Los que me seguís habitualmente os estaréis empezando a cansar de mí, ya que yo mismo me estoy
cansando de escribir quejándome sobre un mismo tema, la destrucción que día a día veo que hacen del formato Gran Hermano, pero claro, ante una edición monotemática y aburrida sólo
puedo presentar artículos monotemáticos
y quejicosos.
Hay gente que va llegando nueva al blog y no conocen el
histórico de mis artículos, por lo que me han llegado a escribir por redes
sociales diciéndome que siempre estoy quejándome…
y la verdad es que es así, pero claro, quiero que entendáis que yo escribo lo que siento, ya que el
objetivo de este rincón de Internet es compartir mi opinión con quien quiera
leerla. Ha habido ediciones en las que he disfrutado como un niño pequeño, la
gran mayoría de ellas, y normalmente solía felicitar
al equipo y agradecía su trabajo, pero a día de hoy me es imposible
reconocer el programa del que tantos años he estado enamorado, por lo que no me
queda más remedio que condenar las
decisiones que se están tomando y decir que, desde mi punto de vista,
estamos ante la peor edición de Gran
Hermano. Recalco: desde mi punto de vista. Yo no soy poseedor de la verdad
absoluta, pero, como fiel seguidor de este formato, opino.
Quizás la comparación sea un tanto exagerada pero, ¿sabéis
esa situación en la que estás viendo a una persona que quieres haciendo cosas
que le perjudican y que le pueden llevar a destruir su vida pero, sin embargo,
por muchos esfuerzos que pongas en ayudarla de nada vale, y te llena de
impotencia quedarte viendo cómo todo se transforma,
te aleja y se termina? Pues algo así me está sucediendo a mí con Gran Hermano… Fui muy crítico con GH 16, sigo pensando que fue una
edición en la que se cometieron muchos errores y en la que no se respetó la
esencia del formato, pero frente a GH
VIP 4 esa edición fue oro. El problema está en que la maquinaria avanza en una dirección que temo irreversible, aunque
continúo con la esperanza puesta en una reflexión
futura de aprendizaje, en la que pueda volver a ver Gran Hermano, el real, con GH
17.
La entrada de Kiko
Matamoros, Aguasantas y Víctor Sandoval ha trastocado la casa, muchos de
los concursantes han amenazado con su abandono y han llorado en el
confesionario al descubrir que su protagonismo era nulo, demostrando lo poco
que les importan la experiencia y la convivencia, pues sólo piensan en sus miras televisivas.
Ayer, Luis Rollán,
se quejaba en plató de dos cosas: Por un lado, decía que Aguasantas había sido un mueble
en su edición, y por otro hablaba de que no se puede dar dentro de la casa información del exterior. A mí me daba
la risa floja, esa risa que te entra cuando te encuentras ante una situación
surrealista y te rindes ante lo que estás viendo o escuchas. Voy por partes:
Ojalá todos los concursantes de esta edición fuesen igual de
muebles que fue Aguasantas porque
nos iría muchísimo mejor. Para mí ella fue una gran concursante pero, de haber
sido un mueble, mucho más lamentable es que haya sido ella, precisamente, quien
haya tenido que entrar para darle cierto protagonismo a Raquel Bollo. ¿Si calificamos a Aguasantas de mueble qué habría que decirle a Raquel?
Por otro lado, las
reglas del concurso están más que pisoteadas. Me parece estupendo que los
familiares exijan al programa que se cumplan estas normas, faltaría más, pero
con la entrada de los huéspedes no sólo se ha permitido que se produzca este coladero de información sino que se ha propiciado. La organización ha
consentido que esto suceda, lo ha provocado para ver si así despertaban del
letargo en el que están viviendo el
grupo peor seleccionado para emprender un reality. Y este tironcito de
orejas va, por supuesto, para el equipo
de casting porque aunque los concursantes tengan parte de culpa al no estar
ofreciendo lo que se podía esperar de ellos, también es cierto que ellos actúan
libremente, como sienten o como quieren, y no son responsables de haber sido elegidos.
Si es que es lamentable
que esta semana el programa tenga algo más de interés porque se haya
introducido la presencia de personajes que
nada tienen que ver con la edición, que no concursan, y han adquirido mayor protagonismo que cualquiera de
los que están luchando por llevarse el maletín. ¿Y la semana que viene qué
pasa? ¿Seguirá entrando gente para mantener la convivencia activa?
