y pueda ponerse en riesgo un reality que tanto me hace disfrutar… así que a los trabajadores de la televisión, que sí les va el sueldo en ello, es normal que les tiemble el pulso al pensar en el temido dato.



Gran Hermano está a la vuelta de la esquina. Todo debe estar preparado. El hambre de Gran Hermano es grande pero en unos días comenzaremos a saciarla. ¿Y tú cómo vives el estreno de Gran Hermano? Compártelo.

1 comentario:

  1. hola :)) me has recordado aquellos inicios de los primeros GHs en los que cuando decías en voz alta que te gustaba gran hermano, todo el mundo se giraba asombrado porque alguien se atrevía a reconocerlo en voz alta, y a partir de ahí, siempre se sumaba alguien para comentar que había visto la gala, así como de casualidad hasta que subía el volumen de la involucración y de repente salían los datos de la audiencia a la luz de la realidad, nosotros también vamos a seguir gh en nuestro blog, un único objetivo, divertirnos y tratar de sacar sonrisas, si puede ser alguna carcajada y especialmente este años, algún que otro cacareo, os leeremos, un saludo :))

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