En la gala de ayer vivimos todo tipo de momentos, desde ver
a Nacho Vidal haciendo trampas a un rockero cantándole “Cielito Lindo” a su perra. Aunque Noel fue expulsado de los novatos tuvo
que continuar en el concurso, en Isla
Destierro, junto a Elisa de Panicis,
lo que significó la expulsión definitiva de Isabel Rábago. Nacho Vidal y
Carmen Lomana están en la palestra, nominados
por el grupo, pero no pudo iniciarse un proceso de votación al faltar la
nominación del líder, Rubén, quien
estaba “muy bien” tras realizar la prueba de inmunidad, pero tuvo que ser evacuado.

Nacho Vidal
demuestra, gala tras gala, su capacidad para malmeter contra todos sus compañeros sin ninguna medida. Ayer lo
hizo contra Suhaila, Carmen Lomana, Isa
Pantoja y Rafi Camino. ¿Todos sus compañeros son problemáticos? ¿Todos son
falsos y lo envidian? Debería hacer una labor de autocrítica y empezar a
plantearse que su egocentrismo, poca
tolerancia y egoísmo sean una clara dinamita para la inestable convivencia y la división de grupos. Realmente, Fortu y Rafi Camino se llevan bien con
las chicas pero se han visto obligados a posicionarse hacia un bando y
decidieron hacerlo con el de Nacho,
aunque ahora Rafi Camino también se
encuentra en su contra tras la carnicería que hizo Nacho junto a Fortu en la cabaña mientras éste tomaba el sol con Suhaila. Tengo la seguridad de que Nacho Vidal no tendrá reparo en vender a Fortu cuando la isla vaya
vaciándose y lo vea como un rival
directo, si no, al tiempo. Ya utiliza al vocalista de Obus como un títere
al que maneja a su antojo, de hecho, la propia hija del rockero, Ariadna, apuntaba ayer que no le
gustaba nada el comportamiento de Nacho
Vidal con su padre, y es que cuando Fortu
se atreve a contradecir una decisión de Nacho
acaban discutiendo. Nacho cree que
por haber hecho fuego y haber
pescado un tiburón tiene el concurso
hecho pero yo, como espectador, me niego a premiar a esta clase de concursante
como ganador del reality, porque en Supervivientes
hay que saber buscarse la vida pero también tienen que enfrentar una convivencia que se valora.
Me gustaría hacer una mención, rápida, hacia Lucía. Hay gente que no comprende que Gran Hermano 15 ya es historia. Yo
defendí con uñas y dientes a Paula
porque me encantó su paso por GH y, por supuesto, desprecié el comportamiento
de Omar y Lucía. Ahora bien, este
reality es Supervivientes, no Gran
Hermano, y aunque tengamos reciente el recuerdo de GH, todos los concursantes
parten de cero en el momento que ponen un pie en la isla y se les valora por
sus actos en el concurso en el que están participando. Ahora, Lucía, en otro contexto, sola y dónde
se está mostrando más como persona que la faceta que pudimos ver de ella en GH,
me gusta.

La nueva prueba de
líder fue muy cuestionada por el público, por su dureza y por ciertas injusticias
que puede tener. La prueba consiste en inmovilizar al concursante con unos grilletes por los tobillos y éste
deberá agarrarse a un trapecio que
irá elevándose, lo que le estirará las extremidades y le someterá a un fuerte
dolor. Si esto no fuera poco, el participante recibirá chorros de agua helada y un fuerte calor
proveniente de una lengua de fuego que
roza su cuerpo. Se convertirá en líder el concursante que tarde más en soltar
el trapecio. Las injusticias de la prueba se encontraban en, como apuntaba David Cano (más conocido por “El Gato
Encerrado”) en Twitter, el trapecio debería subir por un sistema mecánico, ya que si la subida es manual puede variar la velocidad de subida. Estoy totalmente
de acuerdo con este argumento, a lo que sumo que también deberían medir la distancia de subida, ya que si el
trapecio sube la misma distancia para Rubén
que para Chabelita la rompen.
Las nominaciones
de esta semana tuvieron que quedar inconclusas,
ya que la prueba de líder lesionó a Rubén,
quien ganó el collar, y no pudo continuar en la gala. Para tranquilizar a la
familia, más veces de las normales, dijeron que Rubén se encontraba muy bien. De hecho, se encontraba tan bien que
apareció con el brazo liado en una
toalla y agarrado en cabestrillo, y cada vez que era preguntado por cómo se
encontraba rompía a llorar. Lara,
durante la prueba, decía a los concursantes que soltaran el trapecio porque era
más importante su seguridad que
ganar el collar. Evidentemente, es más importante la seguridad del concursante,
pero se entiende que el programa no debe
ponerlos en riesgo y si la prueba es de aguante muchos participantes soportarán
límites insospechados por ganar.
Pero Rubén no fue el único que derramó lágrimas por su dolor, sino que Carmen Lomana se mostró más afectada al ver a un compañero, con el que ha coincidido cinco veces en su vida, con una lesión en el brazo, que al ser informada de que su madre estaba hospitalizada tras sufrir un ictus. Creo que los hecho ni siquiera deberían ser comparables, y si la pasividad con la que Carmen recibía la noticia de su madre no se entendía, menos la entiendo ahora, al verla tan sentida con la lesión de su compañero.
Pero Rubén no fue el único que derramó lágrimas por su dolor, sino que Carmen Lomana se mostró más afectada al ver a un compañero, con el que ha coincidido cinco veces en su vida, con una lesión en el brazo, que al ser informada de que su madre estaba hospitalizada tras sufrir un ictus. Creo que los hecho ni siquiera deberían ser comparables, y si la pasividad con la que Carmen recibía la noticia de su madre no se entendía, menos la entiendo ahora, al verla tan sentida con la lesión de su compañero.
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