Para los amantes de Gran
Hermano, un día como hoy está cargado de significado, de emotividad y de
liturgias. Es el día donde volverá a llenarse de vida la casa más mágica de la tele, una casa que nos hace reír y llorar
viendo las aventuras de los valientes que la habitarán durante 3 meses, en el
mejor de los casos para los que consigan convertirse en finalistas pues otros
deberán conformarse con estar sólo unos días. Hoy vuelve nuestro programa. Hoy empieza GH 17.
El nerviosismo y
la emoción me invade un día como
hoy, soy como un niño pequeño el día de Reyes.
Sólo los que vivimos este programa a flor de piel, los que nos dejamos atrapar
por el hechizo que invade la casa de
Guadalix de la Sierra sabemos qué significa esta sensación, ese pellizquito
que llevamos teniendo unos días en el estómago que nos hace contar las horas
para volver a ver llenos de luz y de
color, nunca mejor dicho, cada rincón de esa casa.
Hoy es un día, aún si cabe, mucho más especial. Sólo de
pensarlo me invade una gran sensación de melancolía
y nostalgia, así que no sé si esta noche podré contener las lágrimas cuando suceda lo que muchos
hemos intentado evitar pensar que sucedería con infinitas teorías
conspiratorias… Hoy no sólo empieza Gran
Hermano 17, hoy nace una nueva etapa al mismo tiempo que muere otra, porque
hoy con todo el dolor de nuestro corazón nos tocará despedir a la mujer que ha
dejado su alma en quince de las
dieciséis ediciones de este formato, lo cual ha hecho que ella se convierta en
parte del alma de Gran Hermano. Hoy
nos toca decir hasta luego, nunca
adiós porque siempre será parte de GH, a la presentadora que nos ha hecho vibrar a cada instante, la presentadora
que nos ha entendido, que se ha
situado a nuestro lado, que nos ha
hecho reír, con la que nos hemos enfadado y, al fin y al cabo, la que se ha ganado una parcela en los corazones
de los amantes de Gran Hermano, porque Gran Hermano sin Mercedes Milá no sería el Gran Hermano
que nosotros conocemos, el que hemos vivido y el que hoy despedimos para
recibirlo con otra forma de mirar.
Mercedes GRACIAS.
Ahora sólo puedo darte las gracias y desearte mucha suerte en los proyectos que
has deseado embarcar.
También será altamente emocionante mirar a las gradas y verlas repletas de ex concursantes, si es que finalmente
es así. Todo apunta a que lo será, por los mensajes y las indirectas que han
ido lanzando muchos de ellos por redes
sociales. Los que hemos seguido este programa desde su primera edición
podemos decir que nos ha acompañado durante 16 años de nuestra vida, 16 años en los que han pasado muchas cosas
y en los que hemos tenido, en Gran
Hermano, un espacio fantástico de evasión, compartiendo con esos
participantes emociones con las que nos hemos podido identificar mucho.
A Jorge Javier Vázquez
no creo que sea el momento de decirle nada. Sí pienso que él está siendo muy generoso al entender que hayamos
inundado la red de críticas por la decisión de dejar en sus manos la sustitución. Por otro lado,
creo que ahora le toca a él ganarse su
lugar en Gran Hermano, que no es tarea fácil. Yo le pido respeto hacia lo
que significa este formato para muchos de nosotros, no queremos ver otra cosa que no sea Gran Hermano y yo tampoco voy
a permitir que nada me enturbie el disfrute de la una nueva edición, que apunta
ser revolucionaria.
Confío muchísimo en el equipo,
tanto que ya lo han conseguido. Ya han conseguido ponerme los vellos de punta cuando ayer, en la
rueda de prensa, vi ese vídeo que dará comienzo a GH 17. Alberto García cruzaba una puerta para contarnos su
historia. Él fue la primera persona en presentarse al casting de Gran Hermano, sin ningún éxito ni en esa primera
edición ni más adelante… quién sabe si lo veamos esta noche dentro de la casa…
al verdadero Alberto García porque
entiendo que el del vídeo es un actor. Tras Alberto se han presentado al casting un millón de personas que, en algún momento, han deseado ser parte
de Gran Hermano y han sentido que era su momento. Es brutal el movimiento que
ejerce este programa pero de ese millón, tras 16 años, aún no se han llegado a
dar ni a 300 el sí. Es muy difícil
entrar en esa casa, un sueño que persigue mucha gente y que muy pocos
afortunados logran, por lo que espero que los próximos 17 valientes que conoceremos esta noche sepan exprimir cada
instante y hacernos vivir Gran Hermano. También confío mucho en ellos porque son los que crean el auténtico Gran Hermano, pues la vida de este
programa nace por su convivencia.
Ayer quise dedicarles unas palabras por Twitter a los concursantes, no sé si alguno me leería, pero fue un
gesto más bien simbólico. Este es el mensaje que yo les lanzaría a estas 17 personas que ahora pasan a convertirse
en concursantes, sin dejar de ser personas. A todos les deseo suerte y les
agradezco por querer ser parte de Gran Hermano:
“Ahora os comerán los nervios y os asaltarán muchas dudas. Mañana daréis el paso de entrar
en una casa mágica que cambiará, en
mayor o menos medida, vuestras vidas. Tened en mente que la experiencia es importante, de hecho es
un grado, pero que estáis compitiendo en un concurso. Vuestros compañeros
serán vuestros rivales y el mejor aliado al que tenéis que conquistar se
encuentra al otro lado de la pantalla, el espectador.
Déjate el alma en cada instante, juega, cuéntanos tus sentimientos, analiza tus
estrategias y las de los demás, involúcrate en la convivencia, ríe, llora,
discute, ama, odia… y no te
conviertas en una estafa para la
audiencia, no pases de puntillas por GH
ni crees una ficción de la realidad que queremos ver. Recuerda que este es TU MOMENTO y que, los amantes de GH,
estamos deseando conocerte. En
definitiva, VIVE Gran Hermano y
cuando salgas ‘Hablamos de Tele’”
Empieza Gran Hermano,
vuelve la vida en directo y quiero
que, un año más, compartamos cada instante para magnificarnos todos juntos viendo el programa que más emociones nos
provoca.
Vaya mierda de gala
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