Bárbara, una joya de concursante en GH 17

Estamos a miércoles, mañana conoceremos quién se convierte en la cuarta expulsada de la edición y es el día que suelo dedicar para realizar mi alegato particular. Os recuerdo que las nominadas son Adara, Bárbara y Montse, pero como ya expliqué en el último post las razones por las que Montse debería dejar la convivencia, hoy me gustaría hablar a favor de Bárbara. Y no sólo porque esté nominada sino porque considero que en este mes de reality ha demostrado que es una auténtica joya de concursante y merece este reconocimiento.

Empezaré diciendo que cuando conocí su participación no me hizo ninguna gracia, por ser quien era. Bárbara es YouTuber, tiene más de medio millón de seguidores y la considero una persona popular como para entrar en un reality donde teóricamente participa gente anónima. De hecho, sus propios compañeros ya están justificando su permanencia en el concurso por la brutal cantidad de seguidores que tiene Barby Cacu en su canal. Si en mi mano estuviese la selección de concursantes, jamás hubiese aceptado su entrada en la casa, al igual que no hubiese aceptado la entrada de Fernando o de Miguel por estar bastante vinculados con los medios. Ahora bien, una vez dentro sólo me queda juzgarlos como concursantes. Y Bárbara, como concursante, es un descubrimiento. Es la concursante que más me está haciendo disfrutar de GH 17, una edición en la que en algún momento me satura porque no termina de lograr algo que para mí es básico en todo Gran Hermano, producirme esa empatía con las emociones. Sin embargo, a Bárbara sí logro comprenderla, en ella veo verdad y en otros sólo un guión muy bien trazado.

El trabajo de Bárbara ha sido complicado. Como os digo, yo partía con cierto recelo al ver que no era una persona absolutamente desconocida y me podía hacer plantearme cuál era el fin de su entrada en Gran Hermano, pero ha logrado darme la confianza que necesitaba para apostar por ella. Bárbara ha abierto su corazón y he visto un cariño inmenso en sus ojos cuando ha contado que para ella estar dentro de esa casa era cumplir un sueño, además de estar demostrando que juega a Gran Hermano con todas sus armas y vive Gran Hermano con toda su alma. No veo que esté haciendo una utilización del programa, mirando exclusivamente por sus intereses, sino que, os guste o no os guste, creo que es justo que todo el mundo reconozca el pilar que supone su presencia dentro de esta edición, y eso sólo lo consigue una concursante que tenga la generosidad de dejarse la piel en cada instante.

A día de hoy no quiero hablar de ella como mi ganadora. Llevamos poco más de un tercio de reality y queda mucho camino por recorrer, quiero ser cauto porque los giros en Gran Hermano son imprevisibles, además de que considero que la repesca de este año es necesaria y supondrá un cataclismo en la convivencia muy interesante. Eso sí, si yo ahora tuviese la opción de firmar los nombres de los tres finalistas, sólo le otorgaría la plaza directa a Bárbara.

Y se la otorgaría a ella porque es una concursante que vive Gran Hermano sin miedos y sin importarle nada las consecuencias del espectador, pues no nos ve como a un enemigo. Diría que es la participante que más nos respeta, pues nos comparte todo lo que sucede en la casa y jamás ha cuestionado nuestras decisiones. Algunos diréis que qué va a cuestionar si, de momento, los resultados han sido a su favor. Pues no es tan así porque la primera semana lo pasó muy mal con la marcha de Pablo y para ella fue una derrota ver volver a la casa a Miguel, sin embargo, no recriminó nada a la audiencia por tomar esa decisión, de hecho, la semana siguiente se veía con un pie en la calle (y hasta que el mismo jueves no se dio el sorpasso en directo era así), sin embargo, no trató de vendernos una moto a la audiencia distinta a la realidad que se estaba produciendo en el concurso, luchó con uñas y dientes frente a la masa que quería devorarla como hienas y jugó de forma kamikaze logrando no estrellarse por los pelos. Y eso fue lo que la salvó. Estaba perdida y desorientada pero no tuvo miedos, no se ocultó para pasar desapercibida, no cambió de actitud por la nominación, no se achanta ante el ataque desmedido del grupo, no deja de vivir Gran Hermano para vivir más tiempo en Gran Hermano, acepta las consecuencias que le acarreen sus actos y se emociona, agradeciendo la comprensión y el apoyo que la audiencia está depositando en ella.

Ella es Bárbara y no hay más. No temo que me defraude porque con lo que he visto ya sé qué nos puede ofrecer, no necesito derrumbar muros para tratar de conocerla en profundidad. Es una concursante que ha elegido vivir el programa abriéndose en canal para que el espectador pueda verlo todo de ella, lo bueno y lo malo. Además, tiene unos argumentos bestiales y cuando discute con un compañero lo sentencia, porque habla desde su verdad, sin filtros. Y lo hace con cuestiones de concurso, a pesar de tener que soportar ataques francamente repugnantes sobre cuestiones de su vida privada.

Jugar sin filtros no es fácil. Ella se mete en el fango hasta las cejas, por lo que es normal que se ensucie. Pero tampoco pretende salir de allí sin mancharse, como tantos concursantes intentan hacer al cruzar el charco de puntillas y con botas de agua. Una gran concursante también se equivoca y Bárbara nunca ha renegado de sus errores ni ha tratado de responsabilizar a los demás de sus faltas, como sí han pretendido otros al cargar sobre sus espaldas culpas que no le pertenecen.

Es una concursante leal a sus amigos, en los que se refugia y a los que también protege. Nunca ha vendido a Adara o a Pablo, sus grandes aliados, pero tampoco lo ha hecho con Candelas o Meritxell, quienes no dudaron en traicionarla a ella y dejarla en la estacada cuando intuyeron que su amistad podría perjudicarles. Ha sido compañera de llantos y fechorías, ha sido confidente y confesora y, como hace una buena amiga, no siempre dice lo que el otro quiere escuchar sino que tiene criterio propio y no se ciega por la opinión de terceras personas.

Así es Bárbara, una concursante que no necesita depender de nadie para convertirse en protagonista y que las tramas que crea nada tienen que ver con el movimiento de moda, “El Carpeteo”. Puede que te guste o que la detestes, pero tengo claro que no te ha dejado indiferente y eso la convierte en una joya que da brillo a GH 17.