Ayer, viendo el lamentable
espectáculo para dar movimiento a la gala, me indigné mucho. Puse en Twitter (@HablamosdeTv) que diría muchas cosas pero me era imposible
exponerlas en un tweet, pero, como amante de este programa, me podía la rabia
de observar cómo se estaba destruyendo, sin miramientos, la esencia de GH, los cimientos que me han hecho durante 16
ediciones vibrar y desear sentarme delante de la pantalla de televisión a
disfrutar de la vida en directo.
Sé que corro el riesgo
de que muchos me acaben llamando purista,
aunque no me lo considero porque siempre apoyo las novedades y entiendo que es necesario que el formato evolucione. Ahora bien, una cosa es
admitir la necesaria evolución del formato, que tantas fantásticas sorpresas nos ha traído, y otra muy
distinta atacar de forma directa a la destrucción
de los cimientos que forjan este programa para aplicar en su desarrollo
novedades absurdas que no hacen más que rellenar un par de horas de gala, sin
mucho sentido.
Como evolución del formato e introducción de novedades, este
año me alucinaba el tema de los secretos,
me parecía algo sumamente interesante que podría haber implicado la
introducción mil bazas para desubicar al grupo y fascinar al espectador.
Sinceramente, creo que han utilizado muy mal el arma que tenían en su poder y
pieza con la que se anunció la edición, ya que el GH de los secretos se ha convertido en el más obvio de la historia
de concurso, pero bueno, como novedad la compro. Lo que no asumo es ver como
normas básicas de Gran Hermano sean ignoradas por la propia organización, pues
algo tan esencial como el aislamiento
no se está respetando. Parece que no tienen ideas o no encuentran la forma de
activar la casa sin introducir revulsivos
ajenos a la propia convivencia, y eso es muy penoso, sobre todo esta
edición que se podrían haber hecho maravillas con la trama de los secretos,
pero se ha decidido apostar por dar la imagen de Gran Hermano que tanto, muchos, hemos defendido que no le
corresponde a este programa, la de un reality donde se primen las discusiones y la mala educación, ya que
sólo son parte de la convivencia, pero este año se provocan.
Estoy siendo así de duro porque quiero ver Gran Hermano pero pongo Telecinco y me encuentro con un
programa que usurpa al original, se llaman igual y son aparentemente parecidos
pero no es el GH que a mí me lleva enamorando 15 años. Le falta magia. Quiero apuntar que este programa
me sigue removiendo y me sigue gustando, este año también, de hecho si no fuese
así no tendría esta indignación ahora mismo. El enfadarme con la organización
también es parte de Gran Hermano,
pero yo necesito que hagan lo que tanto dicen hacer, que escuchen a las redes,
que escuchen a los amantes de este programa y que se recupere lo que hemos
perdido porque no es tan difícil. Me cuesta comprender qué pretenden y cómo no
se dan cuenta que atentan contra las bases más fundamentales de este programa.
Lo que faltaba es que el año que viene les diesen a los concursantes conexión a Internet para que pudiesen
leer todo lo que se dice de ellos en las redes. No lo entiendo.
Los cara a cara a
mí me produjeron bastante pereza porque no estaban orientados con el objetivo
de llegar a conclusiones, ni de desatar nudos. El reto parecía ser ver quién conseguía discutir más e introducir
mayor información del exterior dentro de la casa en el menor tiempo
posible. Los elegidos para visitar la casa fueron Suso, Maite, Ricky y Amanda… parecía todo preparado para que Suso se viese las caras con Sofía y Aritz, punto. Si realmente se
van a desatar nudos, todos los concursantes deberían haber tenido opción de
pisar la casa y exponer cuentas pendientes, pero no fue así. De hecho, en el
momento en el que Amanda fue a
realizar su absurdo enfrentamiento con Han,
como siempre falto de argumentos, el programa decidió irse a publicidad… eso es
el interés que produce escucharla.
