Llegó el ansiado día,
18/09/14. Hoy se estrena la decimoquinta
edición de Gran Hermano, día que llevamos esperando mucho tiempo.
Recientemente os explicamos cómo vive un amante de Gran Hermano el día del estreno, pero ¿cómo vive una persona que ha sido seleccionada los
momentos previos a entrar en la casa?
Hoy tenemos con nosotros a tres personas que nos despejarán todas las dudas sobre
qué se vive antes de poner los pies en
la casa que todo lo ve. Sin más,
os dejo con Judit Iglesias, Ángel Muñoz
y Nuria Yáñez “Fresita”, tres personas muy diferentes pero con algo en
común, saben lo que es presentarse a
Gran Hermano, vivir el concurso y ganarlo.
Judit Iglesias: “Pasaba los casting y tenía una mezcla de gran emoción y miedo”.
¿Por
qué te presentaste a Gran Hermano?
Cuando terminé Sociología justo empezó GH 1
y me interesó mucho, ya que de alguna manera podía observar el comportamiento
humano como en un laboratorio. Poco a poco me atrapó y comencé a empatizar con
los concursantes, preocupándome por lo que les pasaba allí dentro e
imaginándome lo que haría yo si estuviese con ellos. Deseaba interactuar con
ellos, pero nunca se me había pasado por la cabeza presentarme a ningún
casting. Pasados muchos años, en un momento en el que no estaba trabajando y
animada por mi mejor amiga, me decidí a hacer el cuestionario de G.H. que
estaba en internet. Y a partir de ahí, ya fueron llamadas, viajes a Madrid,
pruebas de selección, etc.
¿Cómo
recuerdas el proceso de casting? ¿Qué fue lo más raro que te preguntaron o te
pidieron que hicieses?
El
proceso de casting en sí mismo ya es toda una experiencia, tenía muchísima
curiosidad en saber cómo sería un proceso de selección para un reality así y me
divertí mucho porque no estaba nerviosa, me lo tomé como un aprendizaje sin
grandes pretensiones, como un juego (aunque deseaba continuar hasta el final).
Recuerdo que en algunas pruebas muchos de los seleccionadores se partían de
risa con las cosas que decía, pero no me acuerdo de nada extraño que me hayan
pedido. Había que rellenar test de todo tipo: personalidad, romanticismo,
inteligencia… pruebas de cámara, pruebas médicas… Quizás la más curiosa fue una
prueba de cámara ya en Zeppelin donde te metían en una sala con un psicólogo y
una redactora (en mi caso) y una cámara de seguridad grababa. Allí empezaron a
bombardearme con preguntas y creo que estaban midiendo mis reacciones ya que
uno hacía de poli bueno y otro de poli malo, pero al final a pesar de los
piques, todos acabamos riendo, al fin y al cabo ellos también están trabajando.
Disfruté mucho de toda la experiencia.
¿Cómo
viviste el momento en el que te llaman para comunicarte que eres concursante de
Gran Hermano?
Me
alegra que me hagas esa pregunta… Eran las 8 de la tarde y estaba en mi casa,
me dijeron “Judit, ¿estás con alguien? ¿Estás sentada? ¡¡¡¡Has sido
seleccionada para entrar en la casa de Gran Hermano!!!! ¿Quieres entrar en la
casa de Gran Hermano?”. Cuando me dijeron “has sido seleccionada…” enmudecí, y
por eso me preguntaron “¿quieres entrar?”. Cuando dije que “sí”, me dijeron
“bien, sale tu vuelo mañana a las 6 de la mañana para Madrid. Tienes que hacer
una maleta para 3 meses que no pese más de 20kg, no puedes llevar color negro,
ni blanco, ni rayas…” A lo que yo respondí “espera, espera, espera. El 90% de
mi ropa es negra, y eso ya lo sabíais.” Me dijeron, “ah sí, vale. Pues ninguna
marca, sólo un bote por producto…” Así que me vi a mi misma a las 20h sin
tiempo para reaccionar, avisando a mis padres, bajando al súper a por botes de
champú y gel bien grandes y haciendo la maleta a toda prisa. Me dieron las 5am
y ya me fui con mi padre al aeropuerto, no dormí evidentemente.
Normalmente
suelo reflexionar con tiempo las decisiones que tomo, pero en este caso, a
pesar de ser una de las más importantes de mi vida, lo vi claro: tenía que
hacerlo.
