Hace unos días fue noticia
en diversos portales de televisión que Mediaset
estaba estudiando cancelar la emisión del canal
24 horas de Gran Hermano VIP, a causa de las filtraciones que se producen en
Twitter por los usuarios que siguen
la vida en directo. Múltiples vídeos han salido a la luz gracias a que mucha
gente captura momentos muy
significativos que posteriormente no se emiten en televisión, lo que
produce un gran enfado en el público y genera unión para subir un hashtag a los TT. En el post de hoy
defenderé lo necesario que es para un
espectador de Gran Hermano la emisión del 24 horas.
Si nos remontamos al 23
de abril del año 2000, día que dio el pistoletazo de salida Gran Hermano 1,
podemos recordar cómo Mercedes Milá
nos presentaba el formato con las siguientes palabras: “Bienvenidos a Gran Hermano. Bienvenidos, como les decía, a la vida en
directo. Nada, absolutamente nada escapará a la mirada del Gran Hermano”.
La vida en directo,
un concepto nuevo de hacer televisión que se ha intentado llevar a cabo en
todas las ediciones de Gran Hermano, por diversos medios. Este concepto es una de las bases de la esencia de GH,
sin ello no sería el mismo formato. Los apasionados de este reality no concebimos su emisión sin poder
disfrutar de los detalles que nos aporta el canal 24 horas de la convivencia.
Estamos cansados de escuchar por parte de los responsables
del programa que, como es lógico, todo
no se puede emitir durante la gala o debate, por cuestiones de tiempo. Los
resúmenes, como su nombre indica, son un resumen
que muestra lo más significativo del día anterior al que se emite, en el
cual, evidentemente, no se puede recoger todo. El trabajo de síntesis que hacen
los encargados de editar los vídeos es magistral y suele corresponder con la
realidad, lo digo con conocimiento ya que sigo el 24 horas y no suelen
chirriarme los vídeos editados con la realidad, pero no está todo. Por esto, es fundamental que exista el canal para
que el espectador pueda empaparse de la
realidad en bruto. Los amantes del formato no nos conformamos con un vídeo
editado, necesitamos conocer los porqués
de todo, el contexto en el que se produce cada frase, incluso ver varias veces
una misma situación, porque del análisis que haga el espectador de la
convivencia depende el futuro de los concursantes.