El estreno más decepcionante de Gran Hermano

Ayer os hablaba de nervios e ilusión ante el estreno de una nueva edición de Gran Hermano. Hoy os tengo que hablar de dolor, decepción y un hilo de esperanza de mejora ante el comienzo más catastrófico y desconcertarte de la historia del reality. Es muy injusto manchar el nombre de este grandioso programa de televisión con lo que ayer tuvimos que ver y escuchar, porque lo que se emitió anoche en Telecinco no era Gran Hermano, aunque llevase su nombre.

Lo más emocionante de la noche fue el inicio. Ahí sí se me pusieron los vellos de punta y sentí Gran Hermano en estado puro. El resto de la gala fue una decadencia, cuesta abajo y sin frenos. Vimos terminar el vídeo que daba paso a la edición, con Alberto García como protagonista, y abrirse la puerta-grada de GH 17 para recibir a una de las mayores amantes de este formato, Mercedes Milá.

Vibré en cada instante al ver a tantos ex concursantes reunidos en plató vitoreando a nuestra maestra de ceremonias y rogándole que se quedase. Mercedes se dirigió a cámara para explicar que debía marcharse y, tras una pausa de publicidad, la vimos rota y emocionada. Era inevitable en una noche tan importante en la que tenía que decir hasta siempre a Gran Hermano. Y tras tanta emoción, todo lo que vino después fue un auténtico despropósito a la esencia de este formato. Esa esencia que nos aseguraban que permanecería en GH 17, pero claro, al igual que aseguraron tantas cosas para este estreno que no se han visto cumplidas.

Antes de hablar de todas esas promesas no cumplidas, quiero decir que el “homenaje” que se le hizo a Mercedes Milá no tuvo nada de homenaje, más bien pienso que el homenaje se lo hizo ella a Gran Hermano con su presencia, para terminar saliendo del plató entre perdones cuando debía haberlo hecho rodeada en una nube de agradecimiento por haber dado tanto por este programa. En las redes sí le dimos las GRACIAS en mayúsculas, convirtiendo en TT el HT #GraciasMercedesMilá. Simplemente gracias por abrir tu corazón en cada edición de Gran Hermano y dejarnos entrar en él para vibrar en cada segundo. Ya te echamos mucho de menos. Anoche faltó un GRACIAS en plató, un gracias por parte del equipo y una emotiva despedida. Ni tan siquiera se hizo un vídeo para recordar cómo se ha entregado en cada gala antes de partir, aunque sus concursantes ya se lo decían todo con sus ojos llenos de lágrimas… Concursantes que pienso que tampoco recibieron un trato justo, fueron absolutamente ignorados durante toda la gala y en el único momento que Jorge Javier se dirigió a ellos fue para reprochar a Ismael Beiro el haber dicho que sin Mercedes Milá moría Gran Hermano y para atacar a Pepe Herrero acusándolo de homófobo sin darle opción a réplica. Fue lamentable.

Lo llevo diciendo desde que conocí la noticia. Jorge Javier Vázquez no nos representa a los espectadores de Gran Hermano y ayer quedó más que palpable. Mientras Mercedes Milá inundó de pasión cada rincón del plató en los pocos minutos que pudo pisarlo y simbolizó todo su cariño en un ramo de flores, Jorge terminó la gala jugando a lanzar ese detalle cargado de cariño a la grada.

Jorge Javier está absolutamente fuera de lugar, como muchas de las cosas que sucedieron anoche en ese plató. Es hermético. No nos deja rascar en su corazón, no nos muestra la verdad que necesita el espectador de Gran Hermano sentir, nos transmite desconfianza y frialdad. Un hombre limitado a leer un guión en una pantalla sin decir nada. Pero casi que es mejor que sea así a que se salga del guión para soltar burradas que no vengan a cuento y sólo pretenda con ellas quedar por encima, como el aceite, en una lucha de egos similar a la que tendrán este año los concursantes dentro de la casa. Y es que lo que menos necesita un programa como Gran Hermano es a un presentador, lo que necesita es a un cómplice delante de las cámaras, a uno más de nosotros que nos explique el desarrollo de la edición y descubra Gran Hermano a sus iguales. Y esa siempre ha sido la grandeza de Mercedes Milá.

Entre lo prometido incumplido no sólo tenemos la falta de esencia, que espero verla representada a lo largo de la edición. Igual que espero muchas otras cosas porque sigo confiando en el gran equipo de Gran Hermano, un gran equipo que no entiendo cómo ha podido elaborar esta clase de gala de estreno, por lo que sueño con que aún nos estén ocultado algo. Además de la falta de esencia, faltó la prometida bomba, las prometidas risas, el prometido casting revolucionario y faltó sentir EL MOMENTO. Faltó todo.