¿Cómo
comunicaste a tu entorno más cercano que habías sido seleccionada y cómo
recibieron la noticia?
En
los castings fueron muy estrictos a la hora de la confidencialidad, me
repitieron varias veces que no se puede saber la identidad de los Ghs antes de
que entren, así que me pidieron que sólo se lo dijese a mis padres o a las
personas estrictamente necesarias. Y así hice, ellos sabían que estaba haciendo
los castings. Yo los tranquilizaba diciendo que no me iban a coger, pero seguía
pasando uno y otro y otro más y ya me decían “te van a coger”, las sensaciones
eran una mezcla de gran emoción y miedo. Cuando ya estaba en el final, que sólo
quedan 25 me dijeron mis padres “¿tú quieres entrar?” Y les dije “me da miedo,
pero sí quiero entrar. Quiero saber lo que es estar ahí dentro. No quiero
quedarme con las ganas, necesito experimentarlo”. Entonces cuando les llamé
para decirles que entraba ellos me ayudaron con todo.
¿Cómo
recuerdas el día que entrabas en la casa? Tanto sentimientos, cómo se
desarrollaron los hechos en el día, alguna anécdota…
Estaba
muy nerviosa, sabía que ese día iba a significar un antes y un después. Tenía
muchas ganas de verlo todo, de sentirlo todo y a la vez quería estar tranquila.
Estuve en el coche metida un montón de tiempo desde las 7 de la tarde que
salimos del hotel hasta las 22h y tenía muchísimas ganas de hacer pis, pero no
te dejaban salir ya que estábamos justo enfrente de la puerta de la casa en
Guadalix donde estaba todo el mundo esperando la primera expulsión (que fue
Amor por cierto, una decepción que me llevé porque tenía muchas ganas de conocerla,
por suerte después sí pude convivir con ella). Como no aguantaba más las ganas
les dije que me lo haría en el coche, no me creyeron y seguían sin dejarme
salir así que me bajé las medias y
cuando vieron mi disposición me pusieron una capucha en la cabeza para que no
viese nada, y nadie me viese antes de mi entrada y me llevaron a un baño.
Cuando por fin pude entrar a la casa, me llevaron por unos pasillos oscuros a
toda prisa medio agachada y me hicieron esperar allí un rato hasta que me
pasaron a la habitación azul. ¡Parecía todo de juguete! En la tv no se nota,
pero allí las paredes eran de cartón piedra y no llegan hasta el techo. Estaba
tan emocionada de estar dentro, que me lo repetía a mi misma una y otra vez.
“Estás dentro de la casa, Judit. Está pasando de verdad. “Podía escuchar al
Súper por los altavoces hablando con los compañeros. Después me acerqué a la
puerta de la habitación para escucharles a ellos, estaban gritando y yo empecé
a gritar “¡¡hola, hola!!” Hasta que me dijeron que no podía y que tenía que
alejarme de la puerta. Así que empecé a mirar las camas, la pared, el techo y
después de un buen rato sin que pasase nada, decidí tumbarme en la cama a
descansar esperando que me avisasen para poder ver a mis compañeros. La mejor
sorpresa fue cuando vi a Andalla que me abrazó y me dijo que me conocía del
casting de Coruña. Hice memoria y empecé a recordar que era uno de los chicos
que había estado a mi lado haciendo los test. El primero al que vi, y de los
más importantes que me llevo. Tengo que desarrollar una teoría sobre ello,
porque creo que influye muchísimo en las relaciones posteriores el hecho de que
una persona sea la primera que conoces dentro de un grupo.
¿Qué
esperabas que te ofreciese G.H. antes de entrar a la casa? ¿Y qué te daba más
miedo? ¿Se correspondieron tus predicciones con la realidad?
Esperaba
diversión básicamente y compañerismo, ya que todos estábamos pasando por la
misma situación en la que las emociones están a flor de piel, echas de menos a
tu gente y también estás viviendo una experiencia deseada por muchos y que muy
pocos tienen la oportunidad de experimentar. Eso hacía que creyese en la
creación de un grupo unido, si bien es cierto que viendo las ediciones de GH he
visto como surgen rivalidades y enfrentamientos, tenía la esperanza de que eso
no ocurriese con nosotros, que nosotros demostrásemos ser de otra pasta. De
todas formas el conflicto es necesario para promover acciones y puede ser
beneficioso en muchos casos ya que a través de él se resuelven otras
cuestiones.
