Duelo resuelto.
La expulsión más decisiva de la edición se convirtió en la más ajustada de la
historia de Gran Hermano. Sólo tres llamadas separaron a Adara de Clara, marcando su continuidad en el reality, pero tres llamadas
que enviaron a Clara a su casa con
el 50,002% de los votos. He de
reconocer que ha sido una gran concursante, una brillante antagonista para una edición en la que cada vez reluce más el
nombre de Adara como protagonista,
tras el abandono de Bárbara. Y creo
que no se hizo justicia con Clara en
su gran noche, pues la entrevista no estuvo a la altura de su paso por el
reality y quedó totalmente eclipsada por Fernando,
uno de los participantes que recuerdo más desagradecidos con su paso por el
programa.
En este punto del concurso ya era necesaria la salida de Clara para comprobar cómo se
desenvuelve todo su séquito sin el mandato de una reina que ha tratado de velar
siempre por el bien de los demás (más bien el suyo propio), como ella misma ha
presumido al dar esas lecciones de vida
que tiene más que aprendidas por todo lo que ella ha sufrido. Por supuesto,
después el victimismo es el del resto.
Clara “la clara”
no es tan clara como nos vende. Lo hemos comprobado en los dos meses que ha
estado dentro de la casa y ayer quedó bastante palpable en el trascurso de la
gala. Desde cómo quedó desmontada con los vídeos que vieron en la sala de expulsiones cuando reconocía
una venganza con su nominación a Pol
para hacer daño a Adara, hasta
cuando empezó su entrevista prometiendo sinceridad
para después casi que jugar con Jorge
Javier Vázquez al “Veo, veo” para que pudiera descifrar
lo que intentaba explicar, o más bien intentaba ocultar.
Creo que Clara no ha sabido perder, al igual que
tampoco lo ha hecho Fernando. Poco
me gusta utilizar el adjetivo de “reventados”
con los concursantes de Gran Hermano
pero es que no hay otra palabra que los pueda definir mejor a ellos. No asumen
la derrota y no son elegantes con sus rivales,
los que les han ganado, tampoco teniendo respeto con la decisión mayoritaria de la audiencia. Clara estuvo totalmente fuera de lugar en su despedida desde plató
con Adara. Creo que le lanzó un
ataque sucio y bajuno sin ninguna necesidad, con el único fin de hacerle daño
sabiendo ella lo que dentro de esa casa puede afectar un comentario externo.
Pero tampoco fue demasiado sorprendente su actitud porque estuvo en la línea en
la que la hemos visto en su paso por el reality.
Las nominadas de esta semana son Adara, Meri y Simona. Meri
está en la palestra por una nueva
traición de su “amiga” Bea que no dudó ni un instante en nominarla con tres
puntos para provocar su exposición, antes de que la de Rodri o Miguel. Para los que digan que Bea lo hizo para salvar “a su novio”, simplemente decirles que
también podría haber nominado a Alain
pero ella no dudó en apuñalar nuevamente a su amiga, después de que ha sido uno
de sus pocos apoyos en los momentos en los que lo ha estado pasando mal. Al
igual que lo ha sido Adara, a quien
en el juego de bolas para entrar al Club la señaló con una bola antes que
hacerlo con Simona, sin embargo se
indignó al ver que Meri le metía una
en su casillero. Bea es otra
concursante que quiere lo ancho para ella y lo estrecho para los demás, pocas
veces actúa con generosidad y siempre trata de escurrir la responsabilidad de
sus decisiones.
La expulsada debe ser
Simona. Entiendo que su posición al
incorporarse al reality tan tarde ha podido ser difícil pero ha entrado con una
actitud que no me ha gustado en absoluto. Por supuesto, tenía el reto de implicarse todo lo posible para no
pasar desapercibida pero creo que lo ha hecho sin sentido y utilizando la provocación para ganar algo
de protagonismo. Ha entrado sabiendo muy bien quiénes eran cada uno de sus
compañeros y ha ido a pinchar en los puntos débiles. Creo que su estrategia
también ha sido tratar de ser protegida
por el grupo mayoritario para evitar salir nominada y, aunque esto le ha
dado resultados en la convivencia, pero finalmente no ha podido evitar el subir
a la lista. Ayer lloraba tras saberse en la palestra, llanto que yo vi bastante
forzado para tratar de comprar la compasión del espectador para salvarse. Es
justo decir que ha dado mucho más en siete días que, por ejemplo, Rodri en setenta pero creo que su fin
no ha sido ganar el reality sino ganar
minutos de pantalla para poder sacar cierta rentabilidad a su esperado
corto paso por la casa. Y tenemos que reconocer que lo ha conseguido. Es más,
igual con otra combinación de nominados podríamos plantear otra expulsión pero
al lado de Adara y Meri no me cabe
ninguna duda de que debe salir ella, frente a frente a las dos chicas que ha juzgado sin intentar conocerlas y ha
provocado sin ningún tipo de argumento.
Muy bien. De acuerdo en casi todo, salvo que yo no sería tan clemente con Simona.
ResponderEliminaryo tampoco sería tan clemente con alguien tan rastrero como simona
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarNo lo pudiste explicar mejor! En lo personal, prefiero que salga Bea antes que Simona, mucho falserio me indigna. Y sinceramente, la madre me cae mal. (Al inicio no, pero últimamente la veo muy en contra de una concursante y esa pose me resulta INSOPORTABLE)
ResponderEliminarEXPULSAR A BEA POR FAVOR ;)
UUUUUFFF, QUÉ PENA. BEA EN LA CASA Y ADARA EN LA PUTITA CALLE. ;)
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