Rosa Benito, una
vez en plató, se dirigía al público con mucha altivez, tratando de situarse por encima del bien y del mal, y les
decía que no iba a consentir que hiciesen ‘UH’ porque para hacer ‘UH’ hay que
estar ahí dentro, a lo que el público le respondía con un nuevo abucheo. Rosa fue expulsada por la audiencia en su primera nominación,
nominación en la que también la situó el público. La acusamos de haber sido un mueble, y ella se regodea diciendo que
lo ha sido y de los caros. Quizás
también le cueste caro a ella su paso por el programa, pues se ha ganado el
apabullante rechazo del espectador. Ayer fue su momento, pero el polo opuesto
al momento que reclamaba en la gran final de Supervivientes. Fue su momento, su peor momento.
La permanencia de Alejandro
en la casa era altamente necesaria. Es el momento de empezar a ver en el
horizonte la recta final, se han superado las semanas de adaptación y escalada,
ahora toca quitar caretas y
desmontar qué hay de verdad y de personaje en lo que estamos viendo de los
participantes. La presencia de Alejandro
es necesaria para esto, para observar qué movimientos realiza el grupo al ver
que goza con el apoyo del público frente a una de las concursantes que creían
favorita, tras ser rechazado por toda la
casa.
Además, si la expulsión no hubiese sido la que fue,
hubiésemos enviado a la casa un mensaje que no nos interesa. La salvación de Rosa les hubiese hecho ver a los
concursantes que los participantes que se mojan y se posicionan son expulsados,
y los que se encuentran a la sombra, como lo estaba Rosa Benito, se salvan, por lo que hubiesen continuado pasando por
la convivencia de puntillas, evitando el ruido y ganando semanas de encierro.
Pero, afortunadamente, esto no ha sucedido y ‘La Benito’ se ha convertido en la sexta expulsada de GH VIP 4.
Rosa Pepi se
disfrazó ayer de Rosa Benito,
vistiéndose con el mono verde con el que entró en la casa. Entró como una estrella y salió estrellada. Su imagen no se ha visto perjudicada, eso es cierto, ya
que poco podremos recordar de su paso por el programa pero televisivamente ha
sido una decepción, una clara estafa de
concursante. Sabe mucho de televisión, aunque ayer lo negase, y ella ha
sido muy consciente de que su caché en GH
VIP ya estaba cerrado y no variaría en función de los titulares que diese,
por lo que ha jugado a salvar semanas sin hacer ruido para después contar en un
plató, a golpe de talonario, todo lo
que ha callado en el reality.