Gran Hermano 16
está siendo una edición muy intensa. Tan sólo llevan una semana de encierro y
nos falta tiempo para entender qué ha
sucedido, comentarlo, y pasar a implicarnos en las nuevas tramas. Si alguno
está desubicado, pinchando aquí,
podéis ver un análisis-resumen de la
primera semana de concurso. Ayer arrancó El
Debate, con un formato muy similar al de la edición pasada, con la "Grada de la Calle", "Grada
de Expertos" y "Grada Gran Hermano".
El formato de las gradas me gusta pero preferiría que los colaboradores que las ocupan fuesen menos, para que hubiese tiempo para
atenderlos a todos y pudiesen confrontar
opiniones sin que los corten a los 5 segundos de exponer un argumento, y
que se empapasen más de los últimos acontecimientos del programa. Se nota que algunos de ellos ven muy poquito Gran
Hermano, y con esto no me refiero a que sólo vean las galas, sino que
algunos de ellos se nota que no conocen
las tramas, que aún tienen dificultades para conocer los nombres de los concursantes y que lo único que ven son los propios vídeos que ponen en El Debate.
Yo no pienso que ver
el 24 horas deba ser un requisito para ser colaborador de GH, aunque, por
supuesto, hacerlo engrandecerá el conocimiento de esa persona sobre el programa
y podrá hacer mejor análisis (como
se notó en el caso de Hugo y María,
ex concursantes), pero qué mínimo que informarse para poder opinar. A algunos habría que recordarles que no los han contratado como
parte del decorado de plató, o al menos el público no es lo que demanda,
sino para compartir opiniones formadas.
Este mensaje, sobre todo, se lo lanzo a las nuevas incorporaciones, ya que hay colaboradores, de las tres
gradas, que se nota, no sólo que se trabajan el análisis de la edición sino la
trayectoria del programa desde sus orígenes pero, lamentablemente, son una minoría. Como en todo trabajo debe haber un rigor y unas exigencias,
y qué mínimo que pedirles a los colaboradores de un programa donde se debate
sobre los acontecimientos de un reality que lo conozcan.
Pasando, ahora sí, a hablar de los concursantes, Maite, Sofía y Suso volvieron a ser protagonistas de la noche porque se
desencadenó una discusión en directo, provocada por Suso, donde le recriminaba a Sofía
que no lo dejase en paz y la acusaba, reiteradamente, de un absurdo: haber jugado con él por ocultar su secreto.
Yo a Suso cada
vez lo creo menos, tengo claro que no le
importa nada Gran Hermano, simplemente juega
a vender una imagen en el exterior para hacer cuantos más bolos mejor, como
viceverso frustrado, y ayer
aprovechó de que era consciente de la emisión
en directo de El Debate para
dejar mal a Sofía y venderse como la
víctima, cuando él, por sí mismo, entró en el juego de Sofía y la utilizó para tener relaciones con ella, como ha
manifestado tanto a sus compañeros como en el confesionario, para que ahora
pretenda vendernos un dolor, al descubrir que Sofía le ha engañado con el secreto
de su madre. Y esto lo dice, precisamente, el que hace unos días
andaba cabizbajo por la casa por la
vergüenza que sentía al ver a "su madre" quedando en ridículo delante
de toda España y quien jugaba a ser el niño que tuvo que volar a los brazos
de su padre y ahora quería darle una oportunidad a su madre. Es incoherente. Es
fácil hablar liberado de su secreto y decir que lo normal sería que no se vendiesen por 100.000 euros, pero
él lo hizo. Gran Hermano es un juego
y estaban advertidos de que esta edición estaba plagada de secretos, si no te gusta no te hubieses presentado, pero ya que
estás dentro podrías abandonar
porque nos harías una favor a todos. Es una pena que tengamos que decantarnos
por una de las nominadas teniendo a este chico dentro del programa. Apostaría
cualquier cosa a que cuando Suso vea
que, el próximo jueves, Sofía vuelve
a la casa porque se salva de la nominación volverá a sus brazos, y más si lo
hace de la mano de su madre.
Esta es una de las ediciones de Gran Hermano en las que veo menos verdad, y es que otra reina de este falso victimismo es Raquel.
Desde que se sabe nominada ha cambiado
radicalmente su comportamiento dentro de la casa. Si los primeros días jugó
a ser pastora de un rebaño, tratando
de manipular a sus compañeros para
que nominasen a su antojo y resguardar su espalda, sólo la suya, estos días
quiere estar en un segundo plano,
evitando los enfrentamientos. Ya han sido muchas las veces que la he escuchado
decir: "me voy a callar" porque no se atreve a destacar por sus
discusiones cuando está en la cuerda floja y prefiere tratar de manipular, esta vez al público, vendiéndose como una víctima
apaleada, tanto por sus compañeros
que la han nominado sin razones y la han traicionado, como por su enemiga y
rival de nominación, Maite, quien
según ella la tiene entre ceja y ceja y todos los ataques los dirige hacia
ella. Sí, pobrecita... Por favor, que vaya marchando
la primera expulsión para Raquel y un premio a la mayor víctima. A veces me
pregunto qué tendrá la casa de Gran Hermano para que a algunos de los
concursantes se le evaporen las lágrimas
cuando lloran... luego me doy cuenta que no hay ningún artilugio extraño, sólo cámaras.
61%, 30% y 9%
fueron los porcentajes ciegos que mostraron durante El Debate, y mucho me temo que el porcentaje mayor corresponda a Maite... aunque deseo que no sea así y
pertenezca a Raquel. Esta semana
están nominadas las 3 que se han posicionado como las malas de la edición y tenemos que quedarnos con las mejores malas, para que la convivencia siga siendo inestable y apostar
por el espectáculo. Dejar a Raquel
en la casa traería engaños para los
espectadores porque ya nos ha demostrado que ella no es clara y que trata de
manipularnos, sin embargo, dejar dentro a Maite
con Sofía sería llenarlas de fuerza, ver resurgir a Maite que lleva unos días más comedida,
aunque con su misma esencia, y sembrar el pánico
a los concursantes, ya que todos esperan que ella sea la expulsada, por lo que
no tenemos que ponerles las cosas tan fáciles.
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