Muchas cuentas
pendientes se sometieron a cuatro juicios
espectaculares. El jurado popular
votó a través de la APP, señalando a tres
concursantes como culpables y a uno como inocente de lo que se les acusaba. Queda una semana de concurso para
que conozcamos la resolución del juicio
final, donde tenemos voz y voto. Los finalistas
son Aguasantas, Belén, Coman y Fede,
uno de ellos se llevará el maletín de 100.000€.
Quien ya no podrá alzarse victoriosa en este juicio final es Ángela Portero, última expulsada de Gran
Hermano VIP.
A los pocos minutos de comenzar la gala se comunicaba a Aguasantas que era la menos votada para
la expulsión, y por tanto se salvaba. En ese momento volvían a abrirse las
líneas, durante los 40 minutos a los
que ya nos tienen acostumbrados, para votar por nuestro expulsado. Si os digo
la verdad, a mí lo de los 40 minutos
no me termina de convencer y os explico por qué: Me encanta como método para mantener una regularidad en la votación,
cerrando las líneas en un momento pactado y no pueda cuestionarse que el
programa las cierra cuando les interesa pero lo que no me gusta es que excluyan de la votación al que haya recibido menos
votos durante la semana, ya que es un nominado más y su salida de la lista
favorece o perjudica, según el prisma con el que se mire, a los concursantes
que sí se enfrentan a esa intensa votación donde suele darse el sorpasso. Sé que esto no lo ha
inventado GH VIP y que en alguna
ocasión ya se ha hecho a lo largo de la historia
de Gran Hermano pero no lo considero justo porque hay votos se desvían a
los menos votados, siendo esto una parte más del juego, por lo que pienso que todos los nominados deben estar expuestos a
votación desde que se abren las líneas hasta que éstas se cierran.
Los porcentajes estuvieron muy ajustados, 50.1% y 49.9%. Un puñado de votos
decidieron, finalmente, que fuese Ángela
Portero la que abandonase la casa VIP. Ángela
ha sido una concursante que, en contra de lo que muchos han dicho de ella
catalogándola de mueble, ha movido mucho los hilos de la convivencia.
Precisamente esto es lo que la ha hecho posicionarse por encima de Fede, ya que esta última semana ha
jugado a ser La Chirla Madre,
buscando desenmascarar las estrategias
de todos, tener la casa en contra y
posicionarse como la víctima a la
que nadie tiene en cuenta para que así le funcionase la teoría de que la audiencia debe apoyar a la más débil,
pero no le ha salido bien.
Por un tiempo nos olvidamos de la expulsión para señalar
como culpables o inocentes a Belén,
Coman, Fede y Aguasantas en los juicios a los que tuvieron que someterse. No
puedo más que aplaudir la genialidad
de enfrentarles con la realidad que hemos visto los espectadores de su paso por
la casa, ante un juez que supo medir
muy bien los tiempos dándole la palabra a todas las partes implicadas y
haciéndoles llegar el veredicto de la audiencia al respecto. Además, esto nos
permite ver cómo reaccionan los concursantes en frío, ya que durante toda la
semana van a estar comentando lo sucedido y elucubrando sus argumentos para
defenderse en plató, durante la gala
final, donde apenas da tiempo a profundizar, ya que hay que abordar cuatro
entrevistas.
Belén Esteban se
enfrentó al primer juicio de la noche, en el que era acusada de acoso por parte de Olvido Hormigos. La audiencia la declaró culpable.
En este juicio vimos cómo Belén, al margen de pedir disculpas o reconocer sus errores, se
mantenía en una actitud chulesca, no
supo argumentar el porqué de su odio hacia Olvido
y no comprendía que sus compañeros no fuesen firmes en su defensa. En su
discurso llegó a decir: “Yo criada nunca he sido porque para ser
criada hay que ser persona”. Yo ya no me atrevo a discutirle a Belén Esteban si ella es persona o un
ser de otro planeta…
Tras el juicio de Belén
llegó el de Coman, quien también fue
acusado culpable, en su caso de falsedad máxima. Todos quedaron muy
sorprendidos de las declaraciones que se hicieron en contra de Coman, principalmente por parte de Chari, y de las imágenes que pudieron
ver de él, hasta el punto que Belén y
Coman se enfrentaron en una acalorada discusión donde el ex participante de
‘Adán y Eva’ le lanzaba un argumento
indestructible a la que era Princesa del
Pueblo, recordándole que a él le pueden acusar de falso por haber jugado con una estrategia pero que a ella la habían
declarado culpable de acoso, lo que
es un delito, ya que Belén parecía orgullosa de que no la
hubieran tachado de falsa pero sí de acosadora.
