La palabra ‘absurdo’
se queda corta para definir la gala de ayer de “Pasaporte a la Isla”. Nada de lo que sucedía tenía sentido, se
palpaba la falta de preparación y organización, reinaba la improvisación y los
contenidos brillaban por su ausencia. Como ayer decía en Twitter, no sé si son más tróspidos
los concursantes o la organización del programa porque un
reality que prometía dosis de frescura y
entretenimiento para este verano está dejando mucho que desear… y las veces
que te ríes es precisamente de ellos, y no con ellos, del caos que pueden llegar a montar, de no
entender el porqué de las decisiones y de las intentonas de sacar adelante un reality que se hunde por minuto de
emisión.
Aquella frase con la que abría Yasmina la edición, “vamos a
utilizar el cerebro”, tendrían que aplicársela los miembros del equipo
porque entiendo perfectamente que la gente coja el mando de la televisión y pulse el botón rojo para apagarla, o
cambie de canal. A mí me encantan los realities y, mientras lo emitan, seguiré
viéndolo porque me gusta este formato televisivo y están haciendo una gran demostración de cómo no se deben hacer
las cosas, pero alguien que lo ponga para ver de qué va el programa y
entretenerse un rato, acaba apagando la tele porque hay momentos infumables, absurdos y difícil de comprender.
Para empezar, se abrió la gala con los concursantes en “La Palapa Ibérica”, cuando se había
vendido que los participantes acudirían semanalmente al plató, rompiendo con ese concepto de aislamiento del que se
caracterizan los realities, sin embargo, ayer no sólo no asistieron al plató,
sino que se recriminaba a los colaboradores que diesen algún tipo de información del exterior.
Probablemente, hay bases de un reality que no deberían variarse, como es el aislamiento, y el público entiende que
debe ser así, pero no vendas una cosa para cambiarla a la semana siguiente.
Personalmente, parte de la esencia de “Pasaporte
a la Isla”, pienso que era ese contacto con la realidad semanal, el choque que podrían tener con un jurado
que va a nominarles y al que deben convencer y rendir las explicaciones que les
soliciten, pero de repente esto ya no es así.