Esta semana ‘Hablamos
de Tele’ con un amante de Gran
Hermano. Se llama David Cano,
aunque muchos lo conoceréis por ‘El gato
encerrado’, pues es el autor del blog más conocido dedicado a reflexionar
sobre todo lo que sucede dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.
Defíneme
qué es para ti Gran Hermano.
Es un programa de entretenimiento que nos
permite reflexionar sobre lo que nos pasa y aplicar recetas de un lado para
otro sin pudor ninguno. Es decir, aplicamos recetas que hemos aprendido para
vivir a lo que pasa en el concurso. Y, del mismo modo, aplicamos recetas
aprendidas en el programa a nuestras propias vidas. Todo ello con un fin
principal, que es divertirnos.
¿Es justo hablar de GH como un programa de ‘telebasura’?
Ni justo ni injusto, es una estupidez.
Cuando alguna vez alguien cercano me ha censurado que me esté dedicando a esta
supuesta basura he contestado siempre que alguien se tiene que ocupar de la
basura, y cuanto mejor la tratemos mejor. Lo que para uno es basura puede ser
una joya para el otro.
Lo malo no es que algunos opinen eso sino
que me quieran convencer de ello y desprecien mi opinión contraria. A mí
telebasura me parecen otras cosas. La manipulación informativa inducida por del
poder político en las televisiones públicas es una montaña de basura infecta y
hedionda, por ejemplo.
Cuando me enteré de lo que era Gran Hermano
renegué del formato porque me parecía una demostración de lo que es capaz de
hacer un ser humano para conseguir dinero y un momento de gloria, en este caso
bastante prolongado. La idea del encierro no me agradaba en absoluto. De hecho,
no vi en aquel momento el estreno, la gala de presentación de esa primera
edición. Organicé una comida entre amigos para evitar verlo.
Cuando el programa llevaba tan solo unos
días, llegué a casa el domingo y estaba puesto en la tele el resumen que había
entonces repitiendo lo ocurrido durante la semana y con las novedades del fin
de semana, ya que el debate aparecería unas cuantas ediciones después. Me quedé
prendado, hipnotizado por lo que veía. Dos concursantes me atraparon por
completo, que fueron Iván e Ismael. Ver que habían conseguido tanta complicidad
en tan poco tiempo hizo que me interesara apasionadamente por lo que estaba
pasando en esa casa. Y así hasta hoy.
Comparando
esa primera edición con lo que hoy en día es Gran Hermano, ¿qué ha cambiado?
¿Crees que se logra mantener esa esencia que tanto reclama el espectador?
La esencia nos la estamos cargando los
espectadores, sorteando jamones a cambio de votos y esas cosas. El programa ha
evolucionado y yo lo agradezco. Si no lo hubiera hecho creo que le habría
costado llegar a la décima edición. Yo apoyo siempre la evolución, aún a cambio
de que se pierdan algunas señas de identidad del programa. En los tiempos que
corren, por ejemplo, sería absurdo mantener la vuelta a lo básico. Estamos en
plena revolución tecnológica e informática, la revolución más veloz que ha
vivido la humanidad. No quiero ver a gente lavando la ropa a mano cuando una de
las conquistas más modestas y más grandes de la sociedad ha sido el invento y
la popularización de la lavadora.
Gran Hermano necesita sorprender para
mantener la atención. De eso depende que el share de audiencia sea
satisfactorio, lo cual garantiza que habrá una nueva entrega. De no lograrlo
tendríamos el programa ideal de los puristas al tiempo que la última de las
ediciones.
Hablando
de la esencia del programa, ¿crees que Gran Hermano sobrevivirá a la marcha de
Mercedes Milá o GH terminará con la despedida de Mercedes del formato?
Yo creo que Mercedes no se despedirá nunca.
Soy como Punset, confío en que algunas personas sean eternas.
¿Cómo
nace el proyecto de “La gatera digital” y el incluir en él un blog para
comentar el reality?
