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29 abr 2016

Mila Ximénez es una estafa como concursante de SV 2016

Llevamos cargando muchos años realities a las espaldas para que tengamos que seguir aguantando tonterías de algunos personajes que utilizan los programas para generar un par de conflictos, llorar un poquito, salir cuanto antes y llenarse las arcas. Muchos años para tener que sentarnos delante de la televisión a sentir como un concursante nos toma el pelo. Cada vez siento más la distorsión de los realities en favor de la “salvamización”, un formato estupendo pero que es punto y aparte, y nada tiene que ver con lo que yo busco al poner un reality.

Me paro a mencionar a Mila porque, bajo mi punto de vista, es la mayor decepción de concursante de la edición. En ella se tenían muchas esperanzas puestas pero su juego está siendo catastrófico, teñido de artificialidad y “salvamización” por los cuatro costados, sin embargo, se le presta más atención a su ACTUACIÓN que a cualquier problema relativo a la convivencia o a la supervivencia, base esencial del formato que tratamos de ver.

Mila exagera cada paso que da delante de las cámaras, busca broncas donde no las hay y trata de forzar y explotar los contenidos relacionados con la familia Pantoja, pinchando a Dulce, para crear vídeos para su programa. Por otro lado, hay que destacar que Dulce, aunque no tenga recorrido dentro de la televisión, sabe mucho del mundo de la farándula, y va soltando las pildoritas con cuentagotas para que la dejemos en la isla. Llegará el final y será muy poco lo que habrá contado, advertidos quedáis.

Mila ayer lloraba desconsoladamente al saber que se le terminaba el chollo de vivir en Playa Paraíso, que según ella ha sido un infierno y no ha parado de sufrir ataques de ansiedad con asistencia médica. No niego que lo esté pasando realmente mal tumbada en una hamaca a la sombra de una pérgola a la orilla del mar Caribe, comiendo grandes platos de comida varias veces al día, cobrando un sueldo de un programa llamado “Supervivientes”… pero si no quiere estar allí que se marche. ¿A qué programa se pensaba que iba? Si casi que está teniendo la suerte de vivir con comodidades y mayores cantidades de comida que las que he podido ver en los platos de los concursantes de “Gran Hermano”. Si lo de sufrir y pasar hambre en “Supervivientes” se está transformando en una cuestión de postureo.

Mila ahora tenía que enfrentarse a algo parecido a lo que es esta aventura, en Laguna Cacao, donde también tienen ciertos privilegios que no he observado en otras ediciones…. Pero bueno, sí que la vida allí es mucho más cruda que en Playa Paraíso. Para mí es una falta de respeto para el espectador y para todas aquellas personas que no han logrado su sitio como concursantes, el tener que estar viendo y escuchando las continuas quejas de Mila de estar participando en el reality. Prefiero mil veces a un concursante que genere poco contenido, a los que vulgarmente llamamos muebles, pero que viva la aventura de forma auténtica y muestre interés por subsistir y enfrentar las pruebas, que ver a una participante quejica, sobreactuada y con la mente en otros asuntos que no corresponden con el reality.

Recuerdo, cuando en GH VIP se llegó a llamar a Rosa Benito y a Raquel Bollo estafadoras como concursantes y, hoy por hoy, yo diría que la única que está resultando una estafa para el reality es Mila Ximénez, ya que Rosa y Raquel, al menos, se dedicaron a vivir su concurso con mayor o menor acierto, con índices bajos de protagonismos, sí, pero lo vivieron.

Ante esto, sólo me queda decir que para mí es una decepción de concursante y me urge su salida voluntaria del programa.

Para acabar, mencionar que los nominados de esta semana son Yola, Miriam, Víctor y Dulce. Considero que Yola es imprescindible y que Miriam y Dulce son las rechazadas de sus respectivos grupos, por lo que no podemos darles el gusto de verlas marchar, así que el que a mí me sobra es Víctor que se acerca mucho a la línea de Mila Ximénez en actitud.

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