Alejandro Nieto merece quedarse en GH VIP 4 y ser inmune

Los porcentajes están muy igualados y todo parece indicar que la próxima expulsión estará entre Alejandro Nieto y Rosa Benito, estando Laura Matamoros desbancada de la posibilidad de convertirse en la siguiente concursante en salir de la casa. Hoy quiero hacer una defensa de Alejandro, un participante que ha tenido sus aciertos y sus errores dentro del reality, pero que, al menos, remueve la convivencia.

No voy a negar que el comportamiento de Alejandro, en algunas ocasiones, me ha podido desagradar y me ha desubicado el aparente doble juego que ha demostrado, pues lo hemos visto criticar a compañeros con los que ha estado apegado, como por ejemplo ha sido el caso de Javier Tudela, pero también debemos tener en cuenta que el encierro es permanente, que todos los concursantes cometen errores y que en un momento de calentón se dicen cosas que no se sienten. El mismo Alejandro se quedó descolocado con la despedida de Javi porque él, realmente, lo considera su amigo.

Creo que las críticas que se está vertiendo sobre él son un poco desmedidas, en función a su actuación dentro de la casa. Todos los concursantes requieren de una evolución y una adaptación dentro de la convivencia para que los espectadores podamos llegar a ellos y conocerlos, y más cuando, como es el caso del míster, para muchos era un completo anónimo, por lo que partía con esa desventaja de cara al público, empezando desde cero cuando otros de sus compañeros sí arrastran consigo un ejército importante de seguidores.

Se le cataloga de falso, pero yo he visto a Alejandro decir muchas verdades de frente, responder en las discusiones y no achantarse ante los ataques de sus compañeros. Como decía antes, ha tenido conversaciones que fueron un error, pero eso también lo muestra, bajo mi punto de vista, como alguien más humano, que se equivoca, y que es de los pocos concursantes que se está mostrando sin filtros. Lo que vemos es Alejandro Nieto, con sus virtudes y sus defectos, y eso es lo que siempre pedimos a los concursantes de reality, que no nos vendan un personaje irreal para brillar ante las cámaras.

Yo he tenido momentos en los que he deseado su expulsión y momentos en los que he aplaudido su comportamiento. En este punto del concurso y viendo cómo se están desarrollando los acontecimientos dentro de la casa, creo que merece llegar lejos. El grupo está en su contra e, incluso, su amigo Carlos Lozano comienza a darle de lado, algo que no me esperaba de él. Pensaba que Carlos le tendería su mano hasta el final y asumiría las consecuencias de su actuación una vez que viese los vídeos. Simplemente por el hecho de no hacerles la convivencia fácil al grupo y no concederles el deseo de ver a Alejandro fuera del programa, deberíamos mantenerlo algunas semanas más, ver sus reacciones y ver quién toma un rápido cambio de actitud al comprobar el apoyo de la audiencia hacia el gaditano.

Algo por lo que también debemos felicitar a Alejandro es por no utilizar a su hijo dentro del concurso, para producir en el espectador pena. Todos conocemos, a rasgos generales, cuál es la historia que este chico lleva a sus espaldas, por las publicaciones que se han hecho en diferentes medios de comunicación y por lo que él medio explicó en su vídeo de presentación al decir que su hijo siempre había estado luchando por la vida, pero en ningún caso ha entrado en detalles y siempre ha tratado de mantener esta historia al margen de su concurso, a diferencia de otros participantes que han logrado alcanzar altas dosis de protagonismo a base de aprovecharse de sus dramas personales. Dramas y problemas tiene todo el mundo, la diferencia es que unos las utilizan en su beneficio, de una forma un tanto sucia, y otros asumen su sufrimiento y tratan de mantenerlo como algo privado que no debe entrar en el show de este espectáculo televisivo.

Espero que Alejandro se quede y lo haga con la inmunidad. Esto último lo veo difícil porque ayer la organización decidió retirarle, injustamente, este poder que había ganado el pasado domingo a  través de una de las aplicaciones de la prueba semanal.

Lo que sucedió fue que la aplicación se activó en un margen mínimo de 90 segundos para pulsar en ella, y la organización lo hizo en un momento en el que la batería que cargan los concursantes para beneficiarse de estos privilegios era menor al precio solicitado por la inmunidad. Cuando Alejandro fue a pulsarla se percató de que no era posible hacerlo pero El Súper le insistió en que lo hiciese o perdería la posibilidad de ser inmune, entonces lo hizo y fue felicitado por el propio Súper al haber obtenido esta inmunidad.

Las normas de la prueba marcan que si un concursante solicita una aplicación sin la suficiente batería no conseguirá el privilegio requerido pero, evidentemente, se interpreta que si la organización insta al concursante a hacerlo, de forma excepcional, esa norma debería quedar anulada por el momento en el que se realiza. En un tiempo limitado, en riguroso directo y con el requerimiento de la propia organización. Julián se encargó de buscar la forma de anular la inmunidad y Sema se aprovechó de todos los argumentos para denunciar esta situación en el confesionario.

El problema está en que la organización ha decidido anular la inmunidad de Alejandro. ¿Por qué ahora y no el domingo? ¿Por qué se le concedió entonces si no era posible? ¿Si ningún concursante hubiese denunciado esta situación la inmunidad hubiese continuado adelante? Es muy distinto que un concursante haga trampas en la prueba semanal para obtener dicha inmunidad a que la propia organización sea la que sirva esa fallo. El matiz es importante, ya que Alejandro se negaba a activar la aplicación sin la batería necesaria para hacerlo, sin embargo, fue El Súper quien le insistió para que lo hiciese. Si el concursante no es responsable del error no debe ser penalizado, en ningún caso. La organización debería haber mantenido la inmunidad para Alejandro y, en cualquier caso, para compensar al resto de habitantes su fallo, darles la posibilidad al resto de obtener una nueva inmunidad. Bajo mi punto de vista, es una de las decisiones más injustas que se han tomado en la historia del concurso, volcándole la responsabilidad del error a un participante que no lo tiene y penalizándolo sin un privilegio que se le había concedido de forma legal.

Inevitablemente, esto me hace recordar a Ares y Aguasantas, que acudieron al confesionario con el reglamento del programa a exigir justicia para que se anulasen unas nominaciones y pudiesen realizarse sin trampas. Es muy distinto exponer las tramas en el juego por parte de una compañera, en este caso Belén Esteban, que tratar de dañar directamente el privilegio de un compañero que no ha hecho más que lo que se le ha marcado por parte de la propia organización, como han provocado Julián y Sema. Apuesto a que si otro de los participantes hubiese sido quien tuviese la inmunidad no se habrían expuesto las mismas quejas. De hecho, el domingo todos criticaban a Alejandro por correr para conseguir las aplicaciones pero, sin embargo, ayer no escuché la mínima crítica para Laura, por hacer lo mismo.

Sin más, últimos momentos para votar. Alejandro tiene que seguir en Guadalix, y para eso tenemos que conseguir que la expulsada sea Rosa Benito, una concursante sin sal, que sigue viéndose como estrella imprescindible de una edición en la que su presencia es absolutamente innecesaria. No permitamos que se premie a concursantes que pasan por el reality sin pena ni gloria para llenarse los bolsillos. Como decía Fran en su alegato, hagamos mudanza. Y hablando de Fran, espero que sea él el repescado, ya que lo que Javier tiene que decirle a Laura se lo dirá en dos minutos, por lo que ya lo hará en plató, cuando ésta salga de la casa.