Creé laGatera como un banco de pruebas
mientras aprendía código html, php y otros. Primero pretendí que fuera un
portal porque era lo que se llevaba (acababan de aparecer Terra y otros), y
luego vi que era un proyecto demasiado ambicioso que necesitaba ser
redimensionado. Cuando iba a empezar la segunda edición hice un intento de
hacer algo, pero solamente abrí un foro, que también era lo que estaba de moda
entonces en la red. No fue hasta la tercera edición que me animé a abrir un
blog para comentar el programa, aunque entonces no sabía lo que era un blog.
¿Cómo
vives la evolución que va teniendo el blog y la repercusión, cada vez mayor,
que va generando, hasta convertirse, para los fans, en una lectura obligatoria
como si fuese una parte más del programa?
Pues he dejado de pensar en ello. Verás,
durante los meses de programa vivo en una tensión que me impide estar pendiente
de muchas cosas. Me gustaría poder hacerlo, pero me es imposible. Lo comparo
con ir en bicicleta, que si dejas de pedalear te caes. Pues bien, yo no puedo
dejar de pedalear, y mientras lo hago me resulta complicado atender a otras
cosas que me gustaría.
La cuota de vanidad ya la cubrí hace
tiempo, por lo cual ahora solo tengo una preocupación diaria, la misma edición
tras edición: hacer las cosas bien. Me preocupa siempre no equivocarme o que no
flojee mi intuición. Y no escribir peor que antes, algo que me parece cada año
hasta que leo algo del anterior y pienso que no estaba tan mal. Cuando va a
empezar una edición siempre digo que todo irá bien y solo puedo fallar yo.
Durante tres meses, o cuatro, o los que sean, me ocupo de que eso no suceda.
El
gran salto de “El gato encerrado” fue cuando se mudó a la web de Telecinco,
donde continúa actualmente. ¿Cómo viviste ese cambio? Háblanos también de la libertad
que tengas a la hora de escribir, ya que estás escribiendo en la web de la
cadena.
El gran salto fue antes, cuando Mercedes
Milá empezó a mencionar el blog de forma explícita y el tráfico creció tanto
que tuve que migrar la web a un servidor dedicado tan potente como exigían las
circunstancias, pero que no podía pagar. Si no me llaman de Telecinco para
proponerme hacer GH 10 hubiera tenido que chapar porque teníamos un tráfico
impresionante para una página pequeña y un proyecto absolutamente personal,
como era ese.
Por eso no puedo estar más agradecido,
primero a Mercedes por promocionar el blog a cambio de nada, y luego a Ana
Bueno por llamarme cuando acababa de terminar GH 9 y haberme permitido seguir
viviendo esta aventura y, además, desde dentro de esa casa.
En cuanto a la libertad es total y
absoluta. Yo sigo haciendo lo que me pidieron entonces, que fue continuar
escribiendo el blog como si lo hiciera en mi web personal. Sé que mucha gente
no se lo creerá, pero desde el primer día no me han movido ni cambiado una sola
palabra. Ni una coma. Y tampoco he recibido nunca una llamada para pedirme que
contase algo o lo dejase de contar. Al principio hasta me sentaba mal, porque
parecía como si no existiese. Luego me he dado cuenta de lo fantástico que es,
la comodidad que comporta y cuánta felicidad me da ir a mi bola.
¿Hasta
qué punto has notado que tus críticas hayan influido en el ritmo del concurso,
ya sea directamente en la opinión de los espectadores o en el enfoque que le
daba la organización a la dinámica del programa?
No influyes en el espectador, y mucho menos
en el programa. Una cosa es crear opinión, marcar las pautas de lo que la gente
comenta, y otra influir. Los espectadores son adultos e inteligentes como para
dejar de tener opinión propia o condicionarla a lo que opine nadie. Y el
programa ha demostrado siempre que hacen lo que les da la gana, y me parece muy
bien que así sea.
¿Cómo
es el momento en el que termina una gala y sabes que al día siguiente debes
entregar la crónica de lo que acaba de suceder? ¿Cómo te organizas para
enfrentarte al folio en blanco?
