El pasado jueves
vivíamos una de las galas más trepidantes de la historia de Gran Hermano
con la entrada de Lucía, la hasta el
momento ex de Omar, en la casa. Las
reacciones de los concursantes fueron brutales, principalmente la de los
protagonistas, Omar y Paula.
Vimos como la única
pareja que se había formado en esta edición se enfrentaba a Lucía, luchando por un futuro juntos y discutiendo con la
madrileña el por qué de su entrada, llegándole a pedir que abandonase el concurso.
A todos se nos había llegado a pasar por la cabeza, al ver
la situación, que podría haber un acercamiento
entre la ex pareja que atrajese el conflicto entre Omar y Paula y pudiese dar todo un giro. Lo que no podía imaginarme
es que en 24h se rompiese la relación en
mil pedazos y Omar corriese a los brazos de su ex para retomar algo
estable.
Ahora desarrollaré lo que opino de la situación, pero
empezaré calificando a Lucía de
manipuladora, a Omar de culpable y a Paula de víctima.
Por un lado tenemos a Lucía,
una concursante que agradezco al programa que haya introducido en el concurso,
y hasta cierto punto puedo entender el
por qué ella ha aceptado la propuesta pero su táctica es muy sucia.
Lucía mentía al decir
que entraba en la casa para “vivir la experiencia”, ya que ella entraba
para recuperar a Omar… ¿o quizás
para vengarse? No veo a Lucía una
persona sincera y ella no iba a permitir
ser dejada y humillada por televisión, por ello ha decidido entrar en la
casa, manipularle el cerebro a Omar,
ya que él tuvo una conversación muy seria y extensa donde le prometía querer
continuar su relación con Paula,
pero me arriesgo a decir que Lucía
cuando salga de la casa ella le dará la
patada a Omar una vez más, como han confesado que le ha hecho en varias
ocasiones, ya que su objetivo lo ha
cumplido.
A Omar lo veo cobarde, con muy poca personalidad y con ansias
de protagonismo. Desde que empezó el programa lo hemos visto metiéndose en conversaciones que no le
venían a cuento, observando todo movimiento
de las cámaras y haciendo comentarios continuos sobre la opinión del público, aunque en cierto
modo todo esto puede ser normal por parte de un concursante de Gran Hermano, no lo es cuando pasa de preocupación o curiosidad a obsesión.
Desde su vuelta con Lucía
le ha prometido amor eterno,
diciéndole las mismas palabras que le
hemos escuchado decir a Paula. Es un concursante falso e interesado, pues se jacta diciendo que él entró a Gran Hermano para ayudar a su amigo Vitín, ya que se había presentado en
varias ocasiones y nunca había logrado entrar, pero ahora realmente demuestra
que le interesa el programa y es
capaz de tirar el sueño de su amigo por tierra pues le ha pedido que si el trío
madrileño sale nominado sea Vitín el que
se exponga a la expulsión, y así continuar él en el juego… algo que choca
con sus declaraciones de “yo tengo mucha
gente fuera apoyándome y si salgo nominado no me expulsarán”.
El mayor culpable del
triángulo amoroso que hay formado en Guadalix de la Sierra es Omar, ya que Lucía puede haberle manipulado pero él no se debería haber dejado manipular. Muchos pensamos que él buscó
que fuese Paula quien lo dejase a él
para tener vía libre con Lucía.
Estamos de acuerdo que cada cual debe ser fiel a sus sentimientos, pero lo que
no puede hacer es jugar con los
sentimientos de los demás, y Omar lo ha hecho con los de Paula.
Paula ha sido
engañada y arrastrada a una situación que no esperaba encontrar. Estamos
de acuerdo que en 15 días no se enamora
una persona, aunque también está claro que 15 días en GH no son los mismos 15 días de la vida normal.
Probablemente Paula no estaba
enamorada, pero sí estaba comenzando a sentir
algo especial por Omar, despertando ilusiones
y generando planes de un futuro siendo
feliz junto a él, que es lo que el madrileño le prometía. Todo esto, de un
momento a otro se desmontó, como el
que construye un castillo de naipes y una ráfaga de viento tumba una de las
cartas de la base que hace que el castillo se derrumbe por completo, invadiéndote la impotencia de no poder hacer
nada al verse destruido todo lo que has montado con esfuerzo.
La historia sigue adelante, es Gran Hermano en estado puro, y espero que nos posicionemos del lado
que nos posicionemos no expulsemos a
ningún miembro del triángulo amoroso de la casa, por el momento. GH 15 acaba de empezar, le queda mucho
recorrido, de momento tenemos que dejar en la casa a los concursantes que dan juego, y más adelante será el momento de castigar a los que no están llevando a cabo
un buen concurso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario