La palabra ‘absurdo’
se queda corta para definir la gala de ayer de “Pasaporte a la Isla”. Nada de lo que sucedía tenía sentido, se
palpaba la falta de preparación y organización, reinaba la improvisación y los
contenidos brillaban por su ausencia. Como ayer decía en Twitter, no sé si son más tróspidos
los concursantes o la organización del programa porque un
reality que prometía dosis de frescura y
entretenimiento para este verano está dejando mucho que desear… y las veces
que te ríes es precisamente de ellos, y no con ellos, del caos que pueden llegar a montar, de no
entender el porqué de las decisiones y de las intentonas de sacar adelante un reality que se hunde por minuto de
emisión.
Aquella frase con la que abría Yasmina la edición, “vamos a
utilizar el cerebro”, tendrían que aplicársela los miembros del equipo
porque entiendo perfectamente que la gente coja el mando de la televisión y pulse el botón rojo para apagarla, o
cambie de canal. A mí me encantan los realities y, mientras lo emitan, seguiré
viéndolo porque me gusta este formato televisivo y están haciendo una gran demostración de cómo no se deben hacer
las cosas, pero alguien que lo ponga para ver de qué va el programa y
entretenerse un rato, acaba apagando la tele porque hay momentos infumables, absurdos y difícil de comprender.
Para empezar, se abrió la gala con los concursantes en “La Palapa Ibérica”, cuando se había
vendido que los participantes acudirían semanalmente al plató, rompiendo con ese concepto de aislamiento del que se
caracterizan los realities, sin embargo, ayer no sólo no asistieron al plató,
sino que se recriminaba a los colaboradores que diesen algún tipo de información del exterior.
Probablemente, hay bases de un reality que no deberían variarse, como es el aislamiento, y el público entiende que
debe ser así, pero no vendas una cosa para cambiarla a la semana siguiente.
Personalmente, parte de la esencia de “Pasaporte
a la Isla”, pienso que era ese contacto con la realidad semanal, el choque que podrían tener con un jurado
que va a nominarles y al que deben convencer y rendir las explicaciones que les
soliciten, pero de repente esto ya no es así.
Y seguimos con las absurdeces
cuando tras Luisa Kremleva haber abandonado voluntariamente el reality el pasado lunes, la enfrentamos a la
decisión de la audiencia, convirtiéndola en la primera expulsada. ¿Qué sentido tiene que una concursante que ha
abandonado la competición se pueda enfrentar al veredicto del público para
resultar expulsada, si ya está fuera del juego? Ningún sentido, y menos cuando
la votación de la audiencia es gratuita, pero claro, fue la única forma en la
que supieron salir del paso para reajustar la nominación y poder mantener a Lorena en el concurso.
Seguimos avanzando en la noche y llega la prueba de la inmunidad. Un miembro de la pareja
debía responder a preguntas de “cultura
general” (más bien preguntas para reírse de ellos) y si fallaban, los que
habían acertado les cargarían peso en una barra que sostenía el otro miembro de la
pareja. Ganaría la prueba el concursante
que más tiempo aguantase cargando la barra.
La prueba parece sencilla pero las normas no estaban claras. Fue caótico. La co-presentadora, Laura Lobo, no sabía qué se debía hacer
en cada momento; cuánto peso debían ir cargando los concursantes cuando fallaban
una pregunta, ni el total que cargaba cada uno; no veía las respuestas de los
participantes para darlas por válidas o nulas; no controlaba que se
distribuyese el peso de forma equitativa a ambos lados de la barra, cuando era
una norma de la prueba; y, constantemente, debía dirigirse a la organización para
recibir instrucciones, quienes manejaban las normas con muy poca coherencia y
basándose en un criterio un tanto arbitrario. Podría haber bajado un miembro
del equipo y haber presentado él, directamente, la prueba, aunque no descarto
que hubiese salido igual de mal.
Para colmo, si la
presentadora estaba perdida, a los 10 minutos de prueba cortaron la emisión para irse a publicidad
y retomarla a la vuelta, siendo algo totalmente absurdo y fruto de la mala
organización. ¿En qué cabeza cabe que en una prueba de resistencia los
concursantes tengan tiempo para
descansar durante una publicidad? Pero atención, esto no es todo. Si las trampas que cometían los concursantes
no se tenían en cuenta y, por ende, la penalización recaía sobre el concursante
inocente, como fue el caso de Cristian,
llegaron más lejos al regalar la
inmunidad a Two Yupa y Jenny Llada, pues se acabaron las preguntas y los
sacos para colocar peso en las barras, quedando en competición la pareja
mencionada y Jesús Reyes con Gaby Rope.
Se decidió parar la prueba, casi a la media hora de competición (tiempo
excesivo para un directo, y más para una prueba que no era nada dinámica) y
concederle la inmunidad a Two Yupa y
Jenny Llada porque Two Yupa había
cargado más peso. Absurdo, una vez más.
