Tan sólo 4 días
para que conozcamos quién se alza con el maletín
de 100.000€. Los finalistas de
la tercera edición de GH VIP son: Aguasantas,
Belén, Coman y Fede. Hoy os damos las razones
por las que Aguasantas debe alzarse
con la victoria, y por qué no el resto de sus compañeros.
1. A pesar de que la mayor crítica que vuelcan sobre ella es
acusarla de ser un mueble, yo
defiendo absolutamente lo contrario. Sin
la presencia de Aguasantas hubiésemos vivido un Gran Hermano VIP radicalmente
opuesto. Cierto es que ella no ha destacado, en el montaje de vídeos, como
una de las concursantes más visibles pero sus
movimientos han dinamitado las tramas, porque las concursantes secundarias son necesarias
y ella ha sido una secundaria excelente. Por poner un ejemplo de los más
destacados: Aguasantas fue quien
tuvo una discusión con Israel y
quien apoyó a Ares en sus momentos
más difíciles, lo que aportó la separación de la casa en bandos, Las Chirlas y El Eje
del Bien.
2. Ha dado vida a la
emisión de “La Casa en Directo”. Muchos espectadores, amantes del formato,
somos los que seguimos las peripecias de los concursantes conectando con la
señal en mitele donde podemos ver
cómo hay concursantes, como Belén
Esteban, que deciden irse a dormir
muy pronto, sin embargo, ella ha sido de las pocas que en esta edición ha activado
la casa de noche, dándonos grandes
madrugadas de confesiones y fiestas muy divertidas.
3. Aguasantas ha
hablado cuando ha tenido que hacerlo con sinceridad,
claridad y educación. Parece que porque una concursante no se plante en
mitad de un salón a gritar a todos sus compañeros lo malos que son y lo que le
están haciendo sufrir no lo está sintiendo o no está dando ningún tipo de
juego. Aguasantas ha sabido responder,
cuando ha defendido sus argumentos lo ha hecho con mucha coherencia y desde el respeto,
lo que ha llevado a sus compañeros cerrar la boca, dejándolos sin posibilidad de réplica al desmontar sus argumentos
tras pronunciar la frase acertada.
4. Ha concursado sin
olvidar el corazón. Ha podido hacer estrategias en algún momento, como
todos los concursantes, pero sus estrategias se han basado no sólo en el
concurso sino en sus sentimientos,
demostrando fidelidad por los compañeros
a los que ha considerado sus amigos. De hecho, siempre ha sido incapaz de dar el nombre de Ylenia en
el confesionario, a pesar de que ésta fuese del otro grupo y ella sí le diese
en alguna ocasión sus puntos.
5. Nos ha dado momentos “Sálvame”.
Algo que nos encanta a los espectadores es conocer
en profundidad a los concursantes y para eso tenemos que hurgar un poco en
su vida y conocer sus aventuras. En este caso, estamos hablando de personajes conocidos que han despertado un
interés en el público por contar su vida privada. A Aguasantas la conocimos hablando de Manuel Cortés y Raquel Bollo, por esto no debemos sorprendernos de
que lo haya hecho dentro de la casa, sobre todo porque ella habla con sus compañeros de su vida y
estas dos personas han sido, durante un tiempo, pilares en su vida y formaron
parte de ella. Además, curiosamente los mismos que critican que Aguasantas haya hablado de Raquel y Manuel dentro de la casa son
los que aplauden a Belén Esteban,
quien habla constantemente de Jesulín y
toda su familia.
Al resto de concursantes no les dedicaré
tantos argumentos, con un párrafo me
basta para cada uno, donde diré por qué no
merecen ganar el concurso, razón, también, por la que Aguasantas debe ganar, ya que el resto no lo merece:
Belén Esteban no
merece ganar Gran Hermano VIP porque se convertiría en la ganadora más injusta y cuestionada de la historia de
GH. ¿Ha dado juego? Sí. ¿Todo tipo de juego vale para ganar? No. Sería indecente otorgar la victoria a una
concursante que ha actuado con maldad;
ha dictado a sus compañeros cómo
debían actuar en cada momento; ha tratado de manipular la realidad y la opinión del público; se ha sentido un
ser superior; ha sido juzgada por el
público, en el juicio que le presentó el programa, como la instigadora de un acoso hacia Olvido Hormigos; no ha sabido asumir
los errores y se ha jactado de ellos
con una actitud chulesca; por quejarse en cada propuesta del programa
y desear abandonar concurso en
múltiples ocasiones; por burlar las
reglas del juego con trampas que ha negado y ha vendido haber reconocido
cuando ha sido pillada; y un largo etcétera
que se ha demostrado a los largo de los dos meses y medio de concurso. La victoria de Belén Esteban sería un fracaso
para Gran Hermano, para los espectadores y para la propia Belén, por
premiar a una concursante que en varias ocasiones ha atentado contra la esencia del reality, que ha generado muchos detractores y que su único mérito, como concursante, ha sido destruir su imagen
públicamente en cada segundo que ha vivido en GH VIP.
Coman no merece ganar
Gran Hermano VIP porque su Operación
Mowgli se ha basado en una estrategia
muy sucia. Ser estratega no es malo, pero jugar para llegar de puntillas a la final sí. Ha decidido arrimarse al ascua que más calienta en cada momento, manteniéndose
en un principio entre dos aguas lo que le ha llevado a no salir nominado desde la segunda semana de concurso; es un finalista de rebote que ha evitado
pasar el filtro de la audiencia, a la que ha intentado manipular, mostrándose de víctima
y sacando los trapos sucios del resto de una forma bastante rastrera para que “El Pueblo” los expulsase, además de tratar de engañarnos con teatros vergonzosos; y, no podemos
olvidar, que se ha sentido único
protagonista sobre el que giraba el concurso, llevándole su narcisismo a
creer que las expulsiones se producían por sus peticiones y sus conflictos con
el resto de compañeros.
Fede no merece ganar
Gran Hermano VIP, simplemente, porque no
ha existido y la edición hubiese sido más completa sin su presencia, siendo
lo único destacable de su paso por el programa la utilización que ha hecho de Ylenia para mantenerse en el concurso.
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