Se palpa el hambre de
Gran Hermano en redes sociales. Que nos hayan devuelto la vida en directo y el equipo esté trabajando por hacer Gran Hermano en estado puro se está
notando, de ahí el título del post de hoy: Galas,
galitas y galazas. Y la de ayer fue una GALAZA en mayúsculas. Cuatro horas de programa que se me pasaron
volando y que los acontecimientos no me permitían despegar la mirada de la
televisión, más allá que para echar un vistazo a Twitter e ir comentando impresiones.
Que la de ayer iba a ser una gala importante ya se presentía en el ambiente. Había ganas. Habían sucedido muchas cosas a
lo largo de la semana que cambiaron el rumbo
de la convivencia de forma
radical y los resultados de este jueves iba a arrojar dentro una información
que, si sabían analizarla, les sería muy útil
a los concursantes.
Empezaré hablando de “la sala de los encuentros” la cual
visitó Laura, la novia de Cristian F. Y tengo que decir que lo
que sucedió en ella no me desagradó. Cierto es que la entrada de una persona
externa a la casa puede desestabilizar la convivencia y hacerles tener
reacciones poco acordes a sus sentimientos porque reciben información del
exterior, pero sí pienso que el enfoque que le dieron a dichos encuentros fue divertido y acertado, ya que se hizo a
modo de “visita familiar” porque los
participantes no tuvieron acceso a los vídeos y todo lo que hablaron fue en relación a lo que
ellos mismos saben haber vivido en esa casa. Y sólo con ver a Laura fueron incluso los propios
implicados quienes no tardaron en identificarla
y sacar la conversación que se
quería buscar que tuviesen.
Tras los encuentros, donde también se vio con Petra en el confesionario y se besuqueó
con su novio en su cara, pasamos a ver cómo Miriam se convertía en la tercera
expulsada de la edición. ¡Y fue otra gozada! Todo el mundo dentro estaba
convencido de que Hugo sería quien
dejaría el concurso pero, si alguno tenía alguna duda de ello, lo que sí que no
contemplaban era la salida de la gallega. Ni
ella misma. Pero la audiencia fue tajante y produjo un doble sorpasso desde el domingo, pues Miriam pasó de ser la menos votada a la expulsada. Al conocer la
noticia quien rompía a llorar desconsolada era Yang Yang que decía que ya
es “famosa” y no quería que Miriam
dejase de vivir esta experiencia porque la quiere mucho. La china de Lanzarote tiene un corazón que
no le cabe en el pecho y poquito a poco se está ganando el mío.
El machaque al que se ha visto sometida Yang está semana es totalmente injusto. ¡Y todo por limpiar! Es surrealista. Lo más gracioso era verla
cuando acabó la gala fregando los platos y nadie era capaz de regañarle por
hacerlo. Todo lo contrario. Toda esa pandillita
que la ha estado machacando en los últimos días ha empezado un peloteo
descarado que delata que se han dado cuenta de su fortaleza frente al
espectador. Y la primera en quedar retratadísima
es Pilar. ¡Qué falta nos hacía el 24 horas para descubrir su verdadera
cara! La suya y la de casi todos. A la que sí tengo que aplaudir en este
sentido es a Mina que fue la única
del grupito en desmarcarse de ese acoso y derribo.
Las nominaciones
volvieron a ser a la cara. Eso es algo que sí quiero pedir que cambie. Yo
entiendo que es incendiario en un directo pero en la variedad está el gusto. A
los concursantes hay que sorprenderlos y darles opción también a la estrategia
más personal contando con el secreto del confesionario.
Y por supuesto, incluir en el juego nuevas
formas de nominar. No todo tiene que ser lo ya conocido porque se pueden
hacer combinaciones nunca vistas muy interesantes… ¿Y si una parte de la nominación se realiza a la cara y otra en
secreto, por ejemplo? Bueno, la cuestión es que el resultado de estas
nominaciones fue una palestra de hombres con Javi, Maico y Hugo al frente. Finalmente, la fan que subió a la
casa sacó de la lista a Hugo y eso
hizo que volviese a subir esta semana Yang
Yang a la terna de nominados.
Sin ninguna duda, mi expulsado de esta semana es Maico. Es un concursante que me resulta
simplemente desagradable por su forma de actuar. No veo interesante su juego ni lo entiendo. Se dedica a escuchar
aquí y allí e ir malmetiendo de unos y de otros. De los que más lo ha hecho ha
sido de Javi y Yang, precisamente a
quienes se tendrá que enfrentar en la sala de expulsiones el próximo jueves. Así que será una
gozada verlo salir frente a ellos.
Me parece muy injusto colgar a Javi y Yang la etiqueta de “mueble”.
Creo que hay gente que cuelga estas etiquetas muy a la ligera a concursantes que
son más templados y no saben valorar
lo que su presencia aporta a la casa. Probablemente, no tengan
un protagonismo asombroso ni acaparan altas dosis de minutos de cámara, pero han aportado mucho más que otros a los que ni
vemos el pelo. Incluso diría que mucho más que otros a los que se lo vemos más de la cuenta. Por
ejemplo, yo los “muebles” de esta
edición considero que son José María,
los dos Cristian (tanto el de la F como el de la G) Miguel, Juan y si me
estiras te digo hasta Petra por momentos. Me resulta muy difícil explicar algo
interesante que haya sucedido con estos concursantes en los últimos días, sin
embargo, Javi y Yang han tenido
tramas por sí mismos. El abogado habla poco pero, cuando lo hace, sentencia, y
Yang ha logrado desequilibrar a toda la casa simplemente con limpiar. Una
auténtica maravilla. Y a mí me interesa
conocerlos más. Evidentemente, son tramas en las que se han podido ver
involucrados otros compañeros que tienen más protagonismo en el grupo pero qué sería de las telenovelas si no
existiesen los personajes secundarios. Los extras igual sí son más
prescindibles o sustituibles, y de esos tenemos al menos seis que en ésta pintan muy poquito.
La gala la cerró Miriam
con una despedida apoteósica.
Advirtió a Laura de que se acercase
a la gente con la que estaba al principio. La verdad es que no sé a quiénes se
refiere porque no seguía en ese momento la convivencia pero lo que está claro
es que le recomendaba alejarse de la
pandillita. Si Laura con todo lo
que está pasando no quiere abrir los ojos terminará cargándose el concurso tan
bueno que estaba haciendo. Por otro lado, el repaso que le pegó a Rubén me pareció digno de enmarcar. ¿Pudo pasarse? Pues mira, a lo mejor, pero de
perdidos al río y una bajada de humitos
no le venía nada mal al gallego de la gallega. De Maico dijo que no recomendaría que se fiasen de él quienes la
quieren, y finalmente se disculpó con
Yang Yang. ¿La expulsión fue merecida? Sí, porque metió la pata hasta el
fondo. ¿La despedida fue grandiosa? De las mejores que recuerdo en los últimos
años de concurso. Y en la entrevista
estuvo muy bien, asumiendo errores como no había hecho dentro de la casa y
siendo consecuente con sus actos.
Para acabar le quiero dar mi enhorabuena al equipo por el trabajo y por el resultado de
audiencia de esta gala, que ha subido con respecto a las últimas. Poco a poco estamos
volviendo a ver y sentir Gran Hermano,
y la respuesta del espectador está siendo positiva. Queda camino por recorrer pero se está caminando.
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