Dependiendo desde el prisma del que lo mires la noche fue
redonda o catastrófica. Desde luego a mí
me encantó, se me pasaron las horas de gala volando y terminé con buen
sabor de boca. Sin embargo, para Suso,
a pesar de haberse salvado de subir a la palestra por un solo punto no la vivió
con tanto agrado, más bien todo lo contario. Su aliado, Muti, fue expulsado; la inmunidad la ganó su mayor rival de juego, Quique; tres miembros de su grupo se
exponen a la expulsión: Amanda, Raquel y Sofía; y el público abucheó el
resultado de que no se enfrentase a la nominación.
Quiero empezar hablando de Muti que vuelve a ser invisible en la casa, o más bien inexistente,
ya que el 65,2% de la audiencia ha
decidido expulsarle. Y recalco, ha decidido expulsarle a él y no castigar a
Suso. Sí que pienso que el haber sido
el aliado de Suso ha jugado en su contra
porque el comportamiento de éste deja mucho que desear, y es una forma de
lanzar información a la casa haciéndoles saber que no nos gusta cómo está
actuando, pero Muti no ha sido un
buen concursante y su actitud no ha distado de la de Suso, todo lo contrario, era cómplice
de las faltas de respeto hacia las mujeres y no ha jugado su juego sino el
que le marcaba Suso, ha sido SU SOmbra.
Es fácil intentar buscar las culpas en fuentes externas y no asumir los propios errores. En Gran Hermano han llegado a la final
concursantes que han entrado a la casa hasta 42 días tarde, pues me viene a la cabeza el caso de Dani Santos, e incluso ha ganado el
reality una concursante reserva, Judit
Iglesias, que entró 11 días
después del estreno. Todos ellos sin haber tenido la posibilidad de tener contacto previo con los compañeros,
como sí lo tuvo Muti. Entrar más
tarde tiene tanto ventajas como inconvenientes pero hay que conocerlas y saber
utilizarlas. Así que es una excusa
barata decir que se le ha expulsado por haber llegado 4 días más tarde, porque quizás los compañeros sí han utilizado
esa razón para nominarle pero él tampoco se ha abierto al grupo para aprovechar
el tiempo perdido, y la audiencia no
juzga el tiempo de estancia, sino la estancia. Otra excusa barata es decir
que se le ha juzgado por ser negro,
cuando no es así, se le ha condenado por su
personalidad. Como estoy tirando de histórico, un concursante que era negro
y casi llega a la final fue Andalla,
quien estuvo en GH 9 88 días y no fue expulsado en su primera nominación. Simplemente excusas,
como la de decir “tengo muchos amigos gais”
para justificar comentarios homofóbicos, excusa que también utilizó Muti pero de
una forma más repugnante, al defenderse diciendo que “en su forma de hablar” a un cobarde lo llama ‘maricón’, para
continuar diciendo que tiene muchos amigos ‘maricones’.
No sé si tendrá amigos homosexuales, pero desde luego que cobardes sí, el primero Suso.
Ay, Suso… Suso, Suso,
Suso… Con él tenemos que poner en la balanza si apostar por dejarlo dentro
de la casa porque da juego o expulsarlo para librarnos de ver un comportamiento
tan despreciable en esa convivencia. Yo tengo claro que este concursante no me
gusta y creo que lo suyo no es dar juego
es hacer ruido, pues, como explicaba en el último post, su juego es artificial. Pero de momento
hay que seguir juzgándolo, al menos, dos semanas más porque no está nominado.
Quienes sí están en la palestra son tres de sus aliadas, aunque entre ellas haya una guerra abierta: Amanda, Raquel y Sofía. Esta guerra sí
me parece muy interesante y quiero ver cómo continua desarrollándose durante
semanas, entre Raquel y Sofía,
porque ambas son muy necesarias para seguir dinamitando tramas y hacer la
convivencia inestable, pero me temo que un bando tendrá que salir vencedor de
esta batalla, porque gran parte de la audiencia no aprende, no apuesta por el
juego, no quiere destruir peones
(como Amanda) antes de destruir a
una de las reinas (Raquel y Sofía).
Yo si pudiese elegir no
expulsaría a ninguna de las nominadas, de hecho creo que es una opción que
se podría introducir como novedad en alguna edición de Gran Hermano, el que la
audiencia tuviese el comodín de no
sacar a ninguno de los nominados de la casa, pero estas no son las reglas del
juego, así que una tiene que ir fuera.
A mí Amanda no me
desagrada, me parece una chica coherente
en muchas ocasiones con sus razonamientos y me ha sorprendido, por la imagen superficial que se nos vendió en
su vídeo de presentación, pero, en varias ocasiones, la he subido y bajado del
pedestal de mis favoritos para dejarla finalmente abajo, porque muy pocas veces ha tenido el valor de ser clara
delante del compañero al que critica, amenaza constantemente con hablar
pero no lo hace y su actos se quedan en palabras, no se desarrollan. Mantenerla
me gustaría, en el sentido de que es la única aliada de Raquel, pero eso implicaría expulsar a Sofía, opción que no quiero contemplar, de momento.
Aunque mis deseos no creo que vayan a ser una realidad. He
consultado varias encuestas y Amanda se
descuelga como la menos votada. La guerra está abierta entre Raquel y Sofía y aquí os dejo la encuesta twittera para que veáis quién
va ganando y os podáis pronunciar por vuestra perdedora:
ENCUESTA: ¿En la guerra Raquel-Sofía quién quieres que sea expulsada? #Gala4GH16 #GHDirecto
RT - RAQUEL
FAV - SOFÍA pic.twitter.com/JAFrPZfM4G
— Hablamos de Tele (@HablamosdeTv) octubre 2, 2015
Expulsar a Sofía reforzaría mucho a Raquel, que se salvaría de su tercera nominación y, encima,
acompañada de su mayor aliada. No creo que tan pronto haya que lanzarles
mensajes tan contundentes a los concursantes, hay que seguir manteniendo los bandos, dejando a las protagonistas
dentro de la casa, observando su desarrollo y después sentenciar. Tenemos que
ver cómo es la vida sin secretos,
esperar una posible repesca (que
vuelva La Elegida de Dios), ver qué
tramas tiene Gran Hermano bajo la manga porque aunque acaben las asambleas
supongo que seguiremos teniendo que callar muchas cosas… Shhh.
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