Con la gala del
terror acabé entrando pánico, y no por el pasillo del miedo, sino cuando,
al final de la gala, se revelaba que la repescada era Raquel. Necesito una buena dosis de kleenex y psicólogos porque
no sé cómo voy a superar este regreso, el de una concursante que atenta contra
la esencia de Gran Hermano
teatralizando su concurso hasta límites insospechados.
Anoche ya empezaba la función con una Raquel sobreactuada y con la actitud infantil que ha criticado de
sus compañeros. Una vez que se supo repescada pudimos volver a ver a esa pareja
artificial, formada por Raquel y Suso,
que se abrazaban mirando a cámara,
mientras “la enamorada”, ya repescada, le proponía al oído una amistad. Si todo este teatro no fuese
poco se inventó que tan sólo había estado dos
días fuera de la casa e introdujo mucha información del exterior, por supuesto, filtrada por sus intereses
en el concurso.
La vuelta de Raquel
era la que menos deseaba de las cinco opciones que teníamos en esta repesca,
incluso prefería la opción “ninguno”
antes que la vuelta de la extremeña, pero ya que está dentro vamos a aprovechar
su presencia en nuestro beneficio, y es que Raquel va a ponerle el maletín muy cerca a Sofía, una de las concursantes más auténticas de esta edición. De Sofía puedo sacar mil defectos, mil
errores que ha cometido en este mes y medio de programa pero, al menos, es una
concursante real, que siente, que se
implica y que actúa por impulsos olvidando que está rodeada de cámaras para convivir
sin máscaras.
En este caso voy a defender la expulsión de Amanda. Vera no está en peligro. Suso
y Ricky me parecen lo peor, sobre todo Ricky
por ser una copia mala de Suso y que
sus comportamientos con respecto a las mujeres produzcan arcadas. Es una
expresión bastante fea pero no encuentro otra forma para definir la repulsión
que me produce verle relacionando todos sus actos con el sexo. Ayer, sin ir más
lejos, le tuvo que llamar la atención el Súper,
durante su recorrido por el pasadizo del terror, cuando faltó el respeto a una
actriz al simular que tenía relaciones con ella. Vergonzoso. Pero esta semana
no movilizaré una campaña en contra de ellos porque creo que seguirán saliendo
nominados y que sin Amanda,
directora de guión, saldrán a relucir las verdaderas caras que muchas veces
esta concursante frena, tapona sus verdaderas reacciones, los reprime. Ahora,
ya que ha vuelto Raquel, me gustaría
ver en qué desemboca todo su teatro sin su principal apoyo.
La opción que me falta es Marina y quiero que se quede. A los que dicen que Marina es un mueble venenoso yo les digo que Amanda es un mueble
barnizado. Al menos, Marina
envenena la convivencia, remueve las tramas y es una correveidile necesaria,
sin embargo, Amanda es un mueble barnizado
porque parece muy buena y sincera pero sólo decora y se ve
favorita, pero la realidad es que obstaculiza que estallen muchas situaciones,
por lo que hay que retirar el bulto para que todo fluya.
Los de Sofía, Marina
y Vera tienen que concentrar el voto en Amanda porque está en riesgo Marina.
Incluyo a Sofía, aunque no esté
nominada, porque hay que debilitar el grupo de Raquel, que ahora se sitúa en mayoría, se creen queridos y tienen el
domino de las nominaciones por la cantidad de puntos de los que disponen. Hay
que fragmentar esa unión sacando al
miembro que piensan con más apoyo, Amanda, para desestabilizar las ideas que
hay en la casa y las creencias con las que han entrado Ricky y Raquel, ya que tienen información del exterior. La salida
de Amanda sería la más acertada para
que Raquel tampoco tenga excusa para
mostrarse, ya que ayer mismo utilizaba a su amiga de parapeto para no dormir
con Suso. Hay que destapar ese
teatro antes de volver a expulsar a Raquel
o sacar a Suso, y la única forma de
hacerlo es eliminando, en este momento, a Amanda
del juego.
Hablando ahora, un poco, de la temática de la gala quiero
decir que el recorrido del terror
fue muy divertido. Quiero darle la enhorabuena al equipo, por el trabajo de esta edición, y a Insidious. Eso sí, una noche del terror en Gran Hermano no es lo mismo sin vómito. Lo mejor de la noche fue ver el recorrido de Niedziela, Vera y Carolina por el
pasadizo del terror. El Súper tuvo
que advertir a Carolina que eran
personas, por el ataque de nervios que llevaba encima, a lo que ella contestó, con
un grito ahogado, que no. Es que claro, el Súper
no se daba cuenta que Carolina
estaba viendo cosas que nosotros no veíamos.
Carolina fue
expulsada entre espíritus, parecía una ironía de la vida porque el momento no
podía ser más acertado. La entrevista fue bastante corta pero, desde luego, era
innecesario alargarla más teniendo una gala tan potente. Me parece injusto que
digan que Carolina ha sido un
mueble. Sí lo fue las primeras semanas de concurso, pero desde que se liberó de
su secreto empecé a conocerla más en profundidad y vi en ella a una concursante
con muchas dobleces que poco a poco se iban despegando. La pena para ella es
que el programa no dura eternamente, entonces, el estar cerrada y jugar, gran
parte del concurso, a pasar
desapercibida no es conveniente para que el espectador pueda apoyarte.
Para acabar quiero decir que no entiendo por qué Ricky ayer tuvo 3, 2 y 1 punto para nominar. Su secreto fue descubierto durante una
fiesta que por su irresponsabilidad, al pasar más tiempo del debido con los
expulsados, el grupo supo que estaba en otra casa. Evidentemente, es imposible
saber quiénes son los miembros de la otra casa porque no ven a través de las paredes pero el descubrimiento era evidente.
En ningún momento se dijo que los concursantes debían oficializarlo en el
confesionario, ya que no se les advirtió que Ricky tenía un secreto, como sí se advirtió del resto de
participantes el primer día de concurso. Bien, pues si esto fuese poco, después
de la gala Ricky decidió revelar que
todo lo de Désirée, Williams, Luis y
Paula era mentira, por lo que ya no sólo deberían quitarle los tres puntos
para nominar sino que deberían retirarle la parte proporcional a 100.000 euros en caso de ganar el
premio. Ha sido descubierto y ha revelado su secreto. Tomen medidas.
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