No hagamos de la nominación de Mila un espejismo

Ayer vivimos una doble expulsión en Supervivientes 2016. Mari Carmen y Cristian, representantes de “Pasaporte a la Isla”, ponían fin a su aventura en el concurso, tras ser vencidos por Yurena y Miriam en la segunda oportunidad que presenta Isla Itinerante, convertida ahora en La Casa del Árbol. Esta semana, los nominados son Mario y Yola por parte del grupo agua, y Víctor y Mila por parte del grupo fuego. Y yo rogaría que no dejásemos escapar la oportunidad de tener a Mila en la palestra, transformando el poder verla de regreso en España en un espejismo.

No creo que la semana que viene volvamos a vivir una doble expulsión, ya que el programa está teniendo mucho éxito y sería absurdo acelerar la salida de los concursantes. La de ayer es entendible porque, casi, durante un mes ningún concursante había salido del reality. Siempre las primeras semanas vemos esta excepcional circunstancia de vivir una doble expulsión.

Con la votación en positivo es más complicado señalar un expulsado, ya que lo que hacemos es salvar a nuestro favorito. Yo ante todo quiero que continúe en el concurso Yola Berrocal, que cada día que pasa me conquista más. Igualmente, pienso que la salida de Mario sería premiar con una victoria al #TeamSuso, al equipo de la mala educación, que ayer sufría su primera baja con la expulsión de Cristian. Por lo que en esta ocasión es necesario un quiebro en los cimientos del equipo fuego, y lo deseo con la marcha de Mila.

Esto es lo que me dice mi instinto, creo que debería castigarse el mal concurso que está llevando a cabo Mila Ximénez, sus rabietas y quejas continuas, su pasividad ante las pruebas, su falta de entrega en la supervivencia y su sobreactuación ante la cámara, sin embargo, mi mente me dice lo contrario. Dudo mucho que Mila se vaya, por lo que temo el espejismo del que os hablo. Y voy más allá, pienso que la que más en peligro de expulsión se encuentra es Miriam Saavedra, ya que considero que la semana que viene se puede utilizar el colchón de la segunda oportunidad, canjeando a Miriam por el expulsado, que en este caso creo que será Víctor Sandoval.

Yurena y Miriam hacen su reality particular, han encajado muy bien y nos están dando momentos inolvidables para la historia de Supervivientes, pero también veo muy difícil que logren llegar juntas hasta el final. Es un recorrido largo, hay rivales fuertes dentro de la competición y su juego puede llegar a saturar, interesándose el espectador por ver un nuevo dúo en “La Casa del Árbol”. Creo que Yurena tiene conquistada a gran parte de la audiencia, por su entrega al reality y la superación que ha demostrado semana a semana ante sus miedos, por eso, creo que es Miriam la que puede peligrar ante la próxima expulsión.

Sería mucho más fácil sacar a Mila si se votase en negativo, pero no hay que olvidar que, aunque a algunos no nos guste, ella cuenta con una fuente importante de espectadores a su favor, por lo que, estratégicamente, habría que votar en positivo por Víctor Sandoval para tratar de situar a Mila como la menos votada. Y, posteriormente, expulsarla frente a Yurena y Miriam, que no es un paso tan dificultoso porque ahí se unirían los votos del tándem en su contra.

Lo que sí no se puede permitir, bajo ningún concepto, sería la salida de Yola o Mario. Al menos, si se va Víctor, sería como lanzar un toque de atención al equipo fuego y podríamos ir tirando, ya que dejaría de ser el comodín de votación y tendrían que empezar a tocarse entre ellos.

En otro orden de cosas, ayer veíamos cómo Suso volvía a quedar retratado, teniendo la misma actitud que demostró en Gran Hermano. Despreció el reality del que está participando y pedía que lo sacaran de una vez de allí. Jorge Javier Vázquez jugó con nuestros sentimientos al ordenarle abandonar La Palapa, y después decir que todo era una broma, pero así también pudimos comprobar cómo salía el auténtico Suso, el que no tiene control y revolea un micrófono de malas maneras y el que cuando Jorge Javier conecta con él se niega a hablarle y se va hacia la barca dedicándole una peineta.

La organización no tomó medidas pero ya las tomará la audiencia tarde o temprano, porque este tipo de comportamientos se castiga. Como bien le paró los pies Jorge Javier, a mí no me vale que se justifique diciendo “es que yo soy así”. Basta, que no tienes 8 años para tener una rabieta, insultar y patalear sin medida. Todo el mundo tiene carácter y puede perder los papeles en un momento dado, pero no siempre, y justificar la falta de respeto con la personalidad. Chico, si eres así trata de cambiarlo y empieza por respetarte a ti mismo, para después poder respetar a los demás, ya que el que más daño se hace en esta historia eres tú.

Ayer casi rompía a llorar cuando se bajó de la barca y compartía con Jorge Javier el daño que le hace escuchar cómo el público lo abuchea, y os confieso que me dio cierta ternura. No debe ser fácil administrar que, de la noche a la mañana, pasas de ser anónimo a exponerte a un público que demuestra rechazo hacia ti, hacia tu comportamiento y tu forma de ser. Puede que su comportamiento sea una barrera que él se construye para demostrar fortaleza ante una situación que le supera, pero así no se arreglan las cosas, sobre todo, porque es un carácter que sale a relucir no sólo en los momentos de tensión en los que se siente atacado, sino que a pesar de sentirse mal recibiendo ciertas críticas, cuando se enfrenta a un compañero trata de humillarlo y ridiculizarlo, como ha hecho en diversas ocasiones con Yola. Lo que no se da cuenta es que en un reality, gracias a las cámaras y a la valoración del público, acabas poniéndote ante el espejo y descubriendo una realidad que tratas de negarte.

Y sinceramente, después de tantos meses siguiendo a Suso por televisión, tengo que decir que no pienso que sea mala persona, creo que sus formas lo destruyen. Lo destruyen a él y destruyen a todo el que se acerca. En GH ya lo hizo con Raquel, Amanda y Ricky. Y en Supervivientes ya se ha cobrado su primera víctima, Cristian. Tiempo al tiempo, porque Steisy y Jorge, si no se le retiran, no tardarán en caer, al igual que lo hará él mismo.