Había ganas de cocos,
palmeras, barro y helicóptero porque un 29% de la audiencia siguió el estreno de la nueva edición del
reality. Un dato de audiencia envidiable, por el cual le envío mi enhorabuena al equipo, y del que ahora
tienen la difícil tarea de mantener.
Ayer empezaba la nueva edición de Supervivientes, quiero decir, Súper
Vivientes… me estoy liando… llamémoslo SV
2016 y terminamos antes. La cosa es que no entiendo si han ido a la isla a sobrevivir o a súper vivir, es decir, a vivir por encima de sus posibilidades
porque en esta edición uno de los emplazamientos en los que deberán habitar los
participantes se llama “Playa Paraíso”
y está dotada de grandes lujos que no casan con un concurso de supervivencia.
El año pasado teníamos Isla Privilegio,
en esta ocasión Playa Paraíso… ¿será
lo siguiente un hotel de cinco estrellas?
Es justo decir que el otro enclave, Laguna
Cacao, es un lugar en unas condiciones bastante indeseables pero, al fin y
al cabo, a eso van… a subsistir, buscar recursos de dónde aparentemente no los
hay y a sobrevivir, no a vivir en una especie de resort con todas las
comodidades y a mesa puesta.
A través de una prueba de barro se dividieron en dos
equipos: Agua, con Yola Berrocal de capitana, Antonio Tejado, Steisy, Dioni, Miriam Saavedra,
Cristian, Mario y Yurena; Y Fuego,
con Mila Ximénez de capitana, Víctor Sandoval, Carla, Dulce, Jorge, Suso,
Paco de Benito y Mª Carmen. Posteriormente, en una prueba de fuerza, el
equipo Fuego ganó el emplazamiento de “Playa
Paraíso” y, por tanto, el equipo Agua tuvo que trasladarse a “Laguna de Cacao”.
Sinceramente, creo que el reparto de los emplazamientos se
dio de la manera más adecuada y beneficiosa. En general, por las impresiones
que leí en redes y las que sentí yo mismo, el equipo Agua está gustando mucho más al espectador, por lo que les
va a beneficiar que podamos verlos en acción desde el primer día, tratando de sobrevivir. Sin embargo, en el equipo Fuego van a saltar chispas (el nombre
les viene que ni pintado), por lo que esta primera semana de adaptación los
tendremos sin pasar muchas penurias, con el estómago lleno, ganas de gresca y montando su “Sálvame” particular en “Playa Paraíso”, porque Dulce viene con muchas ganas de hablar
y Mila con muchas ganas de
preguntar.
Un concursante que me sorprendió muy positivamente es Paco de Benito. Creo que es un
concursante muy puro, porque su recorrido televisivo no va más allá que de su
paso por “Pasapalabra”, nos va a
hacer reír mucho y va a apostar por
la supervivencia. Si hubiese un
traspaso de grupo me gustaría verlo en el equipo Agua, cambiándose por Antonio Tejado, para que el ex de Chayo Mohedano se codee en el universo “Sálvame”. Me pasé toda la noche, cada
vez que veía a Antonio, preguntándome el motivo de por qué le han dado una
segunda oportunidad… porque no me hace
mucha gracia este reciclaje de concursantes… pero bueno, espero que poco a
poco me sorprenda, me convenza y se me vaya olvidando esta postilla que le
pongo a su presencia.
Por otro lado, un concursante que no me gustó absolutamente
nada es Jorge Díaz. Jorge Javier
Vázquez le preguntaba: “Jorge, eres
modelo ¿verdad? Que a lo mejor hay gente que no te conoce”. Muy prudente
fue Jorge Javier al poner el “a lo
mejor”. La gente no lo conoce. Jorge
es un chico que no me causó un buen primer impacto, lo veo muy resabiado, con mucho mono de pantalla y
forzando un protagonismo incomprensible para ser una primera gala. Se pegó a Steisy como una lapa, pidiendo a gritos
ser un futuro aspirante al trono de
MYHYV, sin embargo, me fascinó cómo la chica cuando tuvo la oportunidad de
elegir un grupo pasó de irse con él, y así no continuar con la absurda carpeta que Jorge no paraba de
fomentar. Ahí me ganó Steisy.
La que sí acaparó el protagonismo de la noche fue Miriam Saavedra, por su negativa a la
hora de tratar de bajar del helicóptero,
y digo bajar porque la palabra saltar es demasiado atrevida, ya que un poco más
y contratan un submarino en vez de
un helicóptero. Tengo más altura al
levantarme todas las mañanas de mi cama que la que tuvieron anoche los
supervivientes para adentrarse en el mar. Por un lado, pude entender que a Miriam le diese una crisis de pánico y
no se viese capaz de saltar pero un poco más y tienen que cerrar los teléfonos
para votar por el ganador de SV 2016
porque casi se pasa toda la edición tratando de hacer su salto. Todo lo
contrario a Dulce, que se tiró en
contra de una recomendación médica. Ahí aplaudí su comportamiento de querer
vivir el reality con todas las consecuencias, ya que si no se encuentra con la
capacidad de poder hacerlo que no la hubiesen llevado.
Otra cosa inexplicable de la noche fueron las continuas
conexiones que tuvo que hacer Miriam
con Carlos Lozano, su novio. A ver
si vamos a estar toda la edición con Carlos
por megafonía gritándole: “TE AMOO”,
para que la chica haga las cosas. No entendí muy bien el drama de telenovela
que montó al hablar con él, tras llevar tan sólo cuatro días sin verlo y, sin embargo, cuando entró en la casa de GH VIP a visitarlo se mostró tan
templada. Aunque más tarde, la vimos muy enérgica en la prueba del barro y ahí ganó puntos para mí. Creo
que le va a beneficiar mucho el situarse en el equipo Agua y nos va a permitir conocer su faceta más aventurera, para
compensar el numerito que montó.
Anoche no hubo
nominaciones, serán el próximo domingo en El Debate. Espero que sea algo excepcional de esta semana y que, a
partir del jueves, tengamos las nominaciones como una base de la gala.
Destacar que Laura
Matamoros será colaboradora de El
Debate de SV 2016, lo que sucede es que dudo que sea capaz de debatir
acerca del programa sin meter a su
padre, Makoke o derivados en el discurso… Ya veremos lo que aguanta sin
hacerlo, porque ningún miembro de su familia está involucrado en este reality,
afortunadamente.
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