Más de un mes de encierro llevan los participantes de GH VIP en la casa de Guadalix de la Sierra, ofreciéndonos
una de las ediciones más aburridas
de la historia del formato. En varias ocasiones ya me he detenido a explicar
los motivos por los que no me convence esta edición y hago esfuerzos por
mantenerme despierto para ver las galas/debates/límites
hasta el final porque la mayoría son soporíferos, pero hoy, concretamente,
quiero defender la situación de Carlos
Lozano como único CONCURSANTE,
en mayúsculas, de una edición a la
deriva.
Durante esta semana la casa se ha convertido en un “Hotel Balneario” que ha recibido a seis huéspedes muy particulares, de los
cuales cinco eran ex concursantes de GH VIP y cuatro, de
estos cinco, habían participado el año pasado. Dice mucho de la edición que
haya tenido que llegar el pasado para
rescatar el presente y tratar de activar una casa apagada.
Los huéspedes han
dinamitado la convivencia llevando a muchos participantes a pedir su abandono, y no entiendo por qué la
organización no ha bloqueado la puerta del confesionario con cada una de las
peticiones para no permitirles volver a la casa y forzar su salida porque ya
basta de reírse de la audiencia como se están riendo y, por supuesto, en sus
pocos días de estancia han alcanzado cuotas de protagonismo mucho superiores a las que están teniendo cualquiera
de los concursantes que conviven en la presente edición y luchan por llevarse
un maletín. Es lamentable.
Las dosis de información
de exterior que se ha introducido dentro de la casa con la presencia de
estos huéspedes ha sido máxima, como
diría una de estas inquilinas. Las quejas por parte del público, familiares,
colaboradores y los propios concursantes no se han hecho esperar, ya que están contraviniendo una de las normas
fundamentales de Gran Hermano, el aislamiento, pero realmente ha sido algo
provocado y consentido por la organización, ya que no se ha frenado. Ayer era muy
gracioso ver cómo Jordi González
pedía a los que iban a hacer los alegatos
que no diesen información del exterior cuando, por un lado, el hecho de
introducir el alegato ya es darles información y, por otro lado, dentro tienen
toda la información, no sé qué más se les puede decir. De hecho, diría que
dentro tienen más información del
exterior de la que nosotros, como espectadores, podamos tener de información del interior. Sólo faltaría
que emitiesen dentro el resumen diario.
Todo esto lo digo para hacer ver lo necesaria que es la
figura de Carlos Lozano, un
concursante responsable que sabe en qué programa ha entrado y ayer recriminaba
a los invisibles que no hubiesen aceptado participar en el reality. Tras la
salida de los huéspedes nos vuelve a
quedar una casa bastante vacía, en
la que sólo Carlos aporta movimiento
y se revela ante la desidia del grupo. Pienso que Carlos Lozano, en cualquier otro reality, hubiese sido una joya de concursante. Con esto no quiero
decir que su postura en esta edición sea pobre, todo lo contrario, a él hay que
agradecerle que tengamos algo de contenido para entretenernos, pero el problema
está en que un solo concursantes no
puede cargar con todo el peso del espectáculo dentro de la convivencia y
estar tirando de un carro sin ayuda de nadie. Me temo que en cualquier momento
pueda tirar la toalla y permanecer en la posición más cómoda, aunque dudo que
lo haga porque ha demostrado ser un profesional.
De hecho, y aunque sea triste es una realidad, Carlos aporta más momentos hablando solo que lo que pueda aportar
el resto del grupo unido.
Julián Contreras
proponía dar de lado a Carlos, ignorarlo
para hacer frente a la situación que
estaba presentando. Con concursantes como Julián
no hacen falta detractores para este formato. Lo poco que se le ve dentro de la
casa es para vender una pena cansina
que ya nadie soporta, absorbe la energía de la gente y rema en contra del
espectáculo. No hay revulsivo que les haga ver la realidad de la situación de
esa convivencia muerta, a ellos les da igual el espectador, sólo velan por sus propios intereses de salvar semanas, evitar nominaciones y salir
con los bolsillos llenos. Son una decepción de concursantes, están estafando a la audiencia.
Me parece patético
que la única rival directa que tenga Carlos
Lozano dentro de la casa, como concursante, sea Laura Matamoros, una más que probable ganadora. Yo vería muy injusta su victoria porque esta chica no
está concursando. Pocos vídeos se podrían sacar de ella como participante de GH
VIP, pensando en el juego, en la estrategia o conviviendo, ya que todo lo que
ha salido de ella está relacionado con sus dramas
personales y su versión de su historia de vida, privada, que a nadie le
interesa. Desde que Javi y Kiko han
salido de la casa está desubicada y
desaparecida, se le ha terminado el chollo. Es el momento de dar juego como
concursante, demostrar que puede aportar algo a una convivencia en la que es
muy fácil destacar pero no es posible verla si no es poniendo a caldo a su
familia.
Los rumores de
repesca cada vez son más potentes y a mí me parece un auténtico error
devolver al concurso a uno de los expulsados. Visto lo visto esta edición
tendría que ir cerrándose cuanto antes. Yo pediría varias expulsiones semanales y no una repesca. El año pasado se
pidió con mucho ímpetu la repesca y
no se nos hizo ningún caso, este año poco
es el movimiento de peticiones y, sin embargo, parece que sí se va a
realizar… Que no se alargue más esta agonía de ver cómo se cargan un formato
amado por muchos, ver cómo no valoran una oportunidad que hay gente deseando
vivir y ver cómo se está haciendo lo imposible por hacer reaccionar a unos
concursantes que son incapaces de dar nada en favor del concurso que están
viviendo.
Todos menos Carlos,
el concursante más odiado dentro, rechazado por la mayoría e incomprendido,
pero el más responsable como
concursante, pues entiende y es consecuente con el contrato que firmó a la hora
de decidir participar en GH VIP. Con
esto no quiero decir que ese contrato te obligue a armar follón, para nada, no
quiero que se malinterprete, pero ese contrato sí te obliga a concursar y es el único que lo hace.
Carlos piensa en
las nominaciones, no se calla lo que piensa, comparte con el espectador sus
impresiones, es parte de las situaciones que presenta el programa y las
explota, rema a favor del espectáculo, ha dejado su vida en el exterior y está
viviendo el concurso con todas sus consecuencias.
Carlos Lozano es
el único CONCURSANTE de GH VIP 4.
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