A mí me da la sensación de que se han cruzado conceptos. Los
juicios en GH VIP fueron
fantásticos, sí. Por un lado, porque al menos era algo que estaba moderado, había turnos de palabra,
réplicas y temas que tratar, pero, por otro lado, hay que entender que GH VIP no es Gran Hermano. Yo veo GH VIP con una elevada dosis de morbo y
con ganas de espectáculo, al observar cómo un grupo de famosillos se defienden en las condiciones de la convivencia que
implica esa casa, convivencia en la que salen a relucir muchos trapos sucios de
sus vidas, que muchos de ellos han vendido. Sin embargo, Gran Hermano no tiene nada que ver con GH VIP, pues entra un grupo de anónimos
que nos preocuparemos por conocer en esa convivencia, a los que sólo les exigimos
que se muestren tal cual son para que podamos llegar a conocerlos y a empatizar
con ellos, pues su vida externa al concurso no nos importa nada sino que
queremos vivir con ellos su forma de sentir Gran Hermano, buscamos autenticidad y no espectáculo, y en GH 16 ha primado el espectáculo, la
mala educación y el teatro por encima de la verdad que buscamos en Gran
Hermano.
Así que paso de analizar los cambios de actitud de Aritz, lo asquerosos que fueron los
argumentos que utilizó Suso, la
locura de Maite, el sentimiento de Sofía, lo absurdo del encuentro entre Niedziela y Ricky o la fugacidad de Amanda. Bueno, quizás acabo de hacerlo
brevemente, pero me niego a profundizar en esto que nada tiene que ver con Gran Hermano.
El expulsado de la noche fue Han, convirtiendo en los tres finalistas a Aritz, Niedziela y Sofía. Me decepcionó muchísimo su entrevista, en
la que por un lado volvió a reflotar la duda sobre si Aritz y Han se conocían de fuera, al no ser el chino tajante en
negarlo. El programa se pilló los dedos porque ahora el público no cree que
realmente se conociesen dentro de la casa de Guadalix de la Sierra, yo me
inclino a pensar que es verdad por la insistencia que han puesto últimamente en
asegurarlo, pero comprendo que un gran porcentaje de la audiencia no lo crea, ya
que el propio programa ha fomentado esta duda sin ser, en muchas ocasiones,
tajante ni dar las explicaciones que
tantas veces se han solicitado, hasta esta recta final.
Por otro lado, también me pareció decepcionante la
entrevista de Han porque me faltó en
él mucha verdad. Lo veía encantado
de conocerse a sí mismo y más preocupado por disfrutar de los vídeos que había
regalado al programa que por abrir a la audiencia sus sentimientos reales. Otro que no le ha hecho ningún favor a Han es su defensor de plató, Roland. A los defensores hay que saber
elegirlos muy bien y este chico mata por un minuto de protagonismo, lo lleva
demostrando durante toda la edición, y ayer estuvo muy fuera de lugar en sus
argumentos y, sobre todo, en la tremenda falta de respeto que utilizó para
dirigirse a Marina.
Ha llegado un punto en el que no me creo nada de la relación
de Aritz y Han, en el sentido de que
no creo que haya una víctima y un verdugo, sino que ambos han sabido muy bien
cuáles eran las reglas del juego que
han querido hacer. El comportamiento de Artiz
en muchos momentos ha sido lamentable, Han
ha llorado ese comportamiento para después justificarlo y vender un amor que no
siento que exista. En ellos no veo amistad, su trato no es de amigos, y tampoco
amor, quizás la clave de todo esté en el interés.
En el interés de hacer un concurso juntos, en el interés de tener un apoyo
dentro de esa casa, en el interés de saciar ciertas necesidades sexuales, en el
interés de destruir rivales en el concurso, en el interés de venderse como
víctimas porque ambos lo han intentado y no han tenido reparo en atacar
duramente al otro y, en definitiva, en el interés
de ganar un maletín de 300.000€. El tiempo hablará sobre qué había de
verdad en esta relación.
Simplemente me encanta tu blog, expresas en el lo que casi todos pensamos. Gracias por compartirlo. ��
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, por estar al otro lado.
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