Hoy quiero compartir una reflexión con vosotros sobre un factor que puede estar oscureciendo los resultados de
audiencia de GH VIP 5, pues es
absurdo ocultar la realidad de que no
están siendo buenos para sorpresa de muchos, y es que pienso que la sombra de Gran Hermano 17 es alargada y
está oscureciendo una edición que podría brillar mucho más de lo que lo
está haciendo este VIP.
Aunque tengo que partir diciendo que GH VIP no es Gran Hermano, aclaración que suelo hacer a menudo
porque verdaderamente los entiendo como dos realities distintos y que a mí no
me despiertan la misma pasión (tengo mucho más por el GH natural), pero cierto
es que el VIP es una consecuencia de GH y
tienen ciertos nexos de unión en su desarrollo que los enlaza a una misma idea.
El hartazgo de Gran
Hermano es una sensación que he palpado en redes con GH 17. Yo mismo hablé
de algo fatal con el final de la anterior edición: Alivio. Me alivió que llegase el final, lo necesitaba. Fue una
edición repleta de errores que ha
llevado a mucha gente a catalogarla como la
peor edición de la historia del formato, siendo avalada esta teoría por los
peores datos de audiencia cosechados por el concurso, a pesar de que
personalmente considero que el casting no fue de los peores que hemos visto en
esa casa pero sí estoy convencido de que fue la edición peor gestionada por parte de todo el equipo que la
realizaba, tanto delante como detrás de cámaras.
Con el final de GH 15
nos quedamos con un muy buen sabor de
boca y aunque el 16 tuvo sus
errores pero también nos hizo disfrutar muchísimo. Eso nos hacía quedarnos con hambre de Gran Hermano. Queríamos más. El 17 nos ha dejado saciados, incluso a
mucha gente no le ha permitido hacer una buena digestión, por lo que no quieren
seguir comiendo aunque el postre visualmente sea el más apetitoso del mundo. No
les entra más y tienen miedo a probarlo porque desconfían de los cocineros.
Por todo esto hablo de que tengo la sensación de que la sombra de GH 17 es alargada y está
oscureciendo GH VIP 5, a pesar de las alabanzas que ha tenido por parte de
las redes sociales en su arranque. Pocas veces he visto tanto positivismo
rodeando un estreno, pero hay gente que no le ha dado la oportunidad, ha
preferido no verlo, y lo argumentan con una lógica aplastante difícil de rebatir.
Y aunque el estreno fue bueno, el listón no sólo hay que
mantenerlo sino que hay que subirlo. Como decía antes, el trabajo del equipo debe triplicarse para rescatar a esos
clientes perdidos. Y desde mi punto de vista, no creo que sea una buena
estrategia dedicar una gala a que los concursantes
decoren magdalenas, porque así como felicité al equipo por el brillante
estreno de esta edición pues tengo que decir que lo de anoche fue un auténtico
despropósito al que todavía estoy tratando de encontrarle algo de sentido. Los
que nos tragamos la gala entera nos merecemos, al menos, una piruleta. Un muffin no, porque ya acabamos
de ellos hasta arriba.
Se supone que tenemos que tragarnos como un gran reclamo la
entrada de Terelu Campos en la casa,
cuando a mí me parece más que
innecesaria su presencia. El casting es bueno y no tenía que entrar nadie a
darle vida a la convivencia ni a ser un reclamo para el espectador, robando así el protagonismo a los que deben
tenerlo, los concursantes. Aunque ahora tampoco se sabe si Terelu, tras pasar un tiempo
indeterminado dentro de la casa, vaya a convertirse en uno más. A mí el dejar
las cosas de esta forma en el aire me parece un cachondeo, una auténtica
tomadura de pelo. El espectador tiene
que estar informado y si alguien entra en la casa debe hacerlo con unas
normas definidas y que sepamos el rol que ejerce su presencia, pero no entrar a
la carta, con barra libre de estancia y concursando según le interese. Si se entra es con todas las consecuencias
y dejando las cosas claras desde el principio.
Por otra parte, parece que nos tienen que meter con calzador
el universo ‘Sálvame’, cuando es
algo de lo que muchos de los espectadores renegamos
al ver aparecer en el reality temas que no corresponde tratar en él. Es
más, de hecho pienso que el reto principal que tiene Toño Sanchís como concursante, para ser comprado por el espectador,
es conseguir que hablemos de él como Toño
por sus actos dentro de la casa, sin que exista la necesidad de mencionar a Belén Esteban en cada debate que surja
con respecto a su paso por el VIP. Pero claro, parece que lo ideal es meter a Terelu para que todo tenga más sentido
y poner el foco en asuntos que nada tienen que ver con la convivencia…
Y bueno, si esto no fuese suficiente, sólo nos queda hablar
del plantel de colaboradores
sentados en plató quienes, por supuesto, realizan un análisis profundo e interesante sobre los hechos más relevantes
del concurso y que, sin duda, se han empapado de cada una de las tramas y
no tienen ningún tipo de vinculación con este universo salvamita que recibimos
con tanto agrado… Yo aún estoy asombrado con el nivel de estudio que se aprecia en los brutales y brillantes argumentos que comparte la ganadora de la
anterior edición del VIP, del tipo: “Las broncas empezarán con las nominaciones,
a no ser que hoy pase algo o mañana pase algo”. Increíble, de verdad.
Sorprendente. Nótese la ironía.
En fin… mucha suerte.
Y os la deseo a vosotros como espectadores porque lo del equipo es cuestión de trabajo.
Totalmente de acuerdo. La primer gala estuvo bien, pero la gala de ayer fue tan forzada, tan lenta, tan aburrida. Dedicarle a toda una gala el tema de las magdalenas en el año 2017 me pareció por lo menos ingenuo. La presencia de personas del exterior tan pronto es innecesario. Que nos introduzcan a Salvame y sus personajes a presión ya cansa, el nivel de los opinaron en la gala, donde lo único que querían era sobresalir, también aburre. Ni quiero imaginar el nivel de los debates lo que será... Pero si sigue la linea de los "famosos peleandose entre sí" no creo qu elo vea. Es una pena, pero nos sacan las ganas de ver nuestro programa favorito.
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