Tras una semana de ser repescada,
Raquel, vuelve a estar en la
palestra para enfrentarse al juicio del público, habiendo sido la concursante más
nominada por sus compañeros. En esta semana se ha dedicado a jugar con los límites de lo sancionable
y, ni siquiera, se le dio un toque de atención en directo, parece que era más
importante felicitar a Han su labor
de cocinero, pero bueno, para eso estamos nosotros al otro lado de la pantalla,
para juzgar y decidir, y al menos mi
decisión es clara, tenemos que sancionar
a Raquel con su segunda expulsión del concurso.
Desde que se puso la repesca en marcha temía que la vuelta
de Raquel a la casa fuese una
realidad, prefería que ninguno de
los expulsados regresase antes de que lo hiciese ella para continuar con su juego teatral en el que una de sus
principales claves es estrujarse los ojos para intentar sacar alguna lágrima
sin éxito. No me creo nada de esta concursante, puede que me pase como en la fábula de Pedro y el lobo, que entre
tanta mentira cuando diga una verdad también la tomaré por falsa.
La expulsión de Amanda
asestó el golpe deseado dentro de la casa. El público es muy inteligente, nadie
es intocable y el ganador no se decide hasta que se cierran las líneas el día de
la gran final. Al llegar a plató la malagueña se preguntaba que qué había hecho para estar allí sentada,
aunque más bien la cuestión está en todo
lo que ha dejado de hacer. La propia Mercedes
Milá tiraba de ayuda de las redes sociales para poder formularle alguna
pregunta que nos despertase cierto interés porque su paso por la casa ha sido
muy pobre. Se demuestra que Amanda
no ha sido buena concursante cuando gran parte de su entrevista se basa en la
primera semana de concurso, ya que después, cuando se agarró como una lapa a Raquel y Suso, se esfumó, además de
empequeñecer al resto de concursantes, reteniendo su actuación al pensar que es
lo que al público le gusta. Amanda
nunca ha sido favorita, aunque ella se lo ha sentido, habiendo tenido, tan
solo, el papel de extra.
Esta semana las nominadas son Marta, Raquel y Sofía (puedes ver cómo se distribuyeron los puntos pinchando aquí). La ronda de nominaciones volvió a ser a la cara, algo que me empieza a
cansar, y mucho. Por un lado, como ya he comentado en alguna ocasión, no
entiendo que en el Gran Hermano de
los secretos ni las nominaciones tengan el derecho de ser en la intimidad del
confesionario, secretas. Y por otro lado, GH siempre ha vendido su capacidad para reinventarse y de ser
imprevisible pero, esta edición, pocas sorpresas nos están dando con las
nominaciones cuando, habitualmente, suceden a la cara y esperamos que así lo
sean. Me gusta que se hagan a la cara de forma puntual, para romper la dinámica de juego y desmontar ciertas
estrategias, pero no por norma porque muchos concursantes votan para salvarse
el culo, titubean a la hora de dar sus nombres, piden disculpas reiteradamente
y pocas veces conocemos los motivos reales de la votación, además de eliminarse
las especulaciones posteriores de por dónde les han podido
llover los puntos a los nominados. Yo pienso que GH tiene que reinventarse pero manteniendo conceptos inquebrantables de
su esencia.
Necesito vivir el
déjà vu de ver cómo Raquel es
expulsada en una nominación frente a Sofía,
esta vez con las diferencias de que la tercera en discordia es Marta, y no Amanda, a la que cree como la más odiada del público, que vaya a salir en
su primera nominación y que lo haga con un porcentaje mucho más alto que el de su primera
expulsión, para que no pueda justificarse con la igualdad de votos y el cariño
que le tiene el público. Si en su primer paso por la casa hirió su concurso ha
regresado para rematarlo. Ni siquiera le ha tendido una mano “su
novio”, que decidió salvarse a sí mismo en vez de enfrentarse a Sofía como había reclamado en más de
una ocasión.
Los abucheos para Marta
cada vez tienen menos sentido, y me alegro que ella los asuma con el humor que
lo hace. A Marta hay que entenderla.