Lo
que más miedo me daba era que mis seres queridos lo pasasen mal por mi culpa,
que se preocupasen en exceso por mí o que les afectasen las posibles críticas
hacia mi persona. Eso fue un dilema para mí ya que por una parte no quería
darles problemas y por otra quería conseguir hacer realidad uno de mis sueños y
elegir mi propio camino.
En
líneas generales la experiencia en GH se correspondió en gran medida con la
idea de cohesión y buen rollismo. Fuimos un grupo bastante bien avenido, en
algunas ocasiones menos, sobre todo hacia la final, pero yo me quedo con los
momentos en los que sí sentí eso, y puedo decir que los hubo y fue fantástico.
Para
acabar, ¿qué aconsejarías a los concursantes que entran esta noche en la casa
de Gran Hermano 15?
Que
intenten relajarse y disfrutar de la experiencia, es algo que una vez fuera
añorarán y haciendo una analogía con la vida creo que cuando vemos la muerte
cerca de lo que siempre nos arrepentimos es de no haberla aprovechado más, de
haber perdido el tiempo quizás enfadados o peleando, de no haber amado más
(aunque podamos salir heridos). Así que con esta oportunidad que tienen ante
sí, que la aprovechen en todas esas cosas, que después una vez se hayan apagado
todas las luces y la fanfarria echarán de menos. Mis mejores deseos a todos
ellos, no os sintáis nunca más solos.
Ángel Muñoz: “Me quedé flipando desde el día que me
comunicaron que era concursante hasta un año después de haber ganado Gran
Hermano, es como si me costase reaccionar”.
¿Por
qué te presentaste a Gran Hermano?
Lo cierto es que me presenté por una consecución de
circunstancias que se dieron en mi vida, por un lado estaba muy agobiado
estudiando y trabajando al mismo tiempo, llevaba muchos años así y necesitaba
un respiro para mirar las cosas con distancia, por otro lado mi abuelo había
fallecido hacía unos meses y mi visión de la vida había cambiado, de repente
quería como en otros momentos de mi vida aprovechar el tiempo, intentar sacarme
todo el partido y disfrutar de experiencias nuevas, y otra de las razones
bastante importante es que mi hermana mediana siempre tuvo unas ganas locas de
entrar consiguiendo quedar de reserva una ocasión y en la otra iba a entrar
pero al ser militar desde hacía unos meses no le dejaron, de hecho, llegó a
estar con Mercedes Milá reunida y con los directivos para intentar hacer algo
porque así fuera y no hubo manera, además el año en que yo me presenté mi
hermana tuvo un año duro y también tuvo a su primer hijo con lo que
evidentemente ya no iba a poder presentarse al menos en muchos años, eso me
animó a presentarme y de hecho fue a la última persona que se lo dije, aún
recuerdo como lloraba, creo que le hizo más ilusión que a mi entrar.
Para mí entrar en Gran Hermano era una
experiencia y pensé que también una oportunidad, pero no era el sueño de mi
vida como lo era para mi hermana. No obstante hay un impulso que perduraba en
mí desde el primer Gran Hermano y que me llevó también a presentarme y era el
recuerdo que yo tenía de la gran final de Ismael Beiro, pensé que me encantaría
que la gente me recibiese así y me quisiera tanto como cuando le montaron aquel
espectáculo al salir de la casa. Cuando pensaba en Gran Hermano siempre pensé
en ese momento, en ese subidón, nunca en el dinero, para mí era ese el premio,
es algo curioso, porque ahora sí que veo que el premio tiene su importancia, y
mucha, y que además es una cosa a la que la gente en general le da mucha
importancia.
¿Cómo
recuerdas el proceso de casting? ¿Qué fue lo más raro que te preguntaron o te
pidieron que hicieses?
Pues te diré lo que siempre digo, no
recuerdo un casting especialmente duro, y tampoco extenuantemente largo, fueron
3 o 4 pruebas y ya está.