Tanto antes del estreno como durante la gala, nos hablaban de que nos íbamos a descojonar y la palabra “broma” la escuché tropecientas veces a lo largo de las cuatro horas de directo. Pues bien, todavía estoy intentando encontrarle el chiste a una gala sin ningún tipo de sentido del humor porque nada de lo que sucedió me hizo gracia. Fue una noche sin ritmo, en el que unas misiones absurdas sin ningún fin duradero ni divertido, convertían a GH 17 en una edición sinsentido y sin GH.

Y qué decir sobre el casting… Pues que atenta de lleno contra los valores de este concurso, contra la originalidad y contra la revolución presentada. Son una panda de copias baratas de personajes televisivos ya creados que no buscan vivir su momento en Gran Hermano sino tener un momento de gloria. Ylenia, Labrador, Rafa Mora, Oriana, Dani Santos, Bárbara Rey… son algunos de los personajes que parecen imitar los participantes de este año. La gran mayoría de ellos me parecían actores por su actitud artificial y sus vídeos de presentación tan guionizados. No fue hasta la entrada de Clara que empecé a vislumbrar en los concursantes un comportamiento más humano, lo que me dio un poco de esperanzas entre los seleccionados. Pero la verdad es que los que este año despuntan ser los candidatos más cercanos y auténticos, en otra edición no hubiese prestado mucha atención en ellos, siendo ahora mi salvación.

Pensé firmemente que nos podían estar tomando el pelo a los espectadores y que, al menos, la mitad de los participantes no lo fuesen realmente. Sería lo único que le daría un poco de cordura a esta atrocidad. Es más, uno de ellos ya tengo confirmado que es actor, Fernando, lo que no está confirmado es que esté actuando. Y ese es el problema. Aunque fue una idea que me pasó por la cabeza, al ver las primeras horas de convivencia y escuchar cómo detallaban su casting se me derrumbó la teoría de que fuesen falsos concursantes, lo cual me hace encontrarme ante la edición con los participantes más impostados de la historia. Y eso que a los espectadores nos duele la boca de pedir naturalidad, concursantes con los que sentirnos identificados y que quieran vivir Gran Hermano. Pero aquí hay un problema de comprensión porque nos han ofrecido todo lo contrario. Y por lo que vi ayer en el #GHDirecto, muchos de ellos ya tienen muy medidos los horarios de las emisiones, la posición de las cámaras y que deben dar juego, ante todo, buscando una carpeta para ser alguien en el concurso. No creo que exagere si os digo que, al verlos, he tenido una sensación que nunca me han transmitido de una forma tan potente y tan masiva por parte de casi todo el grupo. Vergüenza ajena.

Por otro lado, el anonimato de los concursantes es otra premisa que se pasan por el forro sin miramientos. Miguel está siendo relacionado con Cristina Rapado y con un chico de QQCCMH, por lo que se ha movido y conoce el mundillo televisivo. Tengo que decir que, me consta, que había un chico con el mismo perfil que Miguel, en lo que al sentido capilar se refiere, pero parece que se han inclinado por el famosillo. Al igual que se han inclinado por meter a Fernando que fue pretendiente de MYHYV y actor del programa de cámaras ocultas de Canal Sur, “El Gran Queo”. Y otra que sabe muy bien lo que es estar delante de una cámara es Bárbara, una YouTuber con más de medio millón de suscriptores en su canal. Es alucinante que a una mujer con tales dimensiones de popularidad se la considere anónima, de hecho, goza con un seguimiento mucho mayor al que tiene un concursante de Gran Hermano tras salir de la casa. Por supuesto, pienso que juega con una injusta ventaja. Considero que ninguno de ellos debería tener cabida en Gran Hermano. Y no me vengáis a decirme, por ejemplo, que en GH 12 entró Yago que era ex de Yola Berrocal. Lo sé, y también me pareció fatal.

Otro sinsentido es que metan a una pareja de amigos y otra pareja de amigas para romper, a la semana, de forma forzada esa relación. Supongo que lo interesante de que entren juntos es ver cómo evoluciona esa relación dentro de la casa hasta que el espectador quiera tolerarla… pero no, un miembro de cada pareja será expulsado el próximo jueves sin haber pasado por el filtro de la nominación de sus compañeros. Pues estupendo…

Y podría seguir hablando porque la cajita que guarda una vida… no sé si nos hará mucha gracia que después de gastarnos el dinero en expulsar a un concursante éste pueda reingresar en el concurso, de forma inmediata, sin ningún tipo de justificación. Si las repescas pienso que deben estar muy justificadas y solicitadas por parte de la audiencia, verás la gracia que nos va a hacer cuando se dé la situación de tener que sacar dos veces a un mismo mueble de la casa, por ejemplo.

Por hoy, voy a terminar ya con algo que comenté ayer en Twitter. Esta edición puede tener mejor o peor desarrollo, todo está por ver y yo le daré la oportunidad, pero nunca me he llevado tan mal sabor de boca de un estreno de Gran Hermano porque, principalmente, ayer no vi Gran Hermano.