Los cambios en la mecánica de “Pasaporte a la Isla” no paran de sucederse, de forma un tanto
absurda. Las últimas novedades han sido la vuelta
de los expulsados a la finca, para luchar por un segundo pasaporte a SV
2016, y que se terminó el juego por parejas.
La mayoría de los
aspirantes, tanto los expulsados como los que sigue en competición,
continuamente se quejan de lo mal que lo
están pasando, de lo que sufren, del hambre que tienen, de lo que echan de
menos a su familia, etc. Me parece una vergüenza que se vaya a premiar a esta
tipo de concursantes con el privilegio de tener una plaza asegurada en un reality tan disputado como Supervivientes
2016, concursantes que no valoran la oportunidad que les están presentando
y que no luchan por ir a la isla sino por salvar semanas dentro de este
reality, habiendo fuera tantas personas deseosas de vivir la experiencia y,
seguro, darían el 100% por remar a favor del juego.
Esta falta de
compromiso con el reality, por parte de los participantes, ha aumentado
desde que supieron de la vuelta de los
expulsados, pues implicaba que su
presencia en el reality y el consecuente ingreso económico semanal no iba a
desaparecer tras el rechazo de la audiencia frente a una nominación, por lo
que la pasividad, la falta de ganas y las quejas han crecido notablemente. No
tienen nada que perder.
Esta semana las nominadas son Mari Carmen y Two Yupa. Para muchos, Two Yupa debería coronarse como la ganadora de este reality por su
esfuerzo en las pruebas y su espíritu de superviviente pero, bajo mi punto de
vista, enviar a una concursante como Two
Yupa a la próxima edición de supervivientes sería un gran error, pues estaríamos plantando una palmera más en los Cayos
Cochinos desde el minuto uno.
Two Yupa es una
concursante pasiva, no se pringa, evita
los conflictos y trata de llegar a la final de puntillas y, para mí, este
tipo de concursantes no tienen ningún mérito. Sin embargo, Mari Carmen puede darnos momentos en los que nos haga reír y otros
en los que deseemos expulsarla pero siempre consigue provocar en el espectador algún
tipo de reacción y, precisamente, es esto lo que necesitamos en la próxima
edición de Supervivientes, concursantes activos, dispuestos a entregarse
a la aventura y a implicarse en la convivencia. No olvidemos que nuestro
papel en este reality es el de seleccionar a un concursante de la próxima
edición del reality, es como si fuésemos
parte del equipo de casting y tenemos una decisión importante en nuestras
manos, sobre todo porque de ese concursante dependerá parte de nuestro
entretenimiento del año que viene, cuando nos sentemos a ver las peripecias de
los famosos en Honduras.
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