La final está a la vuelta de la esquina y uno de mis claros
favoritos, Fortu, ha tirado por la
borda todos sus méritos por la actitud que ha demostrado esta última semana. La
clasificación de esta edición es de las más injustas que hemos visto en años de
reality porque tres de los seis
concursantes que siguen participando no están siendo expuestos al juicio del
público, por lo que han llegado a este punto de rebote. Visto lo visto, espero
que la ganadora sea Isa Pantoja y Nacho
Vidal el segundo clasificado, y hoy os explicaré por qué.

Por otro lado, tenemos a Fortu, a quien sí le quiero dedicar algunas líneas más en el post
de hoy porque me ha decepcionado
mucho esta última semana. Para mí ha sido una estafa de concursante. No dejaré de aplaudirle el juego que ha
dado, ya que nos ha aportado mil veces más que Rubén, Christopher y Rafi, pero cuando actúas con un papel se te acaba desenmascarando, así
que merece ser el expulsado de esta semana.
Fortu lleva toda
la semana construyendo su personaje
victimista, aislado del grupo, sufriendo por haber sido nominado, fingiendo
desmayos, haciéndose ver como el mejor superviviente… y durante la gala hizo la
interpretación final, siguiendo en
la línea de actuación que había llevado a cabo durante la semana, para acabar
gritando “GRACIAS ESPAÑA” al creerse
expulsado, fingiendo un llanto y
suplicando no volver a La Palapa cuando le desvelaron que continuaba
concursando y debía enfrentarse a un televoto con Lola y Nacho, y finalmente, mendigar votos a los espectadores
prometiendo luchar hasta el final. Me pareció muy penoso.