Aritz Castro, el
tipo del sombrero, el concursante perfecto, el ganador de Gran Hermano 16 se está desmontando, hasta convertirse en la mayor
decepción de esta edición por haber tratado de engañar a los espectadores que
es lo peor que puede hacer un participante, mentir a la audiencia y ser descubierto.
Mantener un papel en Gran
Hermano es muy difícil porque los días pesan y la realidad suele salir a
flote. Ser estratega no implica ser un
mentiroso, se puede jugar limpio, y Aritz
cada vez tiene más dificultades para mantener el personaje que se creó para
vivir este reality que tan bien pienso que conoce. Incluso, a veces he llegado
a pensar que nos vendieron que no tenía ningún secreto pero puede seguir
ocultando algo, el último secreto de la
edición, y puede ser que entendamos el por qué de muchos de sus comportamientos.
Quizás él sea la llave de todos los secretos, como símbolo lleva siempre una
consigo en la mano, la cual tenga algún tipo de unión con todos los secretos que conocemos hasta ahora.
Me siento engañado por Aritz
porque empezamos a comprar a un tipo inocente, trabajador, libre de etiquetas y
estereotipos, aislado del mundo virtual, desconocedor de Gran Hermano y auténtico, pero poco a poco todo esto ha ido
derrumbándose.
He empezado a conocer a un Aritz egoísta, que no tiene reparo en utilizar a sus compañeros de
parapeto para no manchar su imagen, que cuando saca la cara por alguien lo hace
pensando en su propio beneficio, aunque la discusión no vaya con él. Pensar en
el concurso es lógico pero cuando por llevarte el maletín pisas a tus rivales,
a los que has hecho creer que son amigos, o más que amigos, el público podrá
tacharte de oportunista y sacar a la
luz tu falta de ética.
Me ha costado dar este paso, posicionarme radicalmente en
contra de Aritz, porque tenía la
esperanza de que algunos de los errores que estábamos observando eran,
simplemente, fruto de que, como todo ser humano, se equivoca, pero no es así. Todo
lo que busca Aritz es el show, el show por ganar, pero se lo
olvida la parte de reality, mucho
más importante que la de show.
Este fin de semana ha quedado descubierto. Su relación con Han sigue dando pasos que se acercan a
los límites en todos los sentidos. Por un lado, Aritz, entre juego y enfado, acabó dándole un puñetazo en
el pecho a Han y preguntándole si
quería otro. No es la primera vez que juegan a golpearse. Inevitablemente
recuerdo a Fayna llorando en el confesionario,
tras la expulsión disciplinaria de Carlos,
en la que aclaraba que no había habido ningún tipo de agresión pero, como dice
la frase, “juegos de manos, juegos de villanos”. Más tarde, Aritz tenía una conversación con Han, en la fiesta mexicana, con la que Han no quería continuar y se fue, entonces
Aritz agarró la tiza del billar y la
lanzó con furia. Con esto no quiero decir que se le deba colgar a Aritz ningún
tipo de etiqueta que, desde luego, no le corresponde, ni que se le deba expulsar disciplinariamente por lo sucedido como algunos piden en redes sociales, pero sí darle
un toque de atención para que se controle porque el juego se le está yendo de las manos. No es tan pacificador como
nos vendía.
Aritz sabe que no
puede corresponder a Han porque lo
único que ha hecho ha sido jugar con él. Ha entrado de lleno en el juego, le ha
depilado los genitales, se chupan los pezones y se muerden la lengua pero él
niega que esté dando ningún tipo de señal al chino y lo culpabiliza de hacer el
show. Aritz sabe que Han es su
mayor enemigo en este concurso, es quien puede victimizar la situación pero se
ha adelantado para ser él quien se venda como el utilizado por Han, cuando estamos viendo que eso no
es así. Han tiene sentimientos
reales por Aritz, se derrite por él,
y en varias ocasiones le ha hablado de lo que siente con miedo al rechazo y a
la distancia, miedo a perderlo dentro de la casa y siempre con la esperanza de
que fuera podría suceder algo más por las señales que Aritz le envía. Precisamente Aritz
aumentó su acercamiento con Han
cuando se percató de que el público ovacionaba a ambos cuando Mercedes les comunicaba que no estaban
nominados, porque al principio no tardó en poner distancia. Lo vio como un pasaporte a la final.
Hay detalles como que decía que jamás se quitaba el sombrero y lo hemos visto ya muchas veces sin
él, también decía que no conocía nada de
Gran Hermano pero ha hecho referencia a situaciones que se han vivido en
otras ediciones, se vendía como un aislado
del mundo virtual pero han salido a la luz su cuenta de Twitter, su blog y su canal de YouTube,
el que se venda como un tipo sin
etiquetas ni estereotipos pero que ahora su principal preocupación sea el
qué se pueda estar hablando de él fuera y qué pueda estar pensando la gente de
su relación con Han.
Más detalles que me hacen desconfiar del vasco son hechos
como que tenga absoluto control por la
posición de las cámaras, dónde está colocadas, cuáles les están grabando y que
en ocasiones se haya dirigido directamente a ellas para hablarles, cuando por
otro lado trata de vender que le corta hablar cuando es consciente de que está
siendo grabado. Además, es el único concursante que siempre trata de colocarse el micrófono como si fuese un
presentador de televisión y evita el uso del collar que todos los
concursantes llevan puesto para facilitar la comodidad de tener un micro
durante 24 horas. Y, por supuesto, tiene muy claro quiénes son sus rivales
directos en este juego y el uso que hace
del confesionario y de las nominaciones lo delata. Como jugador es
fantástico que trate de que el resto
pierda el concurso pero lo hace tratando de ocultar su estrategia, cuando la
tiene, porque se prepara muy a consciencia los discursos que va a soltar,
consiguiendo desubicar a toda la casa y al público.
