Apenas nos faltan unas horas para descubrir la identidad del
ganador o ganadora de Gran Hermano 16,
Aritz o Sofía. Niedziela perdía anoche la posibilidad de ganar el maletín
de 300.000€, quedando como la tercera finalista en esa falsa final
que montaron. En esta recta final hemos descubierto a una Niedziela distinta, pero no creo que ella haya cambiado, siempre ha
sido la misma.
Niedziela es,
simplemente, maravillosa. Ayer nos dio una de las mejores, por no decir la
mejor, entrevista de la edición. Es una concursante natural, divertida e
inteligente, y reivindico este tipo de concursantes para futuras ediciones de Gran Hermano, pues ayer la chica del
circo nos dio una gran lección. A muchos nos ha conquistado en esta recta
final, y también es normal preguntarse por qué no hemos visto antes a esta Niedziela… la respuesta es fácil,
porque se ha premiado, en muchas ocasiones, la permanencia de concursantes que enturbiaban las tramas,
los cuales no permitían que brillase el grupo en conjunto.
En GH 16 ha
primado, en demasiadas ocasiones, lo
artificial sobre lo natural y cuando el teatro desapareció empezó a relucir
lo que de verdad nos gusta ver en Gran
Hermano, concursantes auténticos que nos hagan sentir el concurso y vivirlo
junto a ellos, implicarnos. Espero que esto, al menos, sirva y se tome nota de
cara a un futuro en el que hay que luchar por recuperar lo que se ha
desprendido de la esencia del programa más mágico de la tele.
¡Niedziela a
Eurovisión! Es realmente su sueño, no lo dice de broma. Ayer me enamoró
cantando por Isabel Pantoja,
evidentemente no me conquistó por su voz, sino por la entrega, la pasión, la
generosidad y la inocencia con la que ofrece lo mejor de ella a su público. Es
un auténtico espectáculo verla actuar, nos engancha, nos hace reír y nos
encanta. No hay que olvidar que Niedziela
es una artista, de circo, y sabe lo que es entregarse a un público y recibir el
agradecimiento en forma de aplausos. Hay ediciones en las que llega algún
concursante de rebote a la final, sin embargo, este año la tercera posición es más que merecida.
Pero nos queda la última decisión por tomar para que la
edición marque su punto y final. La victoria de Sofía también sería la de “Las
Embrujadas”, y apuesto firmemente por ella porque es necesario premiar la autenticidad, la libertad y el vivir
Gran Hermano a flor de piel frente a un concursante misterioso que hemos
tenido que analizar y desmontar para que no nos colase sus argumentos incoherentes
y su pose de justiciero que nada casan con sus actos.
Ayer vimos unos vídeos en los que Aritz y Sofía hacían balance sobre su paso por
el concurso y recordaban a cada uno de sus compañeros. Sofía tenía palabras buenas para unos y no tan buenas para otros
pero Aritz se deshizo en halagos
para todos los expulsados. A Sofía
la llamaron maleducada pero seguramente si hubiese optado por tomar la postura
de Aritz le hubiesen dicho falsa, la
cuestión es criticarla. A mí la posición de Sofía me pareció la más coherente, haciendo y diciendo, como
siempre, lo que sentía y pensaba de cada uno sin importarle la repercusión que
pudiese tener de cara a su concurso, dejando de ser políticamente correcta y
llegando a reconocer la envidia que sentiría al ver a un compañero convertirse
en el ganador de la edición. Sofía
siempre ha jugado sin máscaras, otros las tienen en forma de sombrero.
Acabe como acabe la noche, hoy pasará a la historia de Gran Hermano una edición más que nos ha
hecho disfrutar de la vida en directo. Una edición que no me cansaré de decir
que no ha aprovechado las bazas que tenía por delante y de la que se tiene que
aprender mucho, de hecho, en unos días hablaré claro sobre los errores que
pienso que han existido y se deberían tener en cuenta para mejorar un futuro,
pero ahora quiero despedirme con buen
sabor de boca del reality que tanto me hace sentir cada año y que seguro
esta noche volverá a emocionarme, al ver cómo se apagan las luces de la casa de
Guadalix de la Sierra.
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