DESPIDO GH – La audiencia ha decidido que debe abandonar la casa

¿Sabéis cuando alguien está a punto de morir pero días u horas antes vive una especie de remontada que da la sensación de que se recupera? Pues eso le ha pasado a Gran Hermano. El preGH era esperanzador, nos llenó de la ilusión de poder volver a ver nuestro programa, de volver a disfrutarlo… Incluso de vivir la mejor edición de la historia del concurso. La  realidad es bien distinta. Lo han matado en directo. Lo hemos visto agonizar y lo hemos visto apagarse… Gran Hermano necesitaba mimos. Necesitaba el cariño que sólo los que amamos este programa sabemos darle. Esa era la energía que año tras año lo llenaba de vida. En GH 17 le arrancaron el alma, nuestra querida Mercedes Milá, y este año han decidido arrancarle la esencia, el 24 horas. Y poco a poco también están haciendo añicos sus cimientos sin respetar en absoluto las bases del formato. Además de tapiarlo para que ni siquiera los más fieles tengamos acceso, para que no escuche nuestras súplicas y seamos absolutamente ignorados.

Conmigo que no cuenten. No pienso arañar mi programa. Nuestro programa. No estoy dispuesto a ver cómo lo descuartizan más en directo. Anoche, 21 de septiembre del 2017, terminó para mí Gran Hermano. Y me duele muchísimo escribir esto. Yo pensaba acompañarlo hasta su final. Jamás imaginé que esto fuese a suceder así. Pero también es emocionante que el final sea este porque, ahora, más que nunca “la audiencia ha decidido que debe abandonar la casa”. La voz de las redes sociales fue una. Estuvo unida bajo el HT #RIPGranHermano para darle una despedida digna al formato recordando grandes momentos de su historia. Fue realmente emocionante cómo no hubo dudas. Hubo un solo sentimiento. Nos estaban matando GH y había que darle el final y el reconocimiento que merece. A pesar de que las altas esferas quieran seguir exprimiéndolo cuando lo ven sin más fuerzas y haciendo que el corazón de esa audiencia que les ha llevado al más alto de los éxitos hoy se vea desolado y nada arropado ante tal despropósito. Aunque ya nos basta entre nosotros mismos para tendernos un abrazo.

No quiero que sea un día de reproches. No quiero encontrar culpables. Sólo quiero darle las gracias al universo Gran Hermano por haberme hecho disfrutar durante tanto tiempo, por haberme despertado tantas emociones, por haberme acercado a un mundo increíble en las redes sociales en el que he encontrado un apoyo bestial y gente que empatizaba con este amor a Gran Hermano. Gracias a todos los que habéis estado edición tras edición tras esa pantalla haciéndome vibrar y disfrutar aún más si cabe de este formato. Sois una pequeña gran familia, aunque no os ponga cara y nombre a la mayoría de vosotros, os siento cerca.

Escribiendo estas palabras afloran en mí mil emociones. Es un día muy triste. Gran Hermano forma parte de mi vida y siempre formará. En mayor o en menos medida es parte de mi definición. Habrá quien no lo entienda porque es un programa de televisión pero a mí me lleva acompañando casi 18 años, prácticamente desde que tengo uso de razón, y he aprendido mucho de este programa, he disfrutado mucho con este programa y probablemente, aunque afortunadamente mi vida está llena de muchos más aspectos, pero sí que he estado muchas más horas de mi vida pendiente a Gran Hermano que a otras cosas. Porque mi implicación ha sido máxima. Me he dejado la piel por este reality de forma absolutamente desinteresada. Y pienso que es inevitable. Estoy mal.

Me está costando escribir esto. Estoy teniendo que hacer paradas y tomar aire.

Todos soñamos con un renacer. Soñamos con una nueva etapa en la que nos reencontremos con nuestro Gran Hermano. Que descanse lo que tenga que descansar y que sólo vuelva si es Gran Hermano en su pleno apogeo. Mientras tanto, prefiero mantenerlo vivo en mi recuerdo.

Algunos me habéis pedido que luche. Me decís que soy la voz de muchos fans y que dentro de mí está la esencia del programa. A mí que me tengáis en esa consideración me emociona muchísimo y que sintáis GH cuando me leéis o veis mis vídeos me hace feliz. Pero no podemos luchar más. Yo he sentido que le he hecho el boca a boca a este formato, al igual que se lo habéis hecho muchos de vosotros, pero le están impidiendo respirar. No hay que hacerlo sufrir más. Y por supuesto, siempre estaré aquí para remar a favor de Gran Hermano. Siempre. Y la organización puede contar conmigo cuando quiera. Lo saben. Siempre que sea por Gran Hermano.

Hoy abandonamos la casa. Esa casa en la que tantas vivencias quedarán atrapadas para siempre. Esa casa que todo lo ve y que siempre te lo recuerda. Una casa mágica donde muchos sueños se cumplieron y también se rompieron algunas ilusiones… Porque Gran Hermano es vida en directo. Y en la vida se viven todo tipo de situaciones.

Quiero dar las gracias a casi los 300 valientes que se atrevieron a compartir con nosotros un espacio de su intimidad y hacernos disfrutar. Por arriesgarse a jugar, a sentir y a vivir ante los ojos de millones de personas. Por cambiar sus vidas durante un plazo más corto o largo de tiempo y convertirse en historia de la televisión.

Gracias a Mercedes Milá. Para mí un referente. Quien nos enseñó lo que era Gran Hermano. La persona que nos lo presentó y nos hizo amarlo. Quien también tuvo una injusta despedida por la que todos lloramos. Y, aunque no sé si me conoce, pero desde aquí quiero enviarle un abrazo porque hoy estará como nosotros. Y con nuestros corazones. También aprovecho para mencionar a Mayte Méndez de Vigo, estilista. Otra amante de este programa que hizo posible tantos homenajes y luchas por causas sociales a través de su vestuario.

Quiero darle las gracias a Jorge Javier Vázquez y trasladarle mis disculpas si alguna vez he podido ser excesivamente crítico con él. Sigo pensando que GH no es su lugar pero estoy convencido de que ha hecho lo posible por hacerlo bien. Al final es un mandado.

Quiero darle las gracias a toda esa gente que se ha dejado el alma en Internet para transmitir Gran Hermano. Y lo agradezco desde “El Gato Encerrado” que fue mi primer referente en este sentido hasta al último twittero que lea en mi TL, pasando por Tomás Blanco y el minutado, el blog de Calcetineros, La Heskoria, El Confe de JuanFran, Contrapunto GH… Sé que me dejaré a muchísima gente por mencionar… Pero ahora mismo entended que tengo la cabeza como un bombo y disculpadme. Pero a los amantes de Gran Hermano os englobo a todos en un GRACIAS. No puedo estar más orgulloso de la comunidad de fans que tiene GH: fieles, apasionados y luchadores.

A la organización también le agradezco su trabajo durante todos estos años. Sin ellos, evidentemente, tampoco habría sido posible. Y les ruego un final digno.

Hoy acaba Gran Hermano. Un programa que no lo ha tenido fácil. Que ha tenido pocos reconocimientos públicos. Un programa cargado de emociones y del que hemos aprendido muchas cosas. Que nos ha sacado sonrisas y lágrimas. Que nos ha reunido, también aquí, donde hablamos de tele.

Gracias. Y hasta siempre, Gran Hermano. Espero volver a verte.