Pues lo que te decía antes, siento el
vértigo de tener que seguir pedaleando para no caerme. Tomo notas mientras veo
el programa, igual que durante todo el día viendo el directo, pero no tantas
como debiera. Confío mucho en una idea, posiblemente peregrina, sobre la
memoria. Lo que permanezca en mi memoria es aquello que merece ser contado. Ese
filtro es básico para mí, aunque seguro que me hace estar equivocado a veces.
Los comentarios de seguidores, ya sea en el
blog o ahora mismo en las redes sociales, también me ayudan a centrar el foco y
son fuente de inspiración desde siempre. Entre mis notas y los comentarios
tengo mimbres suficientes para empezar a hacer ese cesto. Y me enfrento cada
día a la pantalla en blanco confiando en que las manos escriban solas siguiendo
órdenes de mi mente. Casi como esa escritura automática de la que hablan los
aficionados a las ciencias ocultas. Cuando eso sucede es mágico. Escribiendo a
borbotones, casi sin pensar, es como salen los mejores textos. Luego tiene que
darse la difícil conjunción de que las ideas y las palabras fluyan por igual.
Por desgracia, hay días que tienes muchas ideas, pero las palabras oscurecen
los pensamientos y no se ordenan. Otros días no hay muchas ideas, pero las
palabras salen solas y se ordenan bien. Cuando coincide una cosa y otra la
satisfacción es enorme.
Aunque
el blog tiene la posibilidad de plasmar un comentario, con la llegada de las
redes sociales recibirás más feedback en todo momento. ¿Cómo es esa relación
con los lectores y el impacto de las redes sociales?
Ya te digo que es básico, aunque haya que
soportar tanto insulto y tanta desconsideración. Si se logra superar el impacto
de lo negativo, es genial poder recibir tanta inspiración de gente
brillantísima que escribe en los medios sociales. También es una gozada vivir
momentos clave, como la madrugada de las cuatro horas en esta edición, junto a
decenas de personas que seguíamos lo que estaba pasando, sin dormir y
comentándolo en Twitter. Un lujazo.
Esta
edición, además de escribir en el blog has podido tener una sección en Morning
Glory. ¿Qué tal has vivido la experiencia en la radio?
Pues mira, lo de la radio ha sido para mí
cumplir un sueño. Creo que no lo he dicho antes, ni siquiera a las personas que
lo han hecho posible y me lo propusieron hace tres meses (como Sonia Got y
Gorka Zumeta), pero ha sido así. Soy amante de la radio desde los doce años, y
ponerme delante de un micrófono unos minutos a la semana ha sido fantástico.
También debo decir que esto es como lo del póquer, que jugar está muy bien, lo
que debe ser ya increíble es ganar. Pues en esto de la radio lo increíble sería
hacerlo bien. De momento aprendo todo lo que puedo y me esfuerzo por ir corrigiendo
cosas.
¿Eres
fan de los realities en general o de Gran Hermano en particular? ¿Qué tiene GH
que no tengan otros realities?
Soy amante de Gran Hermano. Enfermo de Gran
Hermano, como dice Gilda Santana. De entre los otros realities también sigo con
pasión Supervivientes. Lo que tiene Gran Hermano que no suelen tener los demás
es una ventanita que te tiene conectado con lo que sucede en esa casa las 24
horas del día. Por otro lado, no me gustan los programas tipo “tróspidos” en
que al espectador se le ofrece todo ya masticado. Creo que algunos están muy
bien hechos, pero me gusta ir descubriendo yo las cosas con horas de
observación.
Gran Hermano es un juego de exclusión
competitiva entre un grupo de personas que viven en una casa sin contacto con
el exterior y cediendo su privacidad. Una experiencia de la que el espectador
puede ser testigo las veinticuatro horas del día, además de ir decidiendo el
destino de los concursantes con su voto en las expulsiones y finalmente decidiendo
el ganador. No hay otro formato igual.
Todas las que puedo. Duermo una media de
tres horas entre semana. El resto del tiempo estoy casi siempre pendiente de la
ventanita con el directo.
Después
de dedicarle tantas horas, ¿cómo será tu vida la semana que viene, que ya habrá
terminado la edición?
