17 may 2015

Amor a Prueba en España

La primera edición del reality chileno “Amor a Prueba” ha llegado a su fin. Hoy, os traigo un post un poco especial, pues quiero lanzar un guante a las productoras y cadenas de televisión, recomendándoles que traigan a España este programa que reúne los factores necesarios para que un amante de este tipo de formatos se quede enganchado a la pantalla.

Sé que mucha gente en España ha seguido de cerca, como yo, todo lo que sucedía en Pirque (Chile), dentro de El Nido de “Amor a Prueba”. Sobre todo, porque nos enteramos de que tres personas muy conocidas para nosotros participarían en la edición, quienes han dado muchísimo juego, han logrado alcanzar una gran posición en el concurso y hacerse muy conocidos en el país. Estoy hablando de Liz Emiliano, Oriana Marzoli y Tony Spina.

La mecánica del concurso conjuga muy bien los factores que sostienen el éxito de otros realities y, a continuación, voy a desarrollar punto por punto qué nos ofrece “Amor a Prueba” y en qué se asemeja a otros realities:

-El amor: Podemos asegurar que cuando en un reality se cuece una trama amorosa los espectadores seguimos con mucha atención todo lo que sucede en ella. En este reality nos sirven en bandeja este tipo de tramas, ya que entran una serie de parejas que tienen que convivir con una serie de solteros, quienes tienen el objetivo de iniciar una relación dentro del concurso, lo que implica romper una pareja, por lo que el amor se pone a prueba, como indica el nombre del programa. Esto nos puede recordar al fantástico reality que hicieron en Antena 3, “Confianza Ciega”, del que nunca tuvimos una segunda edición a pesar de su éxito.

-Convivencia y aislamiento: Es la base de muchos realities, principalmente de “Gran Hermano”. En “Amor a Prueba” los concursantes se encuentran incomunicados, conviviendo en una casa donde, prácticamente, todas las estancias están comunicadas entre sí y tienen poco espacio para la intimidad. Esta convivencia está sometida a mucha tensión, ya que además de los roces que se puedan dar en una convivencia de más de veinte personas, los concursantes se enfrentan a situaciones que les presenta el programa que hace temblar los cimientos del amor.

-Pruebas y estrategia: La competencia y la lucha por ganar el programa nunca se olvida, ya que los concursantes se enfrentan a todo tipo de pruebas. En unas los solteros luchan por ser los primeros en elegir la pareja a la que quieren conquistar, otras en las que se lucha por no estar en riesgo de abandonar el concurso y, al final de la semana, se enfrentan al “duelo final” donde los nominados deben luchar por no ser expulsados. Tengo que decir que las pruebas están muy trabajadas, se desarrollan todo tipo de destrezas y, en muchas ocasiones, son de una dureza superior a las que vemos en “Supervivientes”, ya que varios concursantes han tenido que ser atendidos por el equipo médico del programa tras el exhaustivo esfuerzo realizado. Además, las estrategias están a la orden del día, ya que los participantes también deben enfrentarse a un cara a cara, donde dan el nombre del compañero que quieren ver fuera del concurso.

-Los espectadores tienen poder de decisión: Algo fundamental en un reality show es que los espectadores podamos emitir nuestro veredicto y en este reality se hace de una forma muy peculiar. La audiencia no decide quién abandona el programa pero sí decide quién debe quedarse, votando por su favorito. Por lo que los concursantes deben defender su permanencia en el concurso en “El duelo final” pero los espectadores, con sus votos, evitan que su favorito deba enfrentarse a él.

-Un casting popular, internacional y abierto: En este programa participan caras conocidas por los espectadores, generalmente, ex concursantes de otros realities shows. Los seguidores de este tipo formato televisivo nos preguntamos, en muchas ocasiones, qué ha sido de ciertos participantes. Pues en este reality se puede jugar con el casting de parejas y solteros de forma que veamos dentro de la casa a parejas que se formaron en un reality, enemigos declarados, ex novios, etc. Además, podemos conocer caras nuevas, ya que si entra un ex concursante de “Gran Hermano” puede hacerlo con su novia actual y, quizás, descubramos en ella una fabulosa jugadora o, por otro lado, ver a participantes de realities de otros países, como en este caso han hecho con Oriana, Tony y Liz en Chile, lo que atraería a ver el programa a un público internacional, por lo que tendríamos concursantes famosos y “anónimos”. Otro giro de tuerca que da este reality es que el casting permanece abierto y cada semana se incorpora gente al juego, pero estas incorporaciones pueden ser nuevas o repescados y se hacen de forma muy calculada, pues, por ejemplo, si se da una ruptura dentro de la casa porque una chica ha iniciado una relación con uno de los solteros, puede que más adelante su ex vuelva al reality para participar como soltero, dando así las historias giros constantes de una semana a otra. ¡A mí me fascinaría tener la labor de construir este casting porque las combinaciones que se pueden montar son explosivas!

En pocas líneas, así puedo resumir el programa. A mí me ha parecido un reality muy divertido que en España encajaría muy bien porque nos encantan este tipo de formatos. Creo que es un reality muy fresco que podrían preparar para este verano, donde la parrilla televisiva suele resentirse.

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