En el juicio de Coman
tuve que aplaudir a Ylenia y a Chari
por desenmascarar a Coman, quien
siguió sin declarar qué es la Operación
Mowgli. Esto es un juego y cada cual mueve sus cartas a su antojo, no se le
juzga por jugar sino por jugar mal.
Al público le encantan las buenas estrategias, la prueba está en que Pepe Herrero ha ganado dos ediciones de
Gran Hermano siendo el mayor de los
estrategas pero Coman juega a no salir nominado, juega a creerse el centro del universo y
juega a manipular al pueblo, y a mí
su juego no me gusta por eso lo voté como culpable
de falsedad máxima y demostrar que llegar a la final de rebote por no enfrentar el juicio del
público es un logro pero no un triunfo.
Ares Teixidó se
pasó las normas por donde la esponja todas las mañanas, como decía Carolina Sobe. Tuvo que ser reprendida
por el juez en varias ocasiones,
siendo amenazada con su expulsión de la sala, a lo que ella respondía: “Así será”, para luego volver a dar un puyazo
certero. No podemos echarnos las manos a la cabeza porque esto sucediese, el propio programa lo estaba propiciando al
ponerlos frente a frente a sus aliados y enemigos mientras veían su paso por la
casa en imágenes.
Ella acusaba a Fede
de haber utilizado a Ylenia para
escalar posiciones en el concurso, teniendo una relación con ella basada en el interés más que en el amor. Fede no supo defenderse, dio vueltas
como una peonza parado en el mismo punto y no consiguió responder al juez sobre
cuáles eran sus méritos propios como
concursante.
El juicio de Fede
fue el menos interesante porque me atrevería a decir que consiguió hacer más minutos de televisión consecutivos
en el juicio de ayer que durante todo su
paso por el programa, pues hay quien aún se pregunta quién es Fede, de dónde viene y cómo se ha colado en la final.
Una Ylenia cada
vez más recatada se quedó altamente decepcionada
tras el juicio de Fede. Vio imágenes
que aún no había visto y llegó al plató conteniéndose
las lágrimas, sin ser capaz de defender a su “amado” como el merecedor del
maletín y me diría que si en su mano hubiese estado el veredicto lo hubiese declarado culpable de su juicio, como el
público lo decidió.
La noche de juicios se cerró con la única inocente, Aguasantas, a la que Chari acusaba de deslealtad.
No dudé dos veces en votarla como inocente, ya que Aguasantas ha sido la concursante más leal y fiel a su grupo de todos los concursantes que han pasado por
el programa. Pienso que es de las más transparentes
y no se ha movido por más intereses que sus
sentimientos y sus principios.
Fue la única capaz de reconocer
sus errores y de argumentar su defensa con una lógica aplastante a los argumentos presentados por Chari, quien
precisamente demostraba a Aguasantas la deslealtad de la que le estaba
acusando.
Una vez que los juicios finalizaron los concursantes
tuvieron que dar la vuelta a su silla,
donde encontraban un número que
indicaba la terminación del teléfono al que debían votar los espectadores para
convertirles en ganador de la edición.
El teléfono de Belén termina en 1, el de
Aguasantas en 2, el de Coman en 3 y el de Fede en 4.
Sin lugar a dudas, esta edición merece ganarla Aguasantas. Hoy, no me detendré a
explicar las razones por las que nuestra gitana merece alzarse con el maletín, y no el resto de finalistas. Lo haré
en un post dedicado precisamente a ello, este fin de semana.
Para terminar, esta semana no tenemos tabla de nominaciones pero os dejo con la tabla de clasificación con todas las expulsiones, además de con quién ha resultado el último favorito semanal de la edición, en
nuestras encuestas semanales.
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