Pues una vida en la que recuperar algo de
vida social, leer muchos libros pendientes, ver muchas películas y series de
televisión que he ido guardando para ese momento. Por fin podré dejar de
pedalear algunos ratos, algo que echo muchísimo de menos.
¿Quién
crees que merece convertirse el próximo jueves en ganadora de Gran Hermano 15 y
por qué? ¿Coincidirá tu deseo con el de la audiencia?
Yo quiero que gane Paula, pero la mitad de
las veces el deseo de la audiencia no coincide con el mío. Creo que hay empate
en eso, más o menos. Paula ha sido la gran protagonista de esta edición. Ha
sido una concursante fantástica, que lo ha dado todo y ha sentido al tiempo que
nos hacía sentir a muchos. No sé por qué, pero me gustó y me hizo gracia desde
muy pronto.
¿Qué
ingredientes tienen en común los ganadores de Gran Hermano, para haber logrado
alzarse con la victoria? En otras palabras, ¿crees que hay alguna fórmula para
ganar el programa?
No, en absoluto. Es más, creo que muchos de
los ganadores lo fueron con arreglo a unas circunstancias y coincidiendo con un
momento en que la audiencia demandaba ese tipo de concursante para convertirlo
en ganador, pero no habría pasado lo mismo un par de ediciones después. O
antes.
¿Una
vez que los concursantes salen de la casa sueles tener alguna relación con
ellos? ¿Cómo asumen tus críticas?
Tengo relación personal con algunos
concursantes, muy pocos. Por lo general, una vez acabada la edición no me
interesa nada lo que pase con ellos. Solo un puñado de veces he traspasado esa
barrera. Es la excepción que confirma la regla. Respecto a las críticas, la
mayoría no las asumen bien, aunque también he descubierto concursantes a los
que di bastante cera y luego han demostrado entender que es parte del juego en
el que ellos han aceptado entrar. Pero entiendo que a muchos les cueste leer
críticas a su persona, y comprendo que a veces reaccionen mal. Creo que me
pasaría lo mismo en su caso.
¿Siendo
absolutamente fan del programa, en algún momento te ha picado el gusanillo de
apuntarte al casting para cruzar al otro lado de la pantalla?
Jamás. No sería capaz de hacerlo nunca. Hay
que ser muy valiente para eso, y tener la generosidad de entregar tanto de uno
mismo.
Despidámonos
con un juego. Defíneme en pocas palabras cada edición de Gran Hermano, y
destaca en cada una de ellas al concursante más significativo, para ti, de la
edición.
Lo que me pides me resulta imposible.
Escribo más de 2.000 palabras cada día sobre el programa, después de eso no
puedo resumir en pocas palabras. Soy negado para la concreción. Sobre el
concursante más significativo de cada edición, más bien te diré aquellos que me
fueron mejor para lo mío, los que más líneas me hicieron escribir o más fácil
me lo pusieron. No escribí sobre las dos primeras ediciones, pero en GH 1 era
muy de Iván. De GH 2 me quedo con Emilio. Y luego, por orden: Raquel, Désirée,
Ainhoa, Jonathan (no me preguntes por qué), Pepe Herrero, Javi, Melania, Iván,
Indhira, Terry, Pepe Flores, Igor y Paula.
David,
sin más agradecerte que nos hayas concedido esta entrevista y te dejamos este
espacio para añadir lo que desees.
Pues… ¡Viva Gran Hermano! Y muchas gracias
por dejarme contar mis cosas, que siempre pienso no interesarán a nadie. Un
abrazo.
Podéis
seguir a David en Twitter: @DVDCano
Y a
nosotros: @HablamosdeTv
GRACIAS DAVID, POR ESTA EDICION DE GRAN HERMANO . Algunas veces a favor de tus palabras y otras en contra ,pero siempre con todo mi respeto .GRACIAS,TE ESPERO EN GH16. PARA MI PAULA ES Y SERA SIEMPRE LA GANADORA DE ESTA EDICION SIN PUNTOS NI COMAS .PAULA ,LUIS ,Y MUERO DE AMORRRRRRRRRRRRR.BESOS DAVID
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