Esta semana quiero dedicar estas líneas a comentar la
posición que está tomando Jorge Javier
Vázquez ante la presentación del formato de “Supervivientes”, donde el interés por el desarrollo de los concursantes
desaparece cada vez más para estar sustentado en tres pilares básicos: La familia Pantoja, las confesiones
sexuales de los participantes y la parcialidad de trato favorable a algunos de ellos.
Estoy un poco cansado de ver cómo un formato que tanto me ha gustado se va destruyendo con el paso de
las ediciones, basando su contenido estrictamente en el morbo. Un morbo muchas veces cuestionable y que, para muchos,
enturbia el interés por el que conectamos con Telecinco para tratar de disfrutar del reality.
Antes que nada, quiero decir que no pongo en duda la profesionalidad
de Jorge Javier porque me parece un
experto de los medios de comunicación y se mueve en un plató como pez en el
agua, pero sí quiero criticar que no me gusta cómo inyecta en el reality la vacuna del éxito de “Sálvame”, porque son programas
muy distintos y, bajo mi punto de vista, eso perjudica a la esencia del
formato. También quiero decir, que “Supervivientes”
está teniendo datos de audiencia estratosféricos, por lo que las cosas no se
están haciendo tan mal, pero creo que en el equilibrio está el acierto y que ha
llegado un punto en el que se está abusando de determinados clichés que sobran
de forma descarada.
A mí las gracias
sexuales que trata de sacar a relucir cada diez minutos no me hacen sonreír
lo más mínimo, porque son cartuchos que
ya tiene quemadísimos y que muchas veces llega a resultar incómodo tener
que ver cómo intenta exprimir las vivencias sexuales de todos los participantes
sin venir a cuento. Y con esto no quiero andarme con puritanismos, todo lo
contrario, pero encuentro que se hacen preguntas para buscar esa risa floja que le sale a un adolescente
al indagar en la sexualidad como novedad de la vida.
Entiendo que el sexo
sea una parte más del concurso y que suscite cierta curiosidad cómo viven ese
tema los participantes en las condiciones límite a las que se están
enfrentando, pero no entiendo que sea un recurso que tenga que utilizarse casi sin pausa.
Ya sabemos que a Mari
Carmen “le mullen las ingles”, cuál es su postura preferida en la cama y,
también, la cantidad de orgasmos que puede alcanzar; A Dulce se le ha preguntado aquello tan cansino de que si es más de “mortero
o monedero” y la atracción que pueda sentir por Paco o Mario; Steisy, después de hablar de sus rezos,
estuvo un buen rato definiendo con varios sinónimos que haría el acto (como
diría la maravillosa Niedziela) con Jorge; Por otro lado, Jorge también se vio en la misma tesitura en la corta intervención
que tuvo durante la gala; El único interés del encuentro de Carlos Lozano y Miriam se ha basado en
si han tenido relaciones; Y la propia Isa
Pantoja, que ni concursa, se ha visto enredada en este tipo de cuestiones, en
las que al verse incómoda y no querer responder el presentador le decía que de
qué quería que le preguntase entonces, y con toda la coherencia del mundo Isa
la respondía que de “Supervivientes”.
Pero eso parece que se olvida chicos, esto es “Supervivientes”, pero sólo en su nombre. Lo poco gusta y lo mucho
cansa, y este tema ya se desborda.
También pienso que la descarada poca imparcialidad que está demostrando Jorge Javier Vázquez en esta edición está totalmente fuera de lugar
y es injusto para los concursantes.
Es un secreto a voces que Jorge Javier simpatiza mucho, principalmente, con Mila Ximénez, con Suso y con Steisy, a
quienes cada semana rodea con un manto protector y llega a posicionarse en
contra de algunos familiares sin respetar la argumentación individual de cada
defensor, pues a algunos los deja explayarse de lo lindo y a otros les corta la
palabra para imponer su criterio. Lo hace tanto con los defensores como con los
propios participantes. Incluso, llega a poner sobre la mesa sus vivencias
personales con algunos de los concursantes para justificar determinados
comportamientos, lo que supone un descredito
para realidad que se está viviendo dentro del concurso, de la cual se nota
que no está demasiado empapado porque en el programa que presentó el martes
tuvo que ser apuntado por los colaboradores de determinadas conversaciones que
se habían emitido y a las cuales él no entendía la referencia porque no las
había visto.
Es muy diferente que un reality tenga vida, que el
presentador se implique en su desarrollo y pueda llegar a opinar de
determinadas situaciones puntuales, a que el
espectador tenga que quedarse sin respuestas porque él se vea incapaz de poner
entre las cuerdas a unos y todo sean reproches para otros e, incluso,
llegue a cuestionar el resultado de las pruebas porque no la haya ganado quien
él considere más adecuado.
Para acabar, hago alusión a las nominadas de esta semana: Yola
y Dulce por parte del grupo, y Steisy
por parte de Jorge, como líder. La nominación de Jorge hacia Steisy me pareció uno de los momentos más rastreros que
hemos visto en toda la edición, ya que él la ha estado utilizando para ganar
algo de protagonismo, vendiendo una carpeta irreal, y para evitar recibir sus
nominaciones pero al verse protegido por el collar de líder, tras comprobar que
Steisy se vio con un pie fuera en la
nominación de anoche, la ha situado en la picota. Por todo esto, espero que la
expulsada sea Dulce, que cada vez se
camufla más entre la naturaleza, y continúen adelante Yola y Steisy que son de las pocas que está demostrando pasión por
este concurso.
Quiero novedades,
pero novedades que aporten un aire fresco al formato que empieza a saberme un
poquito rancio… novedades que sorprendan
al espectador y a los concursantes, pues ayer mismo Víctor intuía de la
existencia de “Isla Destierro” porque es algo que hacen todos los años igual.
Además, me parece fundamental que sean novedades
que realcen el sentido del programa y no que faciliten, por todos los medios,
una supervivencia más confortable.
Me ha gustado mucho tu comentario sobre Jorge Javier. Creo que ya es hora de que al tío éste alguien le cante las cuarenta y le baje los humos. Es el gran protegido de Tele 5 y cada vez tiene más programas para presentar y más y más. Abusa de su posición como presentador y favorece a los concursantes que son sus preferidos.
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