Ha tenido engañados a
sus compañeros y nos ha tenido engañados a nosotros. Consiguió adquirir el
rol de líder, de intocable, de justiciero y de buen compañero, pero entra en
brote cuando no se le lleva la razón, cuando se aplaude más el trabajo de otro,
cuando alguien propone una norma distinta a sus ideas o cuando se le cuestionan
sus errores.
Aritz es una
decepción y no merece ganar Gran Hermano 16.
esto pa que es?? ahora toca a Aritz pa que gane Sofia no??...no entiendo esto y el porque ahora le toca a el...
ResponderEliminarMás claro imposible. Aritz falso fuera de la casa!
ResponderEliminarYo ya lo dije en su día en otra de tus entradas que para mí el que más se merecía y se merece ganar esta edición es Quique, que aunque la gente le veía tan calculador porque como bien él dijo es un juego y cada quien puede usar su estrategia, Quique al contrario que Aritz, que con ese semblante de buenazo y tal se ganó fácilmente a todos, sí que jugó, entró con estrategia, lo dijo incluso antes de entrar en su casting (era su secreto), aceptó que se pudo haber equivocado en alguna que otra cosa pero por lo menos nunca jugó con los sentimientos de nadie, nunca se valió de tales sucias artimañanas en su afán de ganar un premio, demostró mucha educación siempre y una actitud humilde ante todo. Aritz sin embargo es muy soberbio, mentiroso, interesado, manipulador, victimista y victimario, no me creo nada de él. Y es que ya lo dije en su día......no es oro todo lo que brilla. Aquí lo estamos viendo. Un Aritz que se proyecta constamente en los demás, término que en psicología hace alusión a una táctica de autodefensa que consiste en atribuir a los demás todas las cosas negativas que tienes tú y que no quieres aceptar, principalmente por orgullo, soberbia. Es una persona que siempre acusa a los demás de las cosas que hace ÉL. Y creo que de hecho cuando hice el comentario en su día también lo dije esto mismo y ejemplifiqué y todo. Es que lo veo muy maligno. El más maligno de la casa junto con Raquel que con tal de satisfacerse ellos con sus propios deseos según les beneficie no les importa llegar a límite inimaginables y los dos comparten un EGO tremendo que les impide totalmente aceptar sus errores, más bien ambos pecan de lo mismo y es que llegan a creerse sus propias mentiras. Así como Suso es la versión masculina de Sofía. Aritz es la versión masculina de Raquel. Así lo veo yo. Aritz fuera. A Han lo veo más transparente..... creo que merece llegar a la final porque se ha llevado muy bien con todos, pocas veces ha tenido conflictos, ha hecho reír, ha dado mucho de qué hablar, ha sido ÉL de hecho quien ha hecho que Aritz fuese alguien en esta edición porque sino con el carácter tan aburrido y gruñón de Aritz hubiera sido expulsado hace mucho.Y Han no le veo esa maldad, eso de que llora sin lágrimas no es que llore sin lágrimas, es que al tener los ojos más achinados no se ve bien si tiene los ojos rojos o no o si caen las lágrimas, incluso con Marta cuesta un poco a veces. Esto es un concurso de convivencia, de ser un buen HERMANO, el gran Hermano, el que se lleve bien con todos y gane sana y sabiamente el premio, sin jugar sucio con los sentimientos de nadie, Han ha sabido integrarse muy bien con todos y sólo me apena que le vean débil porque como es chino y nunca gana un "extranjero" sino un español pues por eso le menosprecian.
ResponderEliminarPor un lado, ya que Quique no está que para mí era el ganador o uno de los posibles, pues apostaría más por Han para ya dar una lección a tanto racista. Hay cosillas de Han que no van conmigo, pero de todo lo que hay en esa casa ahora mismo a mí es de lo que más me gusta. Y es más, es una persona con la que incluso yo me vería perfectamente teniendo una conversación cada día y sé que llevaría bien y tal. Pero personas como Aritz? Pensadlo. Os gustaría un Aritz en vuestra vida? A mí no. No es transparente, le veo malicia por todos lados. Y envidia. Como bien decían en el 48 horas, lo único que le pasa a Aritz es que le tiene una envidia enorme a Han porque antes era él (Aritz) el jefe de la casa al que todos elogiaban y querían y ahora es Han el querido por casi todos, el que se relaciona con todos, a pesar de que alguno le pueda nominar. Y Aritz se siente marginado, ha visto que y a la gente empieza a aencararse con él porque están viendo su verdadera cara, está desesperado y envidioso de Han y ha querido controlar a Han para que termino igual de marginado que él siguiéndole su rollo, Han ya está cansado porque de verdad siente y no entiende estos paripés de Aritz que han salido de la nada. Eso debería de mirárselo porque al igual que Raquel, repito, ambos van de muy educados, muy pacíficos, muy respetuosos y los dos han probado ser de los más agresivos de la casa, tanto verbalmente como físicamente con gestos y palabras. Al final Suso no es lo peor. Por lo menos se le ve venir.
ResponderEliminarBua. no tienes ni idea, ni idea. No sé qué concurso has visto tú...
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