El paso de Alejandro
Albalá por Supervivientes no
había terminado, pues tras la despedida de su novia, Isa Pantoja, entre lágrimas, todos nos quedamos a la espera del “Tuku Taka” que tanto pedían.
Finalmente, ayer les permitieron disfrutar de media hora sin cámaras, pero con micrófonos, dentro de una tienda
de campaña durante El Debate.
Debate, en el que también vimos una fuerte
discusión de Nacho Vidal con todos los hombres, quien por decisión del
programa ha sido apartado de la
convivencia.
Tras un mes y medio de concurso, los ánimos de los
concursantes flojean y cualquier cosa puede hacer estallar una guerra campal, como la que pudimos ver
ayer en un extenso enfrentamiento que tuvo Nacho
Vidal con todos los hombres de la isla, el cual se emitirá hoy con más
detalle en “La Última Hora”.
En la discusión vimos a Nacho
perdiendo los nervios de forma poco justificable, encarándose, uno a uno, con
todos los hombres del grupo, tras haber ofrecido su voto para las nominaciones
a Suhaila. Tras el sinfín de giros
inesperados que ha dado el participante a lo largo de la edición poco te puedes
fiar de él, y llega un punto que te cuesta entender por qué camino lleva su
estrategia y qué objetivos pretende conseguir, pero la realidad es que es una fuente inagotable de vídeos,
simplemente, que éstos no son precisamente plausibles. No creo que debamos
criticar a Suhaila por aceptar el
voto de Nacho Vidal en las próximas
nominaciones, ya que ella no ha ido falseándole para obtener el punto sino que
él, libremente, se lo ha ofrecido, y ella, por estrategia y abiertamente
ante las cámaras, ha decidido aceptarlo porque es consciente que su grupo queda en minoría y es una forma de
protegerlo.
En esta discusión se cruzaron muchas acusaciones. Yo refería
en Twitter, al verlo, que Nacho había sido poseído por Nicky y Bea La Legionaria de GH 6, ya
que además de hablar en un tono muy alto,
decía: “¿Dónde está la lata de remolacha?”,
al estilo “papeles de la paella”,
además de señalar a Rubén como “pistolo”, tal como hizo Bea para ofender a su compañero en GH.
Precisamente, lo de “pistolo”
pareció ofender mucho a Laura, la
novia de Rubén, quien decidió abandonar
el plató (para luego regresar) tras escucharlo de la boca de varios
colaboradores, aunque principalmente decidió enfrentarse a Belén Rodríguez. Yo puedo entender que los defensores suelen ser
familiares de los concursantes y que no les debe gustar escuchar críticas o
verles en ciertas situaciones pero lo primero que deben hacer todos es
concienciarse de dónde están entrando, antes de aceptar entrar en un reality, y tomárselo todo con más sentido del
humor.
En el caso de Rubén,
estamos viendo a un concursante que juega a dos bandas, que evita hablar
delante de las cámaras y que poca personalidad ha demostrado al dejarse
influenciar por Fortu para nominar a
Lola en contra de su voluntad, sin
ser capaz de trazar su propia estrategia. Está en su elección unirse a un grupo
u otro pero el público, y sus propios compañeros, van a criticar sus decisiones
y podemos decir que está actuando como un
falso y un traidor. Todo el que ve
el reality tiene derecho a criticar lo que dice o hace desde el primer minuto
que pone un pie en la isla hasta que sale del último plató de televisión, pues
le guste o no, es una consecuencia de decidir entrar a un programa que consiste
en luchar para convencer a la audiencia
de que te alce ganador de un premio de 200.000€, por lo que el público tiene que juzgarte.
Nacho, en la
discusión que tuvo con él le llamó en diversas ocasiones “pistolo”, y en plató se bromeó con el calificativo. Yo vi normal
que los colaboradores jugasen con el mote para referirse a Rubén porque es un concursante prácticamente invisible y en el único minuto que ha tenido protagonismo le han llamado “pistolo”
y el actuó repitiendo la palabra con desprecio. En ningún momento se le llama “pistolo” a Rubén para ofender al cuerpo militar, como intentó hacer ver su
novia de forma muy demagoga, sino que se le dirige a él como ha podido suceder
con tantos concursantes a lo largo de la historia de los realities, que se les
ha puesto motes de forma espontánea, por ejemplo, a Jorge Berrocal nadie le quita la pierna de encima, pasando por “Fresita”, “La Legionaria”, “La Marquesa”,
o llegando incluso a Belén Esteban
que durante su paso por GH VIP se le llamó desde “La Bruja del Pueblo” a “La
Potorra”.
Sobre todo, quiero recordar que esto es un reality show, que todos los que
hablamos de los acontecimientos del programa y criticamos a los que libremente
deciden participar, lo hacemos como CONCURSANTES,
pero jamás se entra en juzgarlos como personas, porque no conocemos su vida
privada, ni la están exponiendo, así que, que entiendan que todo esto forma parte del espectáculo que están generando y que no se lleven al terreno personal lo que
se pueda comentar de ellos.
Raquel Sánchez Silva
pidió a los colaboradores que pidiesen disculpas
a Laura si se había sentido ofendida, y así lo hicieron, pero tampoco me
pareció correcto el enfoque que se le dio a estas disculpas, ya que la
presentadora decía que no podían criticar el comportamiento de Nacho para después actuar como él.
Vamos a ver, yo ayer no vi a ningún colaborador gritando en la cara a una
persona del plató con actitud agresiva, sino que se extrajo de una discusión un mote para utilizarlo con tono de humor,
aprovechando con él para criticar el poco interés que despierta Rubén, al que bien podrían llamar “palmera” por su poco movimiento, pero
llaman “pistolo” porque la discusión
que estaba teniendo con Nacho rozó
los límites del surrealismo. Así que, como consejo para futuras ediciones de
cualquier reality: Si eres muy susceptible,
no quieres que te pongan motes indeseados y no deseas que la gente te juzgue o
critique por tu comportamiento como concursante, mejor no participes.
Para acabar de hablar de Rubén, pregunto: ¿Si tan necesario es en la isla por qué es más
protagonista su novia en plató por sus enfados absurdos que el propio
concursante por su comportamiento en el programa? Ya sobra, porque es una pena que estemos perdiendo concursantes que
dan juego, como Carmen Lomana, o Lucía que ha tenido que irse a El
Palafito, siguiendo él como parte del núcleo de la edición sin merecerlo.
Para despedirme, quiero enlazar el post que escribí sobre la gala, porque me reafirmo en lo dicho
sobre Elisa y es que veo necesario
que sea la próxima expulsada del
concurso porque ha llegado un punto que aburre. No me interesa verla bailar
sevillanas. Sí, es muy simpática, pero cada vez aporta menos contenidos. Para
no repetirme, os invito a pinchar aquí para leer las razones por las que ha llegado el momento de sacarla
de El Palafito. Ah, y decirle a Pilar Yuste que para defender a tus
representados debes realzar sus virtudes como concursantes pero no buscar el
cómo atacar a los colaboradores dando golpes bajos en los que tratas de hundir
al resto de participantes para engrandecer a los tuyos. Cada cual tiene derecho
de decir a quién prefiere mantener dentro del juego.
El próximo jueves, veremos qué sucede con Nacho quien está apartado de la
convivencia y a la espera de una decisión por parte de la organización, veremos
quién será expulsado y una nueva
ronda de nominaciones que terminará
de definir qué bando gana la batalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario