Los semifinalistas
están elegidos. 7 parejas continúan
en competición, las cuales, la semana que viene tendrán que luchar por
conseguir una de las 4 plazas de las
que dispone la gran final de ‘Levántate’.
Estamos en la recta
final y se supone que las actuaciones cada vez deberían ser más brillantes,
aunque en la gala de ayer no fue así. Me atrevería a decir que fue la peor gala de la edición, pues la
mayoría de los dúos bajaron el listón al que nos tienen acostumbrados, aunque
con toda seguridad esto les servirá para
aprender de sus errores y resurgir en las dos galas que quedan de concurso.
Creo que toda la responsabilidad de los errores cometidos
por los concursantes no se les debe otorgar a ellos, sino que también hay que señalar al equipo encargado de seleccionar
las canciones. Estamos a unas alturas de concurso que no deberían experimentar sino apostar sobre seguro y dar a cada
pareja el estilo que mejor defiendan
para que el espectáculo pueda ser completo
y de calidad.
Concretamente, las actuaciones individuales de Betty y Laura, Mari y Óscar y Lorenzo y
Carla fueron actuaciones de superación
porque no encajaban con el tema, lo que no dio un resultado bueno, pero cada
artista tiene su estilo y debe asentarlo. Si nos fijamos en el jurado,
imaginaos a Ruth Lorenzo cantando un
fandango o a Niña Pastori cantando
por Beyoncé. Pues seguramente, por muy artistas que sean, chirriaría la
actuación y no estarían del todo a la
altura del tema porque se mueven en otro terreno musical.
Quienes lograron llevar la magia al plató de ‘Levántate’
fueron Paqui y David, quienes tienen
una habilidad impresionante para transformar, con su interpretación, el sentido de la canción que canten. Ayer lo hacían
con “Mi princesa” de David Bisbal.
A diferencia de las galas anteriores, en esta cuarta entrega
sólo un dúo dejaba la competición y
los señalados fueron María José y Mario.
En la canción individual interpretaron “Bella
y Bestia” y lograron que casi todo el plató se pusiese en pie, pero no fue
suficiente, porque no contaron con el
apoyo del jurado. Son una pareja que no
tienen asentadas las bases musicales pero su carisma logra capturar la atención del público.
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