Esto no es Gran
Hermano, y no lo es literalmente porque casi que se le ha cambiado el
nombre al programa. Ayer, Sandra Barneda,
abría El Debate diciendo: “Empieza El Debate de ‘El Gran Hotel
Balneario VIP’”. Y visto lo visto, pienso que lo mejor sería mantenerle
este nombre y dejar de manchar Gran
Hermano, me parecería la mejor decisión que podrían tomar, y una vez
desencasillado el programa del formato que hagan con él lo que les dé la real
gana… aunque eso ya lo hacen, la verdad.
Sinceramente, no entiendo que pueda haber gente pidiendo que
se haga una repesca… no es
necesario. Lo que habría que pedir no es una repesca sino una doble expulsión semanal para acelerar
esta agonía y que vayan saliendo todos, cuanto antes, de esa casa, se corra un
tupido velo y olvidemos el daño que se está haciendo al formato. Que acabe este
teatro salvamizado de una vez. Me da
pena ver cómo se quema un formato con este tipo de cuentos. Espero que si
deciden continuar con la misma mecánica, y el año que viene se presenta GH VIP 5, sea para remar a favor del
formato y no para ofrecer en la parrilla de Telecinco un Deluxe paralelo, enmascarado con el nombre de un programa
fantástico.
A continuación os dejo un tweet de David Cano, “El Gato
Encerrado”, con el que estoy totalmente de acuerdo:
Me parece una falta de respeto a los concursantes y a la audiencia que el protagonismo sea de dos Matamoros que no son concursantes.
— David Cano (@DVDCano) febrero 14, 2016
A mí también me parece una
enorme falta de respeto a los espectadores lo que se está haciendo con el
programa porque yo no pongo la televisión, precisamente, para ver esta patraña.
Me siento engañado como espectador
porque no emiten el programa que anuncian.
Los vídeos no
muestran la convivencia, en El Debate
no se analizan los últimos acontecimientos de la casa sino que se trata de
hurgar en la vida privada de algunos participantes, la organización tapona el juego y la estrategia, y las reglas están pisoteadas. Esto es de
todo menos Gran Hermano, y para mí
no es justificación que sea GH VIP,
ya que yo soy el primero en decir que son dos conceptos distintos, pero con una
raíz común que no se está respetando, la cual posteriormente perjudicará al formato original.
Y a pesar de que pienso que estamos ante un casting malísimo, pero que esto
también se fomenta por el contenido que
se nos quiere presentar, ya que una cosa es ser un mueble y otra muy distinta ser invisible.
Los concursantes harán pocas cosas, pero algo hacen, y no es normal que en un
programa dedicado a GH VIP hasta
pasadas las 01.00h de la madrugada
no se empezasen a emitir vídeos sobre los últimos acontecimientos de la
convivencia, para centralizar el debate en la vida, obra y milagros de Laura Matamoros, lo cual, lógicamente,
también provoca que el espectador maneje el voto en torno a ella porque no
estamos viendo otra cosa. Yo pocas veces he criticado el trabajo de edición de
vídeos o escaleta, pero el problema está en que se ha decidido obviar la parte fundamental de este concurso, la
convivencia, y ante eso no me queda más remedio que decir que la emisión
está totalmente fuera de lugar.
Y por cierto, a partir de ahora podría entrar semanalmente el padre de cada uno de los concursantes
a pasar unos días con él en la casa. ¿Por qué Laura Matamoros ha tenido ese privilegio? O, bueno, cuando un
concursante tenga un bajón en la casa sólo debe pedir su abandono para poder recibir la
llamada telefónica de un familiar, como le sucedió a Raquel Bollo…
Lo dejo aquí porque me enciendo sin necesidad. Ya siento mi
lucha bastante absurda porque poco caso nos están haciendo, tanto que se ha
presumido de que en Gran Hermano la
audiencia es lo primero y siempre se la escucha...
Así que, con un toque de nostalgia he querido cumplir una de las peticiones que llevabais
tiempo haciéndome, para recordar el
verdadero Gran Hermano, el que nos gusta y nos emociona. Os dejo aquí tres vídeos donde hago un repaso a
todas las ediciones naturales del concurso y os cuento quiénes fueron mis favoritos:
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