Primero llame por teléfono me dieron un
número para hacer el casting, lo hice por internet, recibí una notificación
para ir a un hotel donde me encontré con miles de personas y allí primero te
entrevistabas con una psicóloga o con la directora, Pepa, que se iban turnando
y te preguntaban que porqué querías entrar. En función de cómo te viera y lo
que le contestaras te mandaban a la prueba de cámara. Allí te hacían un
cuestionario de preguntas mirando a cámara y te volvían a preguntar por qué
querías entrar, que le ibas tu a aportar al programa, anécdotas de tu vida,
vida familiar, manías que tuvieras y todo esto mirando a cámara, yo creo que en
esta prueba depende mucho del feeling que tengas con la redactora o redactor y
también de lo natural y espontaneo que seas, en mi caso fue bien porque vi como
anotaban algo en mi hoja y me dijeron que bajara abajo a realizar unos test
psicotécnicos y de personalidad.
Lo siguiente ya fue que me llamaron para
venir a Madrid, me entrevisté con el jefe de los psicólogos y con los
directivos, poco tiempo después me llamaron para grabar el video de GH aunque
me dijeron que era por si acaso que no sabían seguro si entraría o estaría de
reserva.
Finalmente volví a ver a los directivos y
me dijeron que había sido seleccionado y que no me podían decir seguro si
entraba como concursante o como reserva, después me llevaron a hacerme un
reconocimiento médico y posteriormente me llamaron para citarme en un hotel de
Madrid donde tenía que estar las 48 horas previas al programa concentrado, me
visitaron un redactor para revisar mi maleta por tema de marcas y tal y más
tarde vino a verme la que sería mi psicóloga en el concurso, y el último día
pasó Mercedes Milá a conocerme y a darme la bienvenida y a desearme suerte
además de darme algunos consejos. A partir de ahí ya lo conocéis todos, entré a
la casa y salí 4 meses y tres semanas después (risas).
¿Cómo
viviste el momento en el que te llaman para comunicarte que eres concursante de
Gran Hermano?
Pues la verdad que fue gracioso porque
estaba en la playa de Bolonia, que había ido con mi furgo, y justo había
quedado con dos amigas que estaban allí de tiraíllas haciendo nudismo y con los
perros y tal, y estábamos allí tomando una cervecita de lata en un cortavientos
hecho con piedras y me sonó el móvil, llevaba días esperando esa llamada porque
me dijeron que estuviera pendiente, pero apuraron hasta el último día y a pesar
de siempre tener la sensación de que me iban a seleccionar la verdad es que en
ese momento ya no lo esperaba, pero fue todo un subidón. Al estar con mis
amigas tuve que contárselo y alucinaron pepinillos la verdad, no se podían
creer que me hubiera presentado y que encima me hubieran cogido, aunque eso
para ellas no era tan raro, la verdad que me quedé flipado y me hizo mucha
ilusión, fue un subidón, pero no sé, creo que en parte también me quedé un poco
bloqueado.
Realmente creo que me quedé flipando desde
ese día hasta un año después de haber ganado Gran Hermano, es como si me
costase reaccionar. Creo que ahora lo viviría todo de otra manera, es curioso,
a pesar de estar siempre muy seguro de que me cogerían luego me di cuenta de
que no debía de tener tanta confianza como me impuse porque nunca terminé de
creérmelo, aún así hoy lo pienso y no me ubico, no me lo creo. No sé, es
curioso, (risas).
¿Cómo
comunicaste a tu entorno más cercano que habías sido seleccionado y cómo
recibieron la noticia?
La verdad que fui bastante discreto porque
me dijeron que tenía que ser todo confidencial, de hecho fue duro porque cinco
días antes de entrar en la casa se casó mi primo y no le pude contar nada, la
gente me decía que si me pasaba algo, que estaba muy formalito, de hecho no
bebí en la boda ni nada, (risas) me moría por contárselo y liarla parda ese día
(risas) pero bueno… Además, el día que entré en la casa se casaba una prima y
días antes le tuve que decir que no podía ir a su boda, así que no veas que mal
trago, de hecho se enteraron en el mismo banquete porque mi familia se lo
contó, pusieron una tele y todo en la boda.
Por lo demás, se lo conté a mis padres y a
mis hermanas, menos a mi hermana mediana que se lo conté algo más tarde para
darle la sorpresa como ya os contaba antes. A todos les hizo mucha ilusión y no
les extrañaba nada, yo siempre he sido de embarcarme en este tipo de aventuras
y me gusta la televisión y el cine, siempre estuve vinculado a estos medios
porque estudié interpretación, tengo vena artística desde crio y he hecho
algunas cosillas, esto no tiene que ver con Gran Hermano, pero bueno en cierto
modo algo parecido era. Mi madre desde el primer día que se lo dije empezó a
perder peso de manera exponencial y así hasta que salí del programa, y también
tuvo algunos problemas con el azúcar cuando yo estuve dentro de los nervios y
demás. Por lo demás no se lo conté a nadie, ahh, bueno y a los amigos y amigas
que salían en el video de presentación que no les extraño nada (risas).
