Aunque la votación fue muy ajustada, 50.2% frente a 49.8%, la audiencia prefirió quedarse con el Gran Hermano más obvio y más
artificial, comprando a Suso. Dejó
escapar a un concursante que podría haber dado vida a este programa, en su
sentido más estratega, permitiendo
la división de grupos y el inicio de historias que ahora se frenan con la
presencia de Suso dentro de la casa.
Los nominados de esta semana son Han,
Ivy y Vera.
Las razones para expulsar a Suso frente a
Quique en esta nominación las dejé claras en un vídeo (podéis verlo pinchando aquí) así que no me voy a extender. Desde
luego me apena su expulsión porque creo que, en un principio, su secreto lo tenía reprimido y no le
permitía jugar abiertamente. Yo veía en él un lado estratega que no
terminaba de explotar, veía una versión mala de Pepe Herrero, estratega por excelencia, pero todo cambió desde que
empecé a entender su juego y a ver cómo se estaba segmentando la casa gracias a
que él había sentenciado que no era
oportuno sacar adelante la estrategia propuesta por Carolina, nominando a Han, Amanda y Aritz, por lo que se
demostró el poder que podía llegar a ejercer sobre sus compañeros. No sólo me
apena por esto su expulsión, además de porque significa la permanencia de Suso que simplemente nos aporta un
juego artificial y ruidoso que no permite desarrollar tramas minuciosas e
interesantes, me apena también por su pasión
por este concurso, por ser uno de los nuestros, de los que le entusiasma Gran Hermano y vive cada segundo con
máxima intensidad. Suso utilizó como
desprecio que había que ser muy friki y
muy tonto para conocer tanto este reality, pero creo que se le olvida que
él está concursando este programa. Quique, gracias por serlo.
Después de 16
ediciones sigue habiendo mucha gente que vota por impulsos, sin pensar en las consecuencias de una
expulsión, que etiquetan a los concursantes desde un primer momento y aunque
demuestren lo contario no les arrancan esa etiqueta. A Quique se le catalogó de mueble desde la primera semana, y es cierto
que pasó un poco desapercibido pero no debemos olvidar que
fue uno de los implicados en aquella estrategia que trató de montar Raquel los primeros días. Se confundió
la observación y la lectura del juego,
nunca mejor dicho por aquello de que en la biblioteca se lee, con ser un
mueble, cuando un mueble no aporta contenidos y él sí los aporta. Quique ha tenido claro que quería
concursar, quería jugar a Gran Hermano
y tratar de ganarlo, ha hecho lo que todo concursante debería estar obligado a
hacer, pensar en el juego e intentar ganar. Como estratega ha cometido errores
de manual, que pienso que como experto en GH tendrá la capacidad de entender fácilmente
cuando vea desde fuera su concurso, pero no se le ha dado la oportunidad de
justificarlos dentro del juego, ni de remendarlos.
Precisamente estos impulsos de la audiencia volverán a pasar
factura esta semana porque, prácticamente, tengo la seguridad de que Ivy será la expulsada y no con un
porcentaje ajustado como hemos visto estas semanas de reality, excepto con Muti.
Yo pienso que Vera
es el concursante más prescindible
de la casa porque no ha hecho más que intentar hacer carpeta y tratar de quedar
bien con todos sus compañeros, sin embargo, Ivy se perfila como mala de
la edición, por la manipulación que ha montado con Carolina de la historia del pacto que por la desaprobación de Quique vendieron como ocurrencia sin
ninguna intención real. A mí me gustaría continuar viendo la segregación de
grupos y la actuación de Ivy y Carolina
con respecto a futuras nominaciones, pero por el contrario, con la expulsión de
Ivy provocaremos que Carolina se quede sola y sea absorbida por
alguno de los bandos, sin más misterio. El que sobra es Vera pero los impulsos os llevarán a echar a Ivy por goleada, así que esta semana no me esfuerzo en hacer
campaña. Con un poco de suerte, ya que Carlos
entró en GH por amor también podría abandonarlo
por amor, cuando sepa que su mujer está expulsada, así tendríamos la suerte
de que se incorporase un reserva a
la convivencia y dejaríamos de ver a un chico que sólo se preocupa por las horas de sueño y por la cantidad de comida
que hay en cada plato.
Siguiendo con el tema de las nominaciones ayer volvieron a ser a la cara (podéis ver la tabla de cómo se repartieron los puntos pinchando aquí).
Mercedes Milá propuso que siempre
fuesen a la cara por todo el conflicto que generan y pedía a las redes que
hablásemos. Bueno, pues aquí mi aportación que también la dejaba ayer en Twitter (@HablamosdeTv): Yo no quiero
que las nominaciones a la cara sean algo habitual, puntualmente está genial
para romper esquemas y ver reacciones que nos permiten conocer mejor a los
concursantes, pero la nominación en el confesionario es, para mí, una base de Gran Hermano. Los
participantes deben tener el derecho al
secreto de su votación, compartida siempre con el público, y la posibilidad
de compartirla posteriormente con quien quiera, con la consecuente incertidumbre
que se genera al calcular cómo se han repartido los puntos. El espectador siempre debe saber más que el
concursante, es parte de la magia de Gran Hermano, la complicidad que se
genera, pero la nominación a la cara nos sitúa en el mismo peldaño de
información. Además, una nominación a la
cara no da los mismos resultados que daría una nominación secreta porque el
conocer lo que han votado los compañeros previos a ti varía tus puntos,
inevitablemente, por lo que el resultado no será el que iba a ser. No me
parecería mal que una semana les emitiesen la votación en vídeo, posteriormente
a realizarla en el confesionario, pero también puntualmente. Los giros de
tuerca en la nominación son necesarios cuando los concursantes empiezan a resabiarse y a creer tener el concurso en
sus manos, mientras tanto, hay que dejarles
jugar y hacer estrategias, dejar que fluya el concurso y no machacar, por
sistema, todos sus planes.
Tres misterios quedan para mí en el aire. El primero es la puerta por la que salió Juan Magán de
la casa que se oculta dentro de uno de los armarios, supongo que llevará a
alguna estancia que aún no se ha desvelado y que pronto nos darán la
información; el segundo misterio está en que Carolina se despidió de Quique
llorando y diciéndole: “dale un beso a
nuestra madre”, ¿será cierto que son hermanos?; y finalmente, Mercedes Milá cerró la gala diciendo
que un concursante la semana que viene puede
convertirse en finalista. De
esto último yo me quedo con el PUEDE,
porque después de tantos años viendo el programa he aprendido que todas las
palabras tienen significado y no creo que sea tan fácil como que la semana que
viene un concursante se cuele directamente en la final, como ya anuncian
diferentes portales de televisión, sino que se presentará la opción de alguna forma, como parte de la mecánica, y
lo pueden conseguir, o no, desde el jueves que viene hasta el final del
concurso.
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