Yola Berrocal, Mario
D’Amico, Mila Ximénez y Víctor Sandoval se enfrentan a la expulsión del
próximo jueves, en la que sólo uno de ellos abandonará la isla para enfrentarse
a un televoto con Yurena y Miriam.
Llegados a este punto del concurso, en el que ya ha pasado el proceso de
adaptación, considerarían injusta cualquier combinación propuesta, que no fuese
la salida directa de Mila del
concurso.
Estoy cansado de escuchar, reiteradamente, las quejas de Mila por estar en “Supervivientes”. Desde el primer día ha estado amagando con su
abandono, sin llegar a hacerlo nunca efectivo, y para colmo, ahora ha llegado a
pedir a los espectadores, entre lágrimas
como siempre, que la echen, aunque a mí no me termina de resultar
convincente…
No soporto que todo lo que haga Mila sea justificable, que cada vez que mueva un dedo sea aplaudido
como si hubiese hecho una obra maestra y que se solapen sus errores para intentar
salvarla diciendo que tiene que haber dentro alguien que maneje el movimiento de las tramas… ¿En serio? ¿Qué tramas? Si al
margen de su drama personal, en los momentos que ella se ha entrometido lo ha
hecho de forma artificial y sobreactuada,
eliminando toda la realidad del reality, o tratando de recabar contenido que
pudiese emitirse en “Sálvame”, en
vez de preocuparse por el propio concurso en el que está participando en este
momento.
A cualquier otro concursante que, con tanta insistencia,
hubiese demostrado su deseo de abandonar y hubiese pedido al público su
expulsión, se le estaría machacando. Ella misma lo ha hecho, por ejemplo, con Anabel Pantoja por dar algún nombre, ya
que la lista sería bastante larga.
Ayer, Mila fue
incapaz de realizar la prueba, sin embargo, se dijo que el equipo fuego se
había dejado ganar porque ella tenía vértigo. No es así, no se dejaron ganar,
simplemente no pudieron hacer la prueba porque Mila lastra al equipo y les fue imposible continuar adelante, no
fue una cesión de victoria sino una imposibilidad de continuar.
No tiene ningún sentido que se justifiquen los errores de Mila como concursante haciendo alusión
a su edad. Quizás esté más limitada a la hora de hacer determinadas pruebas
físicas, pero no para trabajar en la supervivencia diaria, en la búsqueda de
alimentos, en el mantenimiento del fuego, en las labores de cocina y en la
fuerza psicológica, entre otras cosas. Mila
no es la primera concursante de una edad avanzada que participa en este
concurso, hemos visto a otras personas de edades similares a la suya que han
llegado muy lejos en este concurso y fueron capaces de presentarnos un gran concurso e, incluso, ganarlo.
Tampoco me puedo callar en decir que me parece absolutamente
fuera de lugar la posición que está tomando Jorge Javier Vázquez ante la edición. Entiendo que él sea amigo de Mila pero tiene que demostrar un rigor con su puesto como presentador del
reality y un respeto para el resto de participantes, porque su
posicionamiento es descarado y, ayer mismo, en “Sálvame” se enfrentaba hasta a una señora del público para defender
a la CONCURSANTE, y destaco lo de
concursante porque es lo que es Mila
en “Supervivientes”, una concursante
más del programa que él presenta, donde hay más concursantes que deberían tener
las mismas oportunidades de juego sin la
influencia interpuesta del conductor del programa.
La no expulsión de
Mila sería injusta para Mario, que es uno de los más trabajadores del grupo
y uno de los que más demuestra querer continuar luchando por sobrevivir, por
superar retos y por avanzar en el juego.
La no expulsión de
Mila sería injusta para Yola, una concursante con un corazón enorme, que
nos entrega su alma y comparte con el espectador todas sus inquietudes, quien
tiene que aguantar constantes desprecios por parte de sus compañeros de forma
inmerecida, y que demuestra pasión por cada momento que vive en el programa.
La no expulsión de
Mila sería injusta para Víctor, que a pesar de ser dramático y haber
manifestado en alguna ocasión su deseo de abandono, es uno de los que más
agradece el apoyo que le está demostrando la audiencia con cada salvación y
saca ganas para superarse y entregar lo mejor de sí mismo al público que ha
puesto su confianza en él.
La no expulsión de
Mila sería injusta para Yurena y Miriam, que hacen uno de los tándems más
surrealistas y divertidos de la historia de los realities, aportándonos
momentos en los que nos es imposible no soltar carcajadas, superando sus miedos
y dando espectáculo.
La no expulsión de
Mila sería injusta para todos los aspirantes que quedaron en la reserva del
concurso, y tienen que ver cómo el lugar que ellos podrían haber ocupado lo
está utilizando una señora para ser mantenida por el grupo y estar quejándose
sin medida de cada dificultad que le presenta el concurso.
La no expulsión de
Mila sería injusta para Mila, porque ella misma está dejando su imagen
pública bastante afectada y, los que la quieren, deberían abogar por sacarla
del programa antes de que quedase mucho más perjudicada.
Y, ante todo, la no
expulsión de Mila sería injusta para los espectadores, que tenemos que
sufrir al ver cómo es protagonista una concursante que no quiere estar allí,
que su desidia es la definición de su paso por el concurso, que su drama supera
al de Geno en “Operación Triunfo”, que protegen y justifican hechos que no
deberían permitirse y que elimina al reality la verdad que debería poseer.
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