¿Cómo
recuerdas el día que entrabas en la casa? Tanto sentimientos, cómo se
desarrollaron los hechos en el día, alguna anécdota…
El día que entré en la casa lo recuerdo con
un subidón que no veas, muchos nervios por un lado y una paz y tranquilidad por
otro que no veas. Por un lado me daban pavor las cámaras y lo que me iba a
encontrar, pero por otro lado estaba en calma, el dejar de tener
responsabilidades y problemas cotidianos y entrar en un sitio donde pensaba que
iba a estar de campamento de verano para mí era maravilloso, fue muy mágico,
aunque el día entero fue muy largo porque salí muy pronto del hotel, por la
mañana y me pase el día metido en un coche con un chófer y con un montón de
gente hablando y organizando todo con él, era como si fuese un político o
alguien que intentan ocultar para que nadie lo vea. Finalmente me vendaron los
ojos, me pusieron a correr por no sé dónde y de repente aparecí dentro del
confesionario y eso sí que fue ¡Radicallllll!, me encantó, luego ver a Mercedes
Milá hablándome, para mí era como surrealista, de hecho no me enteré de casi
nada de lo que me dijo, antes no tenía vinculo con la casa, ahora sí, y si
volviera a entrar, creo que lloraría de emoción.
¿Qué
esperabas que te ofreciese G.H. antes de entrar a la casa? ¿Y qué te daba más
miedo? ¿Se correspondieron tus predicciones con la realidad?
Pues esperaba hacer un buen grupo de amigos
con los que luego hacer cosas, esperaba vivir una experiencia única e
inolvidable, y también esperaba que me ayudara a proyectarme profesionalmente
en el ámbito que siempre me ilusionó, la interpretación, la música, etc. Pensé
que tenía muchas cualidades y mucha energía que se podían aprovechar también a
nivel televisivo, pero en eso me equivoqué. Gran Hermano es lo que es, un
formato maravilloso donde vives una experiencia única e inolvidable pero que
más que abrirte puertas puede llegar hasta cerrarlas, no es mi caso porque no
me las abrió, pero tampoco me las cerró, también creo que fue así por mi
comportamiento y mi manera de ser. Pues me daba miedo todo lo que rodea a Gran
Hermano, los programas satélites que hablan y muchas veces despellejan
indiscriminadamente y que mi familia sufriera por ello, que inventasen y
dijesen crueldades, y la verdad que así fue y ojo, que yo me siento un
afortunado al fin y al cabo porque a otros y otras pobres les dieron cien veces
más. En mi caso no sopese eso antes de entrar y no imaginaba tal magnitud, no
había caído yo en esas cosas, ni en las redes sociales casi recién estrenadas.
En cuanto a mis predicciones no tenía
tales, más bien diría que no (risas), nunca predije nada, me limité a vivir una
experiencia y sí es cierto que en algún momento pude ver claro que alguien no
iba a durar mucho tiempo ahí si seguía actuando de esa manera y demás, pero
bueno podría haber sido al contrario, pensarlo y que terminaran ganando.
Habiendo ganado es fácil decir que todas las predicciones salieron bien, pero
la realidad es que no quise nunca pensar en ello y no lo hice hasta bien
entrado el final, nunca pensé que Tatiana se pudiese ir y mira lo que pasó, a
lo último ya solo quería largarme, más fue una penitencia que un campamento
como yo imaginé. En mi cabeza imaginaba un concurso lleno de colegas y una
final de buen rollo y del tipo: “¡¡¡ Buenos chic@s!!!
que gane el mejor y a ver qué pasa, luego irnos por ahí de viaje a celebrarlo y
punto.” Pero, lamentablemente no fue así, fue una final bastante polémica y un
fin de programa un tanto tenso, las ultimas semanas fueron muy, muy duras y
agobiantes, y aún intuyendo que podía ya ganar a esas alturas, de hecho estuve
a puntito de irme, me dio un ataque de ansiedad muy fuerte a última hora y casi
me tienen que atender, lo pasé muy mal porque solo me había pasado eso una vez
en mi vida y no quería tener esa sensación de estar encerrado y de no ser
libre, en fin paranoias que le dan a uno a esas alturas, se juntan muchas
circunstancias, además hay algo que nunca estuvo en mis predicciones, y es que
estuviéramos cuatro meses y tres semanas, cuando firmas en teoría el programa
dura tres meses, aunque cabe la posibilidad de que lo amplíen un poco.