Yo fui de los primeros en criticar su comportamiento las primeras semanas de
concurso, en decir que me cansaba su drama y su necesidad de protagonismo pero
ahora, conforme han ido pasando las semanas y la he ido conociendo más, sólo
puedo decir que me fascina. Por
supuesto hay cosas que no apruebo de ella, entre otras su forma de nominar,
pero todo lo que hace es sin filtro
que es una de las cosas que más necesito ver en un concursante de Gran Hermano. En ella veo verdad, se
mete en asuntos que no la llaman porque no tolera lo que ella siente como
injusticias, le encanta el piki-piki y lo reconoce, ríe y llora de corazón, es
fiel a sus apoyos dentro de la casa y no la reprimen o condicionan las cámaras
para actuar, hace y dice lo que siente, independientemente de la repercusión
que pueda tener fuera. No sé si es de valientes o de inconscientes, ya perdió 100.000€ por revelar su secreto
y no saber jugar, lo que sí merece es un aplauso, y no tantos abucheos, por
estar siendo tan generosa con el público y ser una de las protagonistas de la
edición.
Nunca he tragado a Raquel. En ese sentido y en algunos otros simpatizo muchísimo con Marta. De hecho, creo que lo que le sucede a Marta con Raquel es exactamente eso. Nunca la ha visto trigo limpio y por eso no la soporta. Todo lo que ve en ella es falsedad, teatro y es que lo es. Ojalá echen a Raquel por segunda vez pero con un % de lo más alto. Es malísima. Sólo se ha liado con Suso por darle en las narices a Sofía a la cual tiene una envidia de lo más evidente, vaya. Y lo peor es que Suso le ha seguido el juego. Sofía hace bien pasando de él ahora, sea estrategia o no, Ricky no se ve mal tío ni tan calculador como Suso. Además se les ve ahí un tonteillo de hermanitos o mejores amigos a veces que no está mal. Y Aritz ya lo dije en su día, para mí no era ni es trigo limpio. Cada día lo tengo más claro. Y pensar que nos echaron a Quique que se le veía un tío de verdad, más transparente y que de hecho se merecía más que nadie volver a esa casa en la repesca. Puf. A Aritz se le está viendo el plumero hace rato y más ahora que están empezando a competir de verdad. Ha visto a Sofía como una de las más fuertes (que lo es) y ahora está intentando dejarla mal en los confes para que la echen y así sólo se está perjudicando él porque se le está viendo que no es tan bueno ni tan agradable. Eso de querer ganar el premio pisoteando a los demás no gusta a nadie. Sofía es una chavaal de 19 años, es normal que esté tonteando con todo hombre que le guste porque a esa edad a la mayoría nos pasa que las hormonas nos vuelven locas pero no es mala niña, es sincera, dice lo que piensa tal cual, no es falsa, no le ríe las gracias a los demás y tiene a Aritz calado desde el principio. Es más inteligente de lo que parece y es que se nota porque de toda esa casa, la que menos habla y más observa diría yo que es ella aunque no lo parezca. Para mí ganadora Sofía desde ya, segundo lugar quizás a Marta porque tb la veo muy transparente pero no le veo tan buen fondo como a Sofi, y tercer lugar a Vera, que para nada lo veo mal tío ni tan bienqueda como le quieren pintar, sino un tipo que no le gustan los conflictos ni llevarse mal con nadie, quizá por eso de que en su día sufrió acoso escolar, cosa que se entiende perfectamente. Además así le dábamos en todas las narices a la petarda, mala gente de Niedziella que lo trata fatal, hace burlas a sus espaldas, lo utiliza cuando y como le conviene porque se cree que ella sí llegará a la final. A ella habría que echarla la próxima semana. No me gusta un pelo. La veo muy falsa, criticona y mala persona. Calculadora y frívola. Y se lo tiene muy creído porque se cree que nunca la van a echar. Y a Suso el 4to para que se quede a las puertas de la final, por maleducado, machista, por haber tratado mal a Sofía sin motivo y por luego haberse liado con Raquel que es lo peor que ha pasado por esa casa en esta edición. Hasta la cara la tiene de perra del infierno como diría Ylenia. Fuera Raquel YA.
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