Señoras y señores de
la organización: Si es una prueba que la gana quien más aguante cargando el peso, una vez que se terminan
las preguntas hay que dejar a los
concursantes cargando el peso que han acumulado hasta que uno de ellos soltase
la barra para que el otro obtuviese la inmunidad. Si por cuestiones de
tiempo esto no se puede hacer, qué mínimo que premiar a las dos parejas que han llegado hasta el final de la
prueba. De hecho, voy más allá, se han justificado diciendo que Two Yupa había cargado más peso, y por
ello merecía la inmunidad, sin embargo, en caso de merecérsela una pareja se la
merecía más la de Gaby y Jesús, ya que
ambos hicieron bien su papel en la prueba, Jesús acertando preguntas para ahorrar peso a su compañero y Gaby cargando el peso que le correspondía.
Si Two Yupa cargaba más peso es
porque su compañera, Jenny Llada, no
acertaba las preguntas correctamente, por lo que le tocaba cargar más
kilos, como así indicaban las normas de la prueba. Resultado absurdo, para una
organización absurda.
Pero aquí no acaban
las absurdeces porque la noche no había terminado. Llega la hora de
comunicar a los concursantes la decisión de la organización y, evidentemente,
Jesús y Gaby se indignan porque no logran comprender la decisión. Y, atención, Jordi González les invita a impugnar el
resultado utilizando el manual… Vamos a ver… ¿Impugnar? Entonces, la lógica que aplica la organización en
ese momento es: Sabemos que lo hemos hecho mal, están desmontando la decisión
que hemos tomado con una lógica aplastante pero, sin embargo, en vez de
resolver el conflicto y entonar un “mea culpa”, voy a seguir adelante con unas
nominaciones injustas para que, posteriormente, una pareja las impugne y me
termine viendo en la obligación de repetir todo el proceso… claro… Porque si Jesús y Gaby fuesen la pareja líder, o
por este problema hubiese dos parejas líderes, el resultado de la nominación podría haber sido radicalmente distinto,
siendo obligatorio que la organización repita la votación para que no se
expulse injustamente a un concursante…
Pero bueno, como todo
es tan absurdo a saber por dónde sale el programa… el resultado, de
momento, es que Miriam y Yasmina
están en la palestra y si el público no es tan absurdo como, incluso, el
jurado que expuso a una de las parejas más conflictivas en este momento,
pudiendo exponer a las madres, pues
la audiencia expulsaría a María José
que tampoco es tan divertida como Mari
Carmen, expulsaremos a Yasmina
porque Miriam es el detonante para
la convivencia y todos desean verla fuera, por lo que no tenemos que ponerle
las cosas tan fáciles.
Pinchando aquí podéis acceder a la tabla de nominaciones de esta semana, para ver cómo se han repartido los puntos.
Pinchando aquí podéis acceder a la tabla de nominaciones de esta semana, para ver cómo se han repartido los puntos.
¿Quién se traga esta chapuza de reality?: Yo soy asiduo a los realities de T5 pq, normalmente, están bien elaborados pero... hasta cierto punto. Con "Pasaporte a la Isla", tanto la productora "Magnolia" como Mediaset, se han lucido creando "una basura televisiva" (no cabe otro término) que ya tarda el camión de residuos en recogerla y llevarla al vertedero: un decorado de plató penoso, unos colaboradores/opinadores que mejor estarían en sus casas por lo poco que aportan, unos presentadores a los que se les queda fuera de órbita este formato, unos concursantes a cada cual peor y, como no, un equipo de casting "Magnolia" que debería renovarse o morir. Incluso yo, mantenienso este formato y haciendo un cambio de concursantes y normativa sería capaz de hacer resurgir este barco, que por otro lado, ya lo veo en las profundades junto al Titanic. La verdad: UN HUNDIMINETO BIEN MERECIDO. YA TARDA!
ResponderEliminarUn último apunte a los responsables de casting de Magnolia: Como sigais en la misma línea de elección de concursantes (viceversos y pantojistas, básicamente) para la realización de futuros concursos de "Famosos" acabareis destruyéndolo todo pq la gente ya está cansada de ver siempre las mismas caras y prototipos: descerebrados anabolizados, chonis siliconadas y ex de ex, de la prima, del tio, de la hermanan de los pantoja. Apostad por caras nuevas y otro tipo de concursantes que hay en cantera que, si le dais oportunidad, pueden sorprender muy gratamente... y se pq lo digo.
Noemi Merino buena persona? Pero si es mas mala q la quina!!Buena con sus compañeros jaja Mete mierdas ,mentirosa, falsa ,envidiosa etc q tenia sentimientos jaja al follar se le llaman sentimientos Vamos una JOYA Proponerla para el NOBEL q es muy culta jaja
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