Para
acabar, ¿qué aconsejarías a los concursantes que entran esta noche en la casa
de Gran Hermano 15?
Lo primero que sean naturales, que no se
controlen en exceso pero que un poco si, de hecho todos lo hacemos, que
intenten crear lazos bonitos y vivan la experiencia cien por cien, pero que si
no los crean que tampoco pasa nada. Cuando se trata de Gran Hermano, al igual
que en la vida, creo que lo mejor es no tener expectativas porque cuando las
tienes es fácil encontrar la frustración por el camino. Que disfruten y que
sean buenos compañeros, y que procuren tener empatía con los demás, al fin y al
cabo, es tan divertido o tan agobiante para ti como para el resto, todos
quieren ser ganadores, todos quieren caer bien, todos tienen familia, todos
quieren demostrar algo, y para eso creo que hay que estar relajado y vivir el
día a día como si estuvieras en tu mismísimo barrio. No dar demasiada
importancia a las cosas y relativizar lo máximo posible, pese a que esto pueda
ser el mayor reto a sobrellevar en Gran Hermano. Este año entran por parejas si
no me equivoco, así, que se apoyen en ellas, pero que tampoco se cierren al
resto porque sino la experiencia no es tan rica, lo he hablado con otros
compañeros y compañeras, y eso a veces te limita la experiencia mucho.
Gracias
por la entrevista, un placer hacerla, me ha servido un poco de catarsis y me ha
venido muy bien contestaros a todas estas cuestiones. Un abrazote muy gordo y
mucha suerte con vuestra página. Namasté y Pura Vida.
¡¡ Viva Gran Hermano y suerte para los que
entran!!
Nuria Yáñez: “Mis compañeros de trabajo me hicieron la
vida imposible al saber que entraba en Gran Hermano”.
¿Por
qué te presentaste a Gran Hermano?
Hola amigos, me presenté a Gran Hermano
porque quería vivir una experiencia nueva, y mi intuición me llevó a otro mundo
que me abrió otra dimensión.
¿Cómo
recuerdas el proceso de casting? ¿Qué fue lo más raro que te preguntaron o te
pidieron que hicieses?
El proceso de casting lo recuerdo con
alegría ilusión y sorpresa, había muchísima gente y cuando yo fui pasando
pruebas mi corazón cada vez se iba acelerando más... quizás preparándose para
lo que iba a ocurrir los próximos tres meses.
¿Cómo
viviste el momento en el que te llaman para comunicarte que eres concursante de
Gran Hermano?
A mí me dijeron que entraba a la casa
cuando me grabaron mi video de presentación. Sentí mucha ilusión y también
melancolía porque dejaba una vida.
¿Cómo
comunicaste a tu entorno más cercano que habías sido seleccionada y cómo
recibieron la noticia?
No pude decirle a mucha gente que entraba
porque no te dejan, pero mis amigos de verdad se alegraron y compañeros de
trabajo de aquella época me hicieron la vida imposible, la última semana
querían grabarme y hacerme fotos… fue difícil.
¿Cómo
recuerdas el día que entrabas en la casa? Tanto sentimientos, cómo se
desarrollaron los hechos en el día, alguna anécdota…
Ese día para mí estuvo
lleno de misterio… entre alegría y miedo a lo desconocido tenía la bilirrubina
a mil por hora y al final todo salió bien y fue la experiencia más importante
de mi vida.
¿Qué
esperabas que te ofreciese G.H. antes de entrar a la casa? ¿Y qué te daba más
miedo? ¿Se correspondieron tus predicciones con la realidad?
A G.H. fui buscando una gran aventura y
desde el 21 del 9 de 2003 esa aventura sigue en mi vida... han sido muchas
experiencias vividas después de ese ojo mágico.
Para
acabar, ¿qué aconsejarías a los concursantes que entran esta noche en la casa
de Gran Hermano 15?
A la gente que entra le digo que sean felices y disfruten sin miedo a nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario