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21 sept 2015

GH 16, la edición más victimista de Gran Hermano

Gran Hermano 16 está siendo una edición muy intensa. Tan sólo llevan una semana de encierro y nos falta tiempo para entender qué ha sucedido, comentarlo, y pasar a implicarnos en las nuevas tramas. Si alguno está desubicado, pinchando aquí, podéis ver un análisis-resumen de la primera semana de concurso. Ayer arrancó El Debate, con un formato muy similar al de la edición pasada, con la "Grada de la Calle", "Grada de Expertos" y "Grada Gran Hermano".

El formato de las gradas me gusta pero preferiría que los colaboradores que las ocupan fuesen menos, para que hubiese tiempo para atenderlos a todos y pudiesen confrontar opiniones sin que los corten a los 5 segundos de exponer un argumento, y que se empapasen más de los últimos acontecimientos del programa. Se nota que algunos de ellos ven muy poquito Gran Hermano, y con esto no me refiero a que sólo vean las galas, sino que algunos de ellos se nota que no conocen las tramas, que aún tienen dificultades para conocer los nombres de los concursantes y que lo único que ven son los propios vídeos que ponen en El Debate.

Yo no pienso que ver el 24 horas deba ser un requisito para ser colaborador de GH, aunque, por supuesto, hacerlo engrandecerá el conocimiento de esa persona sobre el programa y podrá hacer mejor análisis (como se notó en el caso de Hugo y María, ex concursantes), pero qué  mínimo que informarse para poder opinar. A algunos habría que recordarles que no los han contratado como parte del decorado de plató, o al menos el público no es lo que demanda, sino para compartir opiniones formadas. Este mensaje, sobre todo, se lo lanzo a las nuevas incorporaciones, ya que hay colaboradores, de las tres gradas, que se nota, no sólo que se trabajan el análisis de la edición sino la trayectoria del programa desde sus orígenes pero, lamentablemente, son una minoría. Como en todo trabajo debe haber un rigor y unas exigencias, y qué mínimo que pedirles a los colaboradores de un programa donde se debate sobre los acontecimientos de un reality que lo conozcan.

Pasando, ahora sí, a hablar de los concursantes, Maite, Sofía y Suso volvieron a ser protagonistas de la noche porque se desencadenó una discusión en directo, provocada por Suso, donde le recriminaba a Sofía que no lo dejase en paz y la acusaba, reiteradamente, de un absurdo: haber jugado con él por ocultar su secreto.

Yo a Suso cada vez lo creo menos, tengo claro que no le importa nada Gran Hermano, simplemente juega a vender una imagen en el exterior para hacer cuantos más bolos mejor, como viceverso frustrado, y ayer aprovechó de que era consciente de la emisión en directo de El Debate para dejar mal a Sofía y venderse como la víctima, cuando él, por sí mismo, entró en el juego de Sofía y la utilizó para tener relaciones con ella, como ha manifestado tanto a sus compañeros como en el confesionario, para que ahora pretenda vendernos un dolor, al descubrir que Sofía le ha engañado con el secreto de su madre.  Y esto lo dice, precisamente, el que hace unos días andaba cabizbajo por la casa por la vergüenza que sentía al ver a "su madre" quedando en ridículo delante de toda España y quien jugaba a ser el niño que tuvo que volar a los brazos de su padre y ahora quería darle una oportunidad a su madre. Es incoherente. Es fácil hablar liberado de su secreto y decir que lo normal sería que no se vendiesen por 100.000 euros, pero él lo hizo. Gran Hermano es un juego y estaban advertidos de que esta edición estaba plagada de secretos, si no te gusta no te hubieses presentado, pero ya que estás dentro podrías abandonar porque nos harías una favor a todos. Es una pena que tengamos que decantarnos por una de las nominadas teniendo a este chico dentro del programa. Apostaría cualquier cosa a que cuando Suso vea que, el próximo jueves, Sofía vuelve a la casa porque se salva de la nominación volverá a sus brazos, y más si lo hace de la mano de su madre.

Esta es una de las ediciones de Gran Hermano en las que veo menos verdad, y es que otra reina de este falso victimismo es Raquel. Desde que se sabe nominada ha cambiado radicalmente su comportamiento dentro de la casa. Si los primeros días jugó a ser pastora de un rebaño, tratando de manipular a sus compañeros para que nominasen a su antojo y resguardar su espalda, sólo la suya, estos días quiere estar en un segundo plano, evitando los enfrentamientos. Ya han sido muchas las veces que la he escuchado decir: "me voy a callar" porque no se atreve a destacar por sus discusiones cuando está en la cuerda floja y prefiere tratar de manipular, esta vez al público, vendiéndose como una víctima apaleada, tanto por sus compañeros que la han nominado sin razones y la han traicionado, como por su enemiga y rival de nominación, Maite, quien según ella la tiene entre ceja y ceja y todos los ataques los dirige hacia ella. Sí, pobrecita... Por favor, que vaya marchando la primera expulsión para Raquel y un premio a la mayor víctima. A veces me pregunto qué tendrá la casa de Gran Hermano para que a algunos de los concursantes se le evaporen las lágrimas cuando lloran... luego me doy cuenta que no hay ningún artilugio extraño, sólo cámaras.

61%, 30% y 9% fueron los porcentajes ciegos que mostraron durante El Debate, y mucho me temo que el porcentaje mayor corresponda a Maite... aunque deseo que no sea así y pertenezca a Raquel. Esta semana están nominadas las 3 que se han posicionado como las malas de la edición y tenemos que quedarnos con las mejores malas, para que la convivencia siga siendo inestable y apostar por el espectáculo. Dejar a Raquel en la casa traería engaños para los espectadores porque ya nos ha demostrado que ella no es clara y que trata de manipularnos, sin embargo, dejar dentro a Maite con Sofía sería llenarlas de fuerza, ver resurgir a Maite que lleva unos días más comedida, aunque con su misma esencia, y sembrar el pánico a los concursantes, ya que todos esperan que ella sea la expulsada, por lo que no tenemos que ponerles las cosas tan fáciles.

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