Suso y Raquel hacen carpeta para expulsar a Sofía

Tras analizar la tercera semana de convivencia, no paran de sucederse acontecimientos en la casa de Gran Hermano. En este caso, ha empezado a nacer una nueva carpeta llena de interés, la de Raquel y Suso, organizada para conseguir la expulsión de Sofía.

Desde el minuto uno, hemos visto a Suso manejar sus movimientos en la casa según unos intereses de repercusión mediática, para que una vez que salga de la casa ganar dinero haciendo platós y bolos, en vez de luchar como concursante por ganar el programa.

Su relación con Sofía fue variando dependiendo de los feedbacks que iba recibiendo: de una relación de pareja pasar a negarse a compartir plano con ella, acabar haciendo edredoning, y tratar de terminar como amigos castos. La última información que tiene del exterior es que Sofía, en las dos nominaciones anteriores, ha sido la menos votada y que el público le ha abucheado a él tras saber que no estaba nominado. Suso no ha parado de repetir que ha hecho a Sofía ganadora y compararla con Paula (cuando las historias no son comparables), por lo que ahora ha comenzado un acercamiento con Raquel, lo que le servirá para alejarse, aún más, de Sofía y tratar de que sea la tercera expulsada, pensando que si vende una posible relación con Raquel la audiencia preferirá mantener a esta última en la casa para ver el desarrollo de la historia sin el impedimento que puede suponer que la “ex” esté presente.

Raquel es una gran decepción como concursante. Suso no lo ha sido porque desde el primer momento se le vieron las intenciones, y más sabiendo que fue a “Mujeres y Hombres y Viceversa”. Pero Raquel sí, porque nos ha vendido valores que no tiene, sufrimiento sin lágrimas, aislamiento que ella ha buscado y ahora una relación por interés con Suso, sin sentimientos reales.

No me creo la relación porque la “confesión” de sus sentimientos la hacían entre sonrisas y miradas cómplices a las cámaras, sabiendo en todo momento qué decía, por qué lo decía y qué impacto pretendían provocar en el espectador. Se muestran en actitud cariñosa pero no llegan, por ejemplo, a besarse, algo tan básico en una relación que acaba de nacer porque ambos, en teoría, sienten lo mismo y quieren estar juntos. Y lo más importante es que se abrazan y hablan de que Raquel está salvada de la expulsión, mientras se les escapan miradas a las cámaras. Esta relación me recuerda a la de Julio “El Feroz” y Flor en Gran Hermano 12, quienes se ganaron la expulsión disciplinaria por tratar de engañar a los espectadores.

Llevo toda la semana defendiendo la expulsión de Amanda, pero es algo imposible porque habéis decidido abrir la guerra entre Raquel y Sofía y que salga una vencedora. Los porcentajes ciegos anoche estaban así: 52,2%, 44,7% y 3,1%. Está claro que el porcentaje menor pertenece a Amanda, y si ahora me tengo que pronunciar pido la expulsión de Raquel, aunque en un principio no pensaba hacer campaña, ni por Raquel ni por Sofía, pero su comportamiento es penalizable.

Prefiero a una concursante como Sofía, sin filtros, que se olvida que está en Gran Hermano y comete mil errores en la convivencia que una concursante como Raquel, sin escrúpulos, capaz de fingir desde un llanto a una relación de pareja para manipular la visión del programa a los espectadores y continuar salvando semanas.