Laura Campos y Dani Santos, dos reservas ejemplares

Tras sólo cuatro días de convivencia, Laura C y Dani están convirtiéndose en protagonistas de una convivencia muy hecha y cerrada, logrando darnos en tan poco tiempo mucho más que lo que nos hayan podido dar algunos de los participantes que llevan encerrados en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra dos meses. De hecho, he de decir que gracias a su presencia me ha vuelto a despertar el interés por conectar con la casa en directo, ya que hacerlo anteriormente me resultaba bastante aburrido y dejé de ver la emisión, como ya os conté.

Al entrar a estas alturas del concurso y del modo en el que lo han hecho, les supone la presencia de una lupa sobre sus cabezas para analizar al milímetro cada uno de sus movimientos, de forma muy distinta a como se puedan analizar los del resto de participantes. Muchas de las críticas que se proyectan en su contra vienen dadas sin mucha base, más bien regidas por si se acercan a Laura Matamoros o a Carlos Lozano, las figuras más potentes de la casa.

El grupo de espectadores que apoyan a Carlos Lozano, lapidan el acercamiento que hayan podido tener Laura Campos y Dani Santos a la habitación de los pájaros, llegando a hablar de juego sucio, por el simple hecho de no haberse arrimado a su defendido. Tengo la seguridad de que si el movimiento hubiese sido el contrario, habrían hablado del gran criterio de su elección y los valores que estarían demostrando… y por supuesto hubiesen recibido la lapidación por parte de los fans del bando de Laura M.  Yo, como no me posiciono en ninguno de los bandos porque considero que el juego que están ejecutando ambos no es merecedor del triunfo de este programa, analizo exclusivamente el comportamiento que veo de los reservas, y su comportamiento es absolutamente normal.

En la casa hay dos habitaciones, las cuales están separadas por los bandos que hay formados en el concurso. Si no queríais que Laura C y Dani durmiesen en el sofá, tenían que elegir una habitación en la que meterse, sí o sí, lo cual no implica ningún tipo de posicionamiento, ya que yo los he visto a ambos interactuar con todos los compañeros de la casa y, en todo caso, después de algunos acontecimientos, han decidido alejarse de Fran, no de Carlos Lozano. Como espectadores se está siendo injustos y no se les está dando el derecho a un tiempo de adaptación, pero aun así, ellos están demostrando lo grandes concursantes que son, implicándose en los asuntos del juego y la convivencia.

De posicionarse finalmente en el bando de Laura Matamoros no tiene que suponer el ataque hacia ellos, ya que son seres individuales que no tiene por qué definirlos su compañía en una casa bastante vacía y en la que con unos se llevarán mejor que con otros, como es normal. A los que dicen que puedan entrar con ideas de fuera: Sí, por supuesto que entrarán con sus prejuicios, como lo haríamos todos los que hemos sido durante dos meses espectadores del programa si nos metiesen en ese universo del que formar parte. Evidentemente, tienen unas simpatías por unos concursantes más que por otros, pero ellos les están dando la oportunidad de conocer a todos, y como han reconocido se están llevando muchas sorpresas. No sé la gente qué pretendía ver de ellos… ¿ataques desmesurados hacia Laura M y guardarse las espaldas detrás de Carlos Lozano? Yo no veo ningún tipo de peloteo, veo una relación normal, han conectado con ella y se llevan bien, pero tanto con ella como con otros concursantes, de los que no tengo ninguna duda de que si en algún momento deben parar los pies vayan a hacerlo, como ya hemos visto a Laura C poner los puntos sobre las íes a Fran Nicolás, algo que también se le ha criticado a la de Parla… a ver si ahora la chica no va a tener derecho a poner los límites que ella considere cuando un tío se toma la confianza de tocarle el culo o despreciarla utilizando la comparación del caviar y el chóped.

No están haciendo ningún papel o guión preestablecido como se está comentando, más allá de los pensamientos normales que hayan generado viendo el programa desde fuera. Reconozco en ellos a las personas que vimos en sus respectivas ediciones de Gran Hermano, en las que ambos consiguieron coronarse como finalistas y, en el caso de ella, llevarse merecidamente el maletín. Precisamente, demuestra su naturalidad el verlos bromear con que no les sigan las cámaras o que puedan llegar a tener menos vídeos que Rosa Benito. Hay quien lo ha enfocado como una preocupación, cuando ellos lo han usado para reírse, señalando que si tienen que salir en dos semanas al menos han podido cumplir el sueño de volver a pisar esa casa. Rigiéndonos a ejemplos de ediciones anteriores, era muy distinto ver a Raquel y a Suso iniciar una relación mientras tenían miradas cómplices con las cámaras y se aseguraban de estar siendo grabados en el momento crítico de una nominación, atentando contra la esencia del formato, que escuchar a Carlos comentar con su compañeros que cuando caminaba por la casa las cámaras no se giraban. El comportamiento del segundo no atentaba contra nada, todo lo contrario, al margen de darse cuenta de este suceso nunca cambió su forma de ser para llamar la atención, tal y como están haciendo Laura y Dani, que ya han vivido en esa casa.

Una de las críticas que más gracia me hace es decir que hayan podido entrar con estrategia, precisamente muchos de los que defienden que Carlos Lozano tenga la suya porque esto es un juego. Parece que para unos es defendible y comprensible pero que no se les ocurra jugar a otros participantes…

Y si ya nos atrevemos a hablar de ellos como muebles, apaga y vámonos. Están siendo dos reservas ejemplares, muchos hubiésemos deseados verlos dentro desde el primer día. Y ante cualquier duda, sólo tenemos que regirnos a esta misma edición, con la entrada de Charlotte, que llegó para no hacer nada en todo el concurso y destacar por un hecho nefasto que le dieron cinco minutos de gloria, el tema cepillo que se ha hecho más famoso que muchos de los concursantes.

Estoy viendo a la Laura Campos directa, sincera, sentimental, divertida, la del tono irritante, la basta al hablar y la que no se anda con dobleces a la hora de decir las cosas. Y también estoy viendo al Dani Santos preguntón, cotilla, bromista, cizañero, criticón y el que tiene una creatividad y una capacidad bestial para hacernos reír. Los conocí en su día y ahora los reconozco, son ellos y me gustan. Si hacen algo mal lo diré, pero en este momento creo que se está vertiendo en ellos críticas muy desmedidas. Y visto lo visto y la cantidad de decepciones de parte de muchos de los concursantes de esta edición, quiero verlos